The same girl

Dylan

Nada más verla entrar por la puerta mi sonrisa se ensanchó, junto a la rubia de la que Logan estaba enamorado iba la chica de ayer, la experta en música, sabía que nos volveríamos a ver.
-Hola- dijeron las tres chicas casi a la vez, la chica misteriosa y la rubia de Logan eran bastante parecidas, las dos con el pelo rubio y largo, cara redondeado, aunque la música tenía la piel más bronceada, en cambio la otra amiga era castaña y con la piel mucho más bronceada.
Vi como Logan se acercaba a las chicas y fingía mirar música con ellas, la castaña estaba mirando discos de Katy Perry, la otra rubia miraba algunos de Beyonce y Miley Cyrus, Logan fingía observar los discos de Bon Jovi, aunque de reojo miraba a la rubia, pero no a la más palida, si no a la chica de ayer, que se acercó al mostrador ha hablar conmigo, apoyó los codos como ayer y sintiéndolo mucho me olvidé completamente de Logan.
-Veo que has vuelto- dije con una sonrisa arrogante, ella soltó una carcajada
-Si, pero tampoco te emociones, que he vuelto por la música no por ti
-Sigue diciendo eso, a ver si te convences- nos reímos los dos- Te he reservado un disco- dije sacando uno de debajo del mostrador
-El canto del loco?! No sabía que lo conocieras- me dijo riéndose, que fácil era hacerla feliz- Yo quiero comprar este- me dijo dándome un CD de Parkway Drive, uno de mis grupos favoritos- puedes envolverlo para regalo?- nos intercambiamos los discos, ella estaba leyendo las canciones cuando acabé de envolverlo
-Que es para tu novio?- pregunté
-Más le gustaría a ese chico ser mi novio- eso quiere decir que si que era para un chico, automáticamente pensé en Logan
-Es para él?- y le apunté con la cabeza, nos seguía mirando de reojo, ella simplemente sonrió y negó- Y entonces para quien es?
-Para el imbécil de la tienda de música- dijo extendiendo su brazo y dándome el disco- A que no adivinas que es?- bromeó
-Una cafetera!- grité, automáticamente las dos chicas y Logan nos miraron extrañados, pero Max y yo nos seguimos riendo, desenvolví el CD y fingí sorpresa. Seguimos hablando de música un rato.
-Max, deberíamos irnos ya- dijo la otra rubia, y mis sospechas fueron confirmadas, mi chica misteriosa era el gran amor de Logan
-Tan pronto?- dijo Max sin dejar de mirarme
-Pero si ya son las 8!- dijo la otra chica
-Que?! Ya?!- esta vez si que rompió el contacto visual conmigo y miré a Logan, estaba increíblemente serio.- Pero hoy no me apetece ir a casa Summer- dijo Max arrugando la nariz- al menos no tan pronto
-Sabes que si vienes conmigo mi madre avisará a la tuya- contestó la otra rubia
-Puedes venir conmigo- dije, pero no fui el único, porque Logan lo dijo exactamente al mismo tiempo, Max simplemente se rió y nos miró
-A dónde?
-A cenar a mi casa- dijo Logan
-Bueno, conmigo en verdad te morirías de hambre- dije intentado que se fuera con Logan, al fin y al cabo el la vio primero- Yo voy a ensayar con mi banda
-Tienes una banda?- preguntó ignorando a Logan- Yo quiero escucharlos- Logan me fulminó con la mirada, pero yo sólo quería ser amigo de Max y hablar de música con ella, no pretendía robársela.
-Está bien, pero tendrás que esperar a que se acabe mi turno- ella simplemente sonrió y asintió como una niña pequeña emocionada, algún día la llevaría al parque de atracciones solo para ver su reacción.
Summer y la otra chica se acercaron a despedirse
-Adiós Max, nos vemos mañana!- le dijo la morena
-Adiós Leslie, luego hablamos- y se abrazaron
-Estarás bien?- le preguntó Summer en voz baja, pero yo lo pude oír
-Si, es sólo que cuando más tarde vaya más tranquilo estará todo- respondió Max con una sonrisa triste- en cuanto llegue a casa hablamos, tu no te preocupes- y se abrazaron
-Adiós Max- pude notar que la mejor amiga de Max era Summer, aunque Leslie también fuera parte del grupo, las dos chicas salieron y nos dejaron a los tres solos.
-Yo también me voy- dijo Logan, se notaba que no quería dejar a Max conmigo- ya hablaremos tío- me dijo, luego se giró hacia Max- luego te llamo y hablamos para quedar- dijo, y después le dio un beso en la comisura de los labios, fue la primera vez que sentí verdaderas ganas de partirle la cara a mi mejor amigo. Finalmente se fue y nos dejó solos.