#6: ¿Seguimos?

116 7 0
                                    




























"El impacto y el dolor de una pesadilla puede ser mucho mayor que el de un puñetazo."




JOHN KATZENBACH





























-Claro que no, es de la película del "Cuchau"- Le respondí mientras retomábamos la caminata a su carro.

Gracias a los dioses Derek decidió que mi gran representación de McQueen había sido suficiente como para esperar mi paso. Tardamos unos minutos en llegar a su auto y yo puse la mochila deportiva en la cajuela. Fue un camino algo silencioso pero no incómodo, de vez en cuando podía sentir su mirada en mi cuello cuando yo estaba viendo hacia afuera por la ventana, la curiosidad comenzaba a matarme ¿Qué era lo que realmente sentía ese lobo amargado por mi? ¿Y desde cuando era gay? ¿O bisexual...? Bueno, realmente no importaba justo ahora.

—Llegamos— anunció Derek.

Pude notar que lo mencionaba porque yo no me había movido de mi asiento aunque el ya había aparcado hace un rato.

—Me distraje— dije sin pensarlo mucho y salí del carro. El asintió.

Tomé mi mochila y abrí la puerta principal; antes de entrar me giré hacia Derek quien estaba recargado en su auto esperando.

—¿Quieres entrar?— pregunté, su par de esmeraldas miró a la casa y luego a mi de nuevo —Ya está oscureciendo y voy a hacer de cenar—

—¿Qué cosa?— preguntó inquisitivo. ¿Ahora se pondría exigente con la alimentación? Suspire.

—No lo sé Derek— me encogí de hombros —Algo me ingeniaré—

El bufó y se descruzo de brazos comenzando a caminar en mi dirección; yo pase por la puerta dejándola abierta, segundos después escuche cuado Derek la cerró, con llave. Estaba comenzando a pensar qué tal vez debí reconsiderar eso de dejar que un gran hombre lobo con fuerza sobrenatural y un mal humor interminable viniera a cenar sin tener nada preparado.

Abandoné mi mochila en el sillón y me dirigí directamente a la cocina a ver qué teníamos en la alacena, Derek camino detrás de mi.

—¿Y tú padre?— preguntó.

—En el trabajo, a esta hora sigue siendo el alguacil

Rebusque en el refrigerador y me plantee seriamente la idea de hacer unos huevos revueltos con jamón. Escuche el suspiro de Derek a mis espaldas, creo que quizá tenía algún poder para leer mentes que yo desconocía.

—¿No tienes ni la menor idea de que cocinar, cierto?

Pensé en hacerme el ofendido pero para cuando me gire el ya estaba a unos pocos centímetros de mi, sentí su respiración en mi rostro, él es solo unos 5 centímetros más alto que yo. Mi corazón se aceleró pero no pude moverme. Derek me tomó por los codos y me movió hacía un lado con tranquilidad, sorprendentemente su ceño no estaba fruncido. Creo que vi el destello de sus dientes al sonreír.

—Deja, yo lo hago

Tarde un momento en procesar al Derek amable, pero obedecí, la verdad no quería cocinar. Camine hacia la mesa y me senté viendo en dirección a Derek, él comenzó a moverse como si conociera la casa buscando ingredientes y sartenes. Para mi era entretenido ver como él se movía por mi cocina, ¿Cocinando qué? Quién sabe, pero eso no importaba, había una sonrisita escondida, apenas visible por lo poco que se curvaban sus labios, pero se veía tranquilo, entretenido y era maravilloso. Espero que no me haya visto muy creepy viéndolo cocinar, ¿Cuánto tardó en cocinar? Tampoco lo sé, pero comenzó a oler delicioso.

Sueños y pesadillas [Sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora