Back For You (Quicksilver y tu)

Capitulo 7

—¡Charles! —gritó Apocalipsis— ¡Ven a rescatar a tus débiles! ¡Da tu vida por ellos!

Él profesor se levantó y luego se quedó quieto.

—Tenía razón, hay una parte de mi conectada a él todavía —susurró

—¡Charles! —volvió a gritar

—Entraré en su cabeza —dijo el profesor.

—¡¿Acaso no harás nada?!

Se volvió a acostar y cerró los ojos.

—Gracias por dejarme entrar.

Unos segundos después, la pared que nos protegía comenzó a deshacerse convirtiéndose en arena. Nos dejó al descubierto frente a Apocalipsis y nos encontramos con la sorpresa de que estaba a unos pocos metros de nuestra ubicación.

Apocalipsis comenzó a dar algunos pasos mientras el profesor se quejaba de dolor, cuando de pronto, dos vigas enormes cayeron frente a él, formando una "X".

Magneto apareció en el aire.

—¿Vas a traicionarme? —le preguntó Apocalipsis

—No, los traicioné a ellos

Eric comenzó a lanzarle todas las cosas metálicas puntiagudas que había alrededor, pero Apocalipsis se cubrió con una especie de burbuja de fuego.

—Saltemos —nos dijo Hank y echó a correr.

—¿Qué?

Scott y yo nos agarramos de él para no matarnos en el salto.

—Tu cubrenos —le dijo a Scott— ¡Vamos!

Fuimos hasta donde estaba Raven y la cargó, luego con Peter y rompió la roca que aprisionaba su pie.

Lo cargué hasta que logramos hacernos a un lado.

—Quédate aquí

—Espera —dijo Peter aferrándose a mi mano.

Me acerqué hasta quedar a pocos centímetros de su cara.

—Volveré —le prometí

—Quedate

Acorté la distancia que nos separaba y lo besé. Si había sangre y suciedad en nuestras caras, pero en mi vida había besado unos labios tan dulces como los suyos.

—Lo siento, Peter —susurré y puse mis manos a ambos lados de su cara y me concentré en él quedándose inconsciente.

Un segundo después Peter se había quedado dormido.

Levanté los objetos que encontré alrededor fueran dañinos o no y se los arrojé a Apocalipsis.

Hank se lanzó contra él, y Apocalipsis lo estrelló en el suelo dejándolo inconsciente.

Luego pegó a Scott a una pared, y a mí de la misma forma.

—¡Dinah! —me gritó Peter— ¿Estás bien?

Mi desconcierto hizo que Peter despertara del sueño.

—No puedo respirar —respondí

La arena me inundaba el pecho y amenazaba con seguir enterrandome

—¡Dinah! —gritó Alex aunque no sabía de dónde provenía su voz.

Cerré los ojos e intenté no pensar en nada. Sumergirme en la inconsciencia sería bueno, pero no ocurrió.

Sólo escuché un susurró.

No voy a perderla

Se escuchó muy suave para haber sido algo en la vida real.

Luego un susurro más agresivo.

¡Tengo que salvarla!

Quizá ya estaba inconsciente y era eso.

¿Qué puedo hacer? Preguntó el primer susurró.

Abrí los ojos pero seguía escuchando ambos. Escuchaba su sufrimiento, o tal vez era el mio.

¿Cómo es posible?. Dijo alguien.

Sin embargo, no había que yo pudiera escuchar algo. ¿De dónde venían esas voces entonces?

También es telepata. Esa voz si la reconocí.

Era el profesor.

Patético. Pensó Apocalipsis

—¿Qué está pasando? —susurré

Dinah, cierra los ojos y concéntrate en mi voz. Necesito tu ayuda. Oí al profesor.

Mi respiración comenzó a descontrolarse.

Tienes miedo

—Si...

Cerré los ojos nuevamente y respiré profundo. Una vez, y otra, y otra.

Al abrir los ojos estaba en una extraña habitación azul. Avancé hasta la puerta con una "X".

Encontré al profesor en el suelo siendo aplastado por un enorme Apocalipsis.

De pronto algo golpeó la roca en la que estaba atrapada y abrí los ojos de golpe.

—¡Hank!

Él me liberó y de nuevo comencé a lanzarle cosas a Apocalipsis.

De pronto ví que Jean comenzó a caminar...en el aire.