Capítulo 13

2.2K 283 36
                                    

El día iba de maravilla, recordando las muchas fotos que tiene de todos gracias a Hanako, era tan amable que le hace pensar que talvez Baji exageraba un poco su miedo a ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día iba de maravilla, recordando las muchas fotos que tiene de todos gracias a Hanako, era tan amable que le hace pensar que talvez Baji exageraba un poco su miedo a ella.

El sonido de la entrada anunciaba su llegada, la cajera lo saludo respetuosamente y Takemichi le devolvió el saludo más tímido. Fue directo a las neveras donde tenían los helados, buscando su favorito, una paleta azul de sabor a mora, aunque siendo sinceros no sentía que supiera a eso.

Rápido fue a comprarlo para después abrirlo afuera ya que se sentía que se derretía apenas salió de lugar con aire acondicionado.

Se abanico con su mano pero no hacia mucha diferencia, — ¿Por qué tiene que se tan caluroso hoy? —, le preguntó a la nada, disfrutando de su helado se dirigió a su casa para hacer toda la tarea que le habían marcado más la que no había hecho, los maestros si que eran considerados con su alumno apuñalado ya que esperaron hasta que regresaría para dársela para entregar en poco tiempo para que “no se atrase “.

Takemichi chocó su hombro sin querer con alguien, pero no le dio importancia.

— Oye tu, acabas de chocarme —.

El rubio se giro para disculparse pero el chico lo jalo de la camisa bruscamente.

—No creas que eso será suficiente como disculpa —, el sujeto de ojos ámbar lo miro de arriba a bajo,— Dame tu dinero, voy a las maquinitas —, explicó dando a entender lo que quería.

Takemichi sudo, — Yo-o no tengo dinero, lo gaste en mi helado —, alzó las manos temblorosas.

El chico lo miro amenazante, —¡¿Ha?!, tu- espera, ¿no eres Takemitchy de casualidad? —, soltó un poco su agarre mirando mejor al chico.

«Otro que me conoce», bajo las manos aún cauteloso, — Si lo soy —, sus piernas temblaban, no queriendo ser golpeado.

—¡Con si lo eres!, que alegría conocerte —, sonrió como si no hace poco no lo hubiera saltado pidiendo su dinero, — Hombre he escuchado tanto de ti —.

—Ja ja, ¿enserio? —, el rubio lo miro escéptico.

—Si, soy amigo de Baji, y miembro de la Tokyo Manji, Kazutora —, sonrió grande, mostrando sus ojos amarillentos y dejando que el aire moviera sus mechones de color amarillo y negro.

Takemichi suspiro, por lo menos se había salvado de darle su cartera y celular.

—Hey, Takemitchy vamos a jugar, ya que desde ahora somos amigos —, sonrió tomándolo del brazo y llevarlo en contra de su voluntad a jugar.

«¡Nooo, mi tarea!».

Si su madre se preocupara por el tal vez lo regañaría por dejarse secuestrar tan fácilmente como lo estaba siendo en ese momento.

No es que haya sido tan malo, pese a lo aterrador que era Kazutora, el le dio muchas anécdotas que podría usar a su favor para molestar a Baji, él nunca lo vería llegar.

| Trabajo de Cupido | AllTakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora