- ̗̀ะ🍁⋮ 𝗧𝗛𝗘 𝗝𝗢𝗞𝗘𝗥 𝗔𝗡𝗗 𝗧𝗛𝗘 𝗤𝗨𝗘𝗘𝗡. . . And I know you could fall for a thousand kings and hearts that would give you a diamond ring. When I fold, you see the best in me... The joker and the queen.
⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ❛ 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘...
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Agápe: la forma más pura del amor. Generoso, incondicional y reflexivo que perdura sin importar las circunstancias.
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1989.
Lisa.
La muchacha se miró al espejo por última vez al espejo, acomodando los pliegues arrugados de su vestido. Está era una de esas veces donde se veía con desgracia al espejo, con pena por sí misma.
Eran una mezcla de emociones, tenía diecisiete años y la cara de bebé aún resaltaba en sus facciones, pero el miedo en su expresión era claro. Diecisiete y estaba obligada a casarse.
Bajó la mirada ocultándose detrás de esa sonrisa que tanto le había sido halagada durante toda su vida. Pero era la poesía quien brindaba esa alegría, la música quien movia sus días y la pintura que la hacía reflexionar sobre sus pensamientos.
Estaba enamorada del arte, pero ese amor era etéreo e indefinido. Por ello sus padres le habían prohibido volver a saber de aquello, la ironía era que su padre estaba enamorado de la poesía pero no dejaba que nadie más lo estuviera, pues en aquella larga agonía este sufría los infortunios de seguir tus sueños.
Por ello, se encargó de que su hija tuviera su futuro asegurado para no terminar como él; triste y desolado.
Lo que había aprendido era que, entre el amor y la ambición, no había un medio. No había una escala dónde pudieras quedarte, pues en el amor sales perdiendo y en la ambición pierdes pero por lo menos tienes tus millones de soporte de cama. Ese era el miedo de la chica, saber que así funcionaba el mundo.
Necesitaba una ilusión, algo en qué creer más allá de ese amor etéreo y prohibido. Alguien que le demostrara que el mundo no funcionaba así.
—Lisa, ¿Por qué tardas demasiado? Ya debe de estar por venir el señor Kim —la muchacha de cabellos rubios se miró nuevamente al espejo y se pintó los labios de rojos para salir de esa monotonía que arropaba a su cuerpo diariamente.
—Ya voy, madre —respondió con suavidad.
Sin embargo, su madre desesperada porque el dinero llegaría pronto a su casa y haría la transacción por su hija, subió a su habitación a ver en qué se había metido.
