- ̗̀ะ🍁⋮ 𝗧𝗛𝗘 𝗝𝗢𝗞𝗘𝗥 𝗔𝗡𝗗 𝗧𝗛𝗘 𝗤𝗨𝗘𝗘𝗡. . . And I know you could fall for a thousand kings and hearts that would give you a diamond ring. When I fold, you see the best in me... The joker and the queen.
⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀ ❛ 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❛ Veo las luces, veo la fiesta, los vestidos de baile. Te veo hacer tu camino entre la multitud y decir: Hola ❜
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
1956
—¡Bam! —gritó el jóven de cabellos azulados con una sonrisa petulante postrada en su rostro. Habían varias palabras para describir al líder de la banda contraria, pero tal vez la mejores serían: arrogante y prepotente—. Bam, Bam, Bam.
El extranjero suspiró. Estaba regresando de un día arduo de trabajo y prepararse para el baile que se iba a dar en la noche. Quería regresar de manera tranquila pero sabía que los miembros de la otra banda no lo dejarían de molestar aún si sus intenciones fueran buenas.
El chico de cabellos negros pretendió no escuchar aquellas palabras del coreano y siguió su camino como era de costumbre.
—¿Ahora eres sordo, pequeño bastardo? —escupió con furia. El pelinegro puso los ojos en blanco, sin embargo, continúo con su camino—... Y luego se preguntan porque llegan a casa con golpes.
—Dejame en paz, ngò —respondió.
—A mí y a los demás nos hablas en coreano, estúpido.
—Estúpido... ¡Joder! Lo dice el que no puede estar solo ni un segundo porque necesita que sus compañeros lo soporten —contraatacó con una sonrisa, se volteó para verlo con una ceja alzada y su posición, tratando de parecer imponente aún si daba lastima y tal vez algo de vergüenza ajena fingiendo poder dónde no lo tenía—. Ahora déjame en paz, Kim.
—Yo quería tener una conversación amigable pero te pones en esa actitud y no me queda otra más que obligarte a que me escuches —chasqueó sus dedos, y con la misma rapidez dos chicos le agarraron por sus brazos ejerciendo la suficiente fuerza para retenerlo en su lugar. Forcejeó pero a los pocos segundos comprendió lo jodido que se encontraba.
—Dile a los de tu banda —recalcó la última palabra burlescamente, el extranjero lo miró de arriba abajo con desdén y negó con la cabeza—. ¿A quién estás rechazando? Nada más quiero ofrecerte la paz.