Todo había empezado aquel día
que aquella chica linda le había pedido
un autógrafo al queridísimo jugador del Barcelona.
Ese no era el problema el problema era que el quedaría perdidamente enamorado de aquella chica, pero ella no sentiría nada más q...
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ESTAR ESTUDIANDO en este momento no era opción pero tenía que hacerlo, no quería reprobar ninguna materia y mucho menos que mis padres se enteraran porque la reprobé.
Mis padres no sabían que me encontraba fuera de la ciudad, no fue tan difícil irme, ya que ya llevo más de un año sin vivir con ellos.
Pero si se dan cuenta que me fui de el país sin su permiso, supongo que me obligarán a vivir de nuevo con ellos.
Ellos dicen que lo mejor para mi es obedecerlos si quiero tener un gran futuro como el de ellos, y qué si hago las cosas como ellos me lo dicen se sentirán orgullos de mi, y eso hago.
— Entonces vamos? — preguntó por décima ves la pelirroja.
— Sabes que no puedo ir ahora Madd, tengo que terminarlo antes de pasado mañana para poder entregarlo a tiempo, ve tú — mire a la pelirroja, mientras señalaba mi trabajo.
— Sabes que llegando yo te ayudo, lo prometo — la pelirroja dijo con un poco de esperanza.
— Entrecerré los ojos — no lo se.
— Tu fuiste la de la idea de ir a cenar — insistió.
— Bien, vámonos — agarre mi bolso.
— Te das cuenta de que estamos en Catar y lo más seguro es que ahora esta noche va ver muchos chicos lindos, y qué no podemos ir así no más.
— Mi ropa se ve bien, solo que me veo como una persona que está intentando hacer su tarea como una persona responsable.
— Lo se, y es admirable ver tu esfuerzo, pero nunca viene mal divertirse un poco, tus padres no están y no hay nadie quien te lo impida — ánimo la pelirroja feliz.
— Bien, pero me iré con esta ropa.
— Está bien, no insisto ya es un avance que hayas querido ir — sonrío.
Agarre las llaves del auto, rentamos un auto los días que estemos aquí. Estaba bastante estresada y esto me vendría bien, aparte que no siempre se esta en Catar disfrutando ser joven. Tal vez debería de disfrutar más mi juventud y escaparme de mis padres de vez en cuando, no le haría daño a nadie.
La música sonaba por todo el auto y el viento acariciaba mi rostro, me estremecí. Sonreí, hace tiempo no sentía esto, salir, divertirme y no preocuparme por nada, pensar en el futuro me estaba matando y no sabia cómo explicarlo.
