El Milenio vacío

Quirkless

El sonido estático de la pantalla predominaba en la sala, los atentos alumnos se mostraban desesperados al haber perdido la señal súbitamente después de ver a sus compañeros en problemas con la fauna salvaje.

—¡ESA BRUJA LOS QUERIA DEJAR INCOMUNICADOS!

—¿Estarán bien? —Preguntó Yaomomo preocupada.

—Debieron dejarme acabar con ella... —Quejó molesto entre dientes el cenizo.

—Tranquilo Bakugo, son fuertes además están con Present Mic y Aizawa sensei. —Trató de calmar Kirishima a su revoltoso amigo.

—Creo que alguien está preocupado. —Bromeó Kaminari.

—¿PREOCUPADO POR ESOS EXTRAS? ¡CLARO QUE NO IDIOTA!

—Cuando regresen con el video podremos saber que sucedió, solo debemos ser pacientes, kero.

—¿Cómo sabremos que realmente vemos el video y que no es parte de otra ilusión? —Preguntó confundido el chico eléctrico.

—Si ella crea todo el escenario a su voluntad, solo necesitamos establecer una hora para verlo, si pasa del horario y terminamos hacemos otra cosa significa que estamos bajo su control... —Planeó sereno el chico de cabellera bicolor

—¿Deberíamos decirle a los demás? —Preguntó Mineta.

—Desconocemos cómo funciona su Quirk... Si es capaz de ver los pensamientos de los que están bajo su control sabrá lo que planeamos. —Infirió Todoroki

—Entonces acordemos una hora. —Comentó Ojiro, posando su mano en la barbilla.

—¿Qué les parece después de cenar? Como a las 8. —Sugirió Sato

—Les pediremos un resumen de lo sucedido para compararlo después con lo que veremos. —Planteó la delicada chica.

—Genial, por si hay incongruencias en su historia.

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Los balbuceos del peliverde no paraban de resonar en todos los cansados pasajeros del autobús que recién aparcaba dentro de las instalaciones de la escuela.

—Midoriya, por favor puedes parar... Ya llegamos. —Expresó harto Sero.

—Ah, lo siento... no...no me di cuenta. —Se disculpó avergonzado

—¿Que la pasaste balbuceando medio camino o que ya llegamos? —Preguntó Tokoyami ocasionando que el joven cubriera su cabeza enrojecida.

Esperándoles frente del vehículo se encontraba el alegre director posando sus patas tras su espalda, observando calmadamente como los alumnos bajaban con torres de libros en sus manos.

—Veo que les fue bien en su visita. —Dijo observando los títulos de algunas portadas.

—Pueden llevarlos a la segunda planta de la torre de los maestros, la habitación tiene la puerta abierta.

—Si director. —Acataron la orden los alumnos.

—Señorita Yue, tuve una reunión con unos compañeros. Me pidieron que nos acompañara a cenar. —Expresó jovialmente.

—Es usted muy amable, pero lamento tendré que declinar su invitación. —Respondió cortésmente.

—Comprendo, pero en realidad necesito que nos acompañe. —Nezu cambió su tono un poco desafiante dejándola extrañada por la insistencia.

—Será bajo mis términos. —Dictaminó en una pose firme respondiendo a su desafío.

—De acuerdo. La espero en mi oficina a las 6:45 —Respondió alegre llevando su pata al aire, para después dirigirse con los alumnos buscando el cuaderno portador del título que le llamó la atención.