— La habitación de la sultana Mahidevran se ha incendiado. — dijo el pasha causando que las dos mujeres se pararán rápidamente de sus asientos.
— Mustafa, Turhan, mihrimah!! — fue en lo único que pensó mahidevran en ese instante.
El sultan y las dos sultanas salieron inmediatamente de los aposentos seguidos por Ibrahim, cuando llegaron efectivamente se estaba incendiando, Mahidevran intento ingresar pero el sultán la abrazo evitando que no valla, eso ocasionó los celos de Hurren.
— Calmate Mahidevran!! — dice mientras la abrazaba. — Entrare y sacaré a nuestros hijos.
— Su majestad — Intervino Ibrahim — No valla, yo iré. — dijo para luego entrar a la habitación.
— Mis hijos!! — grita Mahidevran mientras era consolada en los brazos del sultán.
En ese momento llego la Madre sultana, pero no llegaba sola si no como Turhan y Mustafa agarrados de su mano.
— Hijo ¿que sucedió? — pregunta preocupada —
Mahidevran, hurem y el sultán voltearon a ver y se dieron con la sorpresa que los niños estaban a fuera de la habitación.
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— ¿Por qué lloras mamá? — pregunta mustafa preocupado, Mahidevran se seca las lágrimas.
— Estaba preocupada por ustedes querido-
— Discúlpanos por hacerte llorar madre. — dijo Turhan triste.
— No te disculpes querida, no tienen culpa de nada.—
Hurren miraba esa escena y se preguntaba donde estaba su hija, iba a preguntar pero Mahidevran se le adelanto.
— ¿Donde está mihrimah? — pregunta Mahidevran a la sultana Ayse.
— Ella estaba en la habitación — dijo causando la preocupación de los presentes.
— ¿Que? ¿Acaso no la llevastes contigo Mamá? — pregunta el sultán alterado
— Hijo, me informaron que Mahidevran había ido a tus aposentos y yo decidí ir a ver a mis nietos, ellos querían ver a Hatice así que decidí llevarlos, no lleve a Mihrimah porque ella dormía, Gulsah se quedó cuidandola. —
— Mi-mihrimah!! — grito hurren llamando la Atención de los presentes, Ella estaba decidida a entrar pero Ibrahim salio junto a la bebé en sus brazos.
— Hija mía — corrieron Mahidevran y el sultán a ver a su hija que lloraba.
— Su majestad, la pequeña sultana está bien- dijo Ibrahim dándole a suleiman su hija.
— No se como pagártelo Ibrahim, pídeme lo que quieras. — dijo el sultán agradecido.
— Solo cumplo mi deber su majestad, nunca permitiría que nada le pase a la hija de mi mejor amigo y sultán. — Suleiman sonrió y miro a su hija — Mi pequeña sultana! - le da un beso en su frente.
— Hija mía — dice Mahidevran — Mi pequeña.
— La sultana se encuentra bien pero no puedo decir lo mismo por la criada que la cuidaba. —
— ¡Que! — dijo mahidevran - ¿Gulsah donde esta? - dijo con su voz frágil.
— Lo lamento sultana, ella falleció, cuando la vi toda su cara estaba quemada además revise su pulso y ya no respiraba. —
Mahidevran se sintió devastada, su gran amiga y confidente había fallecido.
— Todo es culpa de Mahidevran!! — grito Hurren acercándose a ellos — Estoy segura que ella y la madre sultana provocaron esto. — Todos la miraron molestos.
— ¿Que es lo que dices hurren? — dice Ayse molesta por las palabras de la pelirroja — ¿como te atreves a difamarme? — grita
— Estoy diciendo la verdad, estoy segura que querían deshacerse de mi hija, mahidevran aceptado ser madre de mihrimah para hacerme sufrir estoy segura que ella a querido que mi hija muera quemada!! —
— Como puedes decir eso hurren? ¿Acaso no te das cuenta de lo que dices? ¿Como crees que haría eso? Gulsah a muerto!! — dice con sus ojos llenos de lágrimas.
— No te creo ¿como explicas que la sultana madre se llevó a tus dos hijos y a mihrimah la dejo en la habitación? Estoy segura que ustedes provocaron esto. —
— ¡Nunca le haría daño a mi nieta! La deje porque dormía y no quería despertarla.
— Ustedes mient.... - fue interrumpida
— ¡Suficiente! No grites — grito el sultán — Conoce tus límites ¿como te atreves a difarmarlas? -
— Pero...
— Regresa a tus aposentos hurren, si no lo haces haré que te manden al calabozo. —
Ella asiente de mala gana y hace una pequeña reverencia pero antes de irse escucho algo que le hirvio la sangre.
— Ya no llores Mahidevran — dijo acariando su mejilla -
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— Haré que preparen otros aposentos para ti mahidevran — dijo la madre sultana.
— Mañana lo harás mamá, hoy Mahidevran y mis hijos se quedarán a dormir en mis aposentos, Al menos por hoy quiero dormir con mi familia — El corazón de hurren se rompió en mil partes al escuchar esto.
