Caminó cansado hacia su habitación, su cuerpo cayó casi inerte en su amplia cama, después de discutir por segunda vez en el día con sus padres -la primera fue antes de ir a clases- estaba agotado. No era la persona con mayor seguridad en sí mismo en el mundo, pero estaba seguro de que no quería estudiar lo que sus padres le impongan, menos sabiendo de que se trataba. No quería acabar cómo ellos.
Tampoco pensaba en una carrera profesional, una técnica estaba bien mientras sepa cómo trabajarla. No tenía gustos tan específicos- o no había profundizado en ellos- así que su carrera no iría tanto por algún hobby o gusto, sino por economía. Su visión cayó en la ventana, dejando a la vista las calles siendo recorridas por distintos tipos de personas, algunas cargando bolsas de comprar o vestidos de traje saliendo de empresas casi importantes.
Suspiró sujetando la sábana y envolviendo su cuerpo por completo, estaba frustrado, cansado y estresado, apenas era un niño para vivir esas cosas, ¿No? No llevaba ni dos meses de haber cumplido los quince, ¿Por qué tanta presión social?
Estaba en la época de redes sociales, aceptación social, grupo de amigos, cambios de pensamiento y problemas de autoaceptación. Era todavía un puberto que pasaba por su etapa de cambios físicos, desarrollo hormonal y cambios de pensamientos, ya sea de forma madura o inmadura. ¿Esperaban que actúe cómo un adulto a los quince?
Su mente reaccionó y se levantó del suave colchón cómo pudo, tenía que hacer tareas antes de empezar con sus demás actividades. Lo bueno fue que ese día sus profesores decidieron dejarles un poco de descanso, lo único a hacer era el ensayo. Empezó a escribir el ensayo con sus audífonos bien conectados a su computador y a su música, intentando ignorar el ruido exterior.
ㅡ Blah blah blah. ㅡ Murmuró cuando -en la pequeña pausa del cambio de música- escuchó a sus padres discutiendo. TaeHyun esperaba que se divorcien, pero ambos siendo abogados iban a hacer una guerra campal, lo peor es que ni siquiera se pelearían por su custodiaㅡ Doce de octubre de mil cuatrocientos noventa y dos... ㅡ Se sobresaltó al sentir cómo su padre prácticamente le arrancaba los audífonos.
ㅡ ¡Responde tu jodido celular, ¿Eres inútil acaso?! ㅡ Abrió sus ojos sorprendido y dio un pequeño salto porque lo agarró de sorpresa. Su respiración se reguló cuando su padre se volvió a ir azotando la puerta, no sin antes aventar los audífonos a su cama.
Con su mano derecha buscó su celular y sus ojos viajaron a la pantalla, suspiró entrecortadamente antes de responderㅡ ¿Uhm? ¿Qué sucede, BeomGyu? ㅡ con ayuda de su hombro sujetaba su celular en su oído, debía terminar de hacer el ensayo.
ㅡ Buenas tardes, Tae, espero no molestarte, pero te hablaba para preguntarte sobre el proyecto... Además del material, ¿Mañana debería llevar algo? ㅡ
ㅡ No creo, con el material que hicimos es más que suficiente. ㅡ
ㅡ De acuerdo. ㅡ Hubo un largo silencio, TaeHyun pensó que ya hasta había cortado, pero noㅡ Entonces... Nos ponemos de acuerdo mañana temprano. ㅡ
ㅡ Sí, mañana temprano. ㅡ Por fin escuchó el sonido de la llamada siendo cortada. Dejó su celular a un lado y se levantó para tomar sus audífonos, no podía concentrarse escuchando a sus padres discutir una y otra vez de las mismas cosas innecesarias.
Terminó el ensayo y lo guardó para que no se fuera a eliminar por nada del mundo, su cabeza cayó sobre el escritorio de cristal en una forma de descansar. La música no dejaba de llenar su mente por completo y sus pensamientos divagaban por todos lados, con sus ojos cerrados podía imaginar escenarios que nunca le pasarían.
Sus ojos oscuros se entreabrieron, un sonrojo desapercibido se estableció en sus mejillas cuando recordó cómo su compañero preguntaba por su físico. No se consideraba feo, pero tampoco tan atractivo, al fin y al cabo estaba pasando por varios cambios, su rostro apenas se estaba empezando a marcar.
También si consideraba el estándar de belleza no encajaba en un 100%, aunque no es cómo si todos encajaran, era cómo uno en un millón. Hasta habían ídolos que no encajaban en ese estereotipo a pesar de ser considerados seres perfectos, ¿Cómo se suponía que esperara lo mismo para él? Lo único llamativo en él era su cabello y sólo por lo peculiar que era ver a un coreano así.
Si miraba a BeomGyu un poco más, él si encajaba en ese estereotipo, alto, cuerpo esbelto, bonito rostro, más entrando en el lado tierno que masculino, pero eso no era nada malo. Si no fuera ciego no dudaba que sus compañeras estarían detrás de él como moscas, hasta chicas de otro salón, quién sabe. El chico era una belleza para tener sólo quince, TaeHyun no sabía que esperar cuando fuera mayor.
Su expresión se arrugó un poco al pensar en su compañero siendo más alto o más masculino, encajando perfectamente en el estereotipo, aunque rápido descartó la idea, estaba exagerando. Sus mejillas se calentaron más ante su nueva imagen mental, BeomGyu se veía cómo si terminaría siendo más alto, pero tampoco exagerado y más tierno. No sabía, sólo imaginaba las cosas. Imaginaba a todos viendose mejor y más lindos, pero con él se imaginaba peor y horrible.
Pensó en él, quizás cuando tuviera veintitantos se haría más alto, sus facciones se marcarían, su cuerpo agarraría un poco más de forma, su voz se haría más grave, quizás hasta su aura cambiaría totalmente.
Si pensaba en otros, su compañero Jungwon también era lindo, sus facciones lo hacían ver más tierno que BeomGyu todavía. Quizás su gusto en hombres se inclinaba más hacia lo tierno. Pestañeó un par de veces inconscientemente, luego se reincoporó en el asiento y se levantó de la silla alarmado.
Gusto y hombres en la misma palabra no estaba bien. Se quitó sus audífonos y los aventó a un lado, su cuerpo casi corrió hacia la cama para envolverse en las sábanas, cómo si fuera un simple niño que se escondía de los mounstros falsos que inventaban sus primos mayores, como en las películas.
Sentía su cuerpo casi temblar, no, no, no, no. Para su familia eso era lo peor que podía pasar, ¿Gay siquiera era una palabra que se pudiera mencionar en la mesa de la cena de navidad? Ni de broma. Tenía un familiar, que recordaba escasamente, que despojaron de la familia entera cuando mencionó que tenía pareja y que esa pareja era hombre, ¿Le harían lo mismo? Lo dudaba, su padre era capaz de matarlo directamente, despojarlo es muy poco.
Apenas tenía quince años para morir, no es cómo si tuviera tanta fe en su futuro, pero tampoco quería que se viniera abajo por su... ¿Orientación sexual? No, no era gay. Chao.
Lloró, lloró y lloró. Quizás empezó a llorar por algo, pero terminó llorando por todo.
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