Tercera Parte

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La mañana siguiente transcurrió según el itinerario de su equipo técnico

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La mañana siguiente transcurrió según el itinerario de su equipo técnico. No se olvidó de despertar a su compañero de habitación y su entrenamiento resulto tan efectivo como siempre. Los tres días se pasaron a gran velocidad, y en un parpadeo, se encontraba junto a su equipo alistándose para el partido de esa noche; escuchando las ultimas indicaciones de Scaloni, mientas el resto del equipo técnico lidiaba con los detalles preliminares.

Cuando la hora llegó, uno a uno fue saliendo de los vestidores, dirigiéndose al campo de juego a través del túnel que había estado viendo equipos ganar y otros perder pero que, de momento, era testigo de cómo las escuadras a enfrentar esa noche se posicionaban lado a lado, esperando el momento idóneo para salir a la cancha.

En alarde de su honestidad, Lionel admitió para sí mismo que se encontraba un tanto nervioso. No se trataba del juego en cuestión. Había batallado durante tantos, y el entrenamiento y las estrategias eran rigurosas. Nada de eso lo hacía sentirse ansioso, sino un extraño olor que no podría definir; era dulzón, pero también tenía algunas notas de amargura, que de vez en vez se hacían más presentes que la fragancia suave.

Lo alteraba un poco el no poder ver de dónde provenía.

La voz de uno de los árbitros lo distrajo, y el tono alegre de su compañero de habitación, el joven número 9 lo anclo a la realidad. Unos metros más adelante, el futbolista entablaba conversación con el portero y otros dos jugadores mexicanos, que sospechaba, eran quienes auxiliaron al joven.

En el vaivén de bromas y charla de los más jóvenes, Lionel aprovecho para acercarse. Debía sacarse de la mente el agradecimiento que les debía a la escuadra verde, y centrarse en el partido de esa noche. Pero mientras caminaba los pazos que los separaba, aquella esencia que lo mantenía inquieto se hacía más atrayente, se intensificaba, y a Messi no le tomo mucho saber de quién provenía:

De Francisco Guillermo Ochoa Magaña. Guillermo Ochoa. Memo Ochoa. El portero estrella de la selección mexicana, y quien había cuidado del joven come flores Álvarez.

Y si, tal vez había hecho un poco de investigación en Google durante los últimos tres días. Debía conocer bien a su contrincante, el floricultor, cuanto más, siendo él mismo un come flores.

Flores de Cempasúchil (Ochoa X Messi) (GARDENVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora