Capítulo 19

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Baji tarareaba alegre por los pasillos de la escuela, el había llegado temprano solo para ir a ver a Takemichi en su salón, así que sin perder tiempo entró al lugar esperando ver al chico de brillante sonrisa y de calidad mirada

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Baji tarareaba alegre por los pasillos de la escuela, el había llegado temprano solo para ir a ver a Takemichi en su salón, así que sin perder tiempo entró al lugar esperando ver al chico de brillante sonrisa y de calidad mirada.

El sonido de la puerta detuvo todo movimiento dentro del salón, los estudiantes que se encontraban a esa hora de la mañana en el lugar solo se quedaron en silencio, mirando hacia Baji quien solo se la pasaba buscando con los ojos aquella distinguible cabellera teñida. Frustrado por no verlo chisto, «Tal vez se le hizo tarde», pensó, pero dudando ante lo tan rutinario que podía llegar a ser el rubio.

— Disculpa, ¿sabes si Takemichi vendrá hoy? —, Naoto se había parado armado de valor para intentar saber sobre Takemichi.

Baji lo miro, — ¿Para que quieres saber eso? -, sonrió burlón.

Tragando saliva se armó de valor para tratar a ese delincuente, — Es que... teníamos que hacer un... ¡Trabajo en equipo!, eso es, y el debía traer material —, lo miro seguro de si mismo.

El pelinegro frunció el ceño, — No, no se, tal vez llega tarde —.

— Ah, ya veo, este... gracias —, se alejó un poco decepcionado, por su parte el otro solo asintió y se fue rápido del salón.

Una vez que la puerta fue cerrada todos pudieron sentir que respiraban de nuevo.

— Creí que se volvería loco o algo así —, una voz femenina en el fondo se escucho, estaba con sus amigas cuando las otras afirmaban sus palabras.

Los demás compañeros estaban aliviados de ver que Baji se alejó sin hacer nada.

Un chico que estaba sudando hablo a su amigo relajado en su escritorio, — ¿Dios, donde esta Takemichi? —.

— Si, el maneja muy bien a esos tipos peligrosos —, le respondió. Las chicas lo silenciaron, — ¿Qué?, es la verdad, desde que el esta aquí escuche que los tres de la Tokyo Manji se han vuelto bastante pacíficos —, se encogió de hombros.

— ¡Cierto!, bendito sea Takemichi Hanagaki —, comentó otro sonriendo despreocupado.

Naoto llegó a su asiento escuchando a todos conversar de la maravilla que era Takemichi, él mismo también se puso a pensar en aquel rubio que hacia que su corazón retumbar.

Una chica asintió insegura, señalando con la cabeza a cierto pelinegro para que todos supieran porque lo había silenciado antes, — Si, lo se, pero... yo... todos te apoyamos Naoto —.

Ante aquella declaración Naoto volteo a verla confundido.
— ¡Ah, cierto! —, el chico se dio cuenta de sus palabras, — Ella tiene razón, estoy seguro que tu serás quien lo conquiste primero —, alzó el pulgar para darle ánimos.

Todo el salón estaba de acuerdo y expresaba su apoyo, mientras que Naoto estaba demasiado confundido y avergonzado. Su amigo le dio unas palmadas, — Se que lo lograrás amigo mío, aunque tal vez mueras en el intento —, hablo tan convencido a la vez que le daba una sonrisa deslumbrante. Naoto lo miro enojado por darle por muerto por segunda vez.

| Trabajo de Cupido | AllTakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora