#7: Demos un giro

80 5 0
                                    































"Puedes estar en la tormenta, pero no dejes que la tormenta te atrape"

Joel Osteen































—Comamos antes de que se enfríe— Estaba enojado, pero estiró su mano hacia mí para ayudarme a levantar del suelo. Asentí.

El pollo estaba delicioso, pero su mirada fulminante durante toda la cena me decía que aún seguía bastante molesto y que muy probablemente no se olvidaría del asunto. Antes de que nos paráramos a lavar los platos tenía que decirle.

—Entonces...— comencé a hablar —¿Puedes no decirle a nadie?— sus ojos se achinaron más —Por favor...—

Estoy seguro que eso último fue casi un ruego. Vi como Dereck carraspeo y desvió su mirada mientras se enderezaba.

—No dire nada— una sonrisa comenzaba a sembrarse en mi rostro. —Por ahora—

Pero claro, tenía que ser un idiota.

—De acuerdo— acepté, porque era lo único que yo podía hacer ahora.

—Pero hay una condición— sus ojos cual dagas, clavadas en mi —Debes decirme sobre lo qué pasa en tu cabecita—

"¿Cabecita?"

—Déjalo, esta enamorado— se burló Ryhs

—¿Quieres decir que te reportaré lo que sucede en mis pensamientos?— el asintió —Eso es una tontería, no podría recordar todo lo que pienso aunque quisiera decírtelo— mi ceño se frunció. El puso los ojos en blanco.

—No seas imbecil, Stiles— Eso me ofendió. —Estoy hablando de todo lo que tenga que ver con Ryhs, lo importante— eso me ofendió aún más.

—Bien— dije, porque ya estaba enfadado.

—Bien— dijo, porque también estaba enojado.

Bufé y me paré a lavar mis platos, lavé los de Derek también; se negó al principio pero lo convencí con la parte sobre el haciendo la comida, claro que no especifique que yo también me entretuve viéndolo a él.

Aún tenía la mandíbula apretada cuando por alguna Razón terminamos viendo televisión juntos en la sala de estar. Tampoco tarde mucho en quedarme dormido. El sonido de la puerta me despertó. Mi padre estaba ahí parado, viéndonos dormidos; aunque no podía adivinar qué rostro tenia porque estaba tan dormido que apenas lograba identificar su silueta.

—¿Qué está pasando?— preguntó.

—Hay pollo a la naranja en la cocina— logré decir. No podía pensar en otra cosa más que en comida.

El asintió en silencio y cerró la puerta detrás de él.

—¿Sabes qué? No quiero saberlo

No entendía de que hablaba hasta que me di cuenta de que de alguna manera yo literalmente tenía la mayor parte de mi cuerpo sobre Dereck dormido. Estaba seguro que yo me había quedado dormido sentado, con el cuello colgando hacia atrás, recordaba que él estaba hasta el otro lado del sillón ¿Cómo terminamos dormidos en posición horizontal en el mismo espacio? Podía sentir su pecho subir y bajar en mis manos, mi cabeza había estado apoyada ahí antes de despertar. Mierda ¿Y ahora como salía sin despertarlo?

Sueños y pesadillas [Sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora