Egoísta.

2._Paleta

Cuando Bills volvió a la habitación, Mary estaba dormida sobre la cama. Tenía puesto un pijama de color verde que contrastaba con las blancas mantas. Él se desvistió son hacer ruido. Eran pasado las dos de la mañana y no era buena idea despertar a Mary a esa hora, pues seguramente se había dormido hacía muy poco. Al revisar su bolso, Bills descubrió no llevó su camisón lo que lo fastidio. Verse obligado a dormir en ropa interior no le hacia mucha gracia. Terminó recostado junto a la mujer que apenas lo percibió a su lado abrió los ojos viéndole con curiosidad.

-¿Qué pasó?- le preguntó medio durmiendo.

-Nada. Vuelve a dormir- respondió Bills doblando un brazo tras su cabeza y estirando el otro a un costado, sobre la cabeza de la mujer que terminó usándolo como almohada.

-Estas helado y hueles a cerveza- murmuró la muchacha que se durmió enseguida.

La tranquila y constante respiración de la mujer llegaba a los oídos de Bills para quien conciliar el sueño fue un poco más complicado. Se quedó viendo a Mary un rato. Ella parecía muy cómoda abrazada a su torso. Al cabo de unos minutos monto una pierna sobre las de él y murmuró algo que le saco una cómica sonrisa. Mary a veces hablaba dormida. Apretándola un poco contra él cerró los ojos y se dispuso a dormir un par de horas más tarde.

Eran casi las ocho cuando el teléfono de la habitación sonó. Como el aparato estaba en la mesa de noche de su lado fue Bills quien respondió y no lo hizo en los términos más amables. Un tanto molesto se sentó en la cama, después de colgar, diciendo que Champa los invitó a desayunar con él en el restaurante del hotel. Una hora después ambos bajaron a reunirse con su anfitrión. Bills bostezaba cada cinco pasos y caminaba casi como un borracho. No había dormido más que cuatro horas y por supuesto no estaba nada bien con eso. Cuando entraban al restaurante por poco se estrelló con una muchacha unos años menor que Mary que llevaba unos carpetas o algo así en las manos. La chica se disculpó con él y paso por su lado. Tenía una melena castaña claro y unos ojos celestes muy bonitos. Bills la siguió con la mirada hasta que notó que Mary lo miraba a él. Ella no dijo o hizo nada al respecto. Mary no era el tipo de mujer que montaba dramas porque su pareja mirase a otra chica. Bills lo sabia bien, pero le era un tanto incómodo que ella advirtiera esa conducta y guardará ese sereno silencio.

Cuando llegaron con Champa descubrieron una mesa con un desayuno bastante abundante. Bills se entusiasmo con la comida bastante rápido, pero Mary observó a las personas que estaban en el lugar. Desde el día anterior que tenía una idea metida en la cabeza respecto de los pasajeros del hotel. Saludo a su anfitrión que le respondió de un modo un tanto despectivo y se sentó a la mesa junto a Bills que cruzo unas escuetas palabras con su hermano antes de empezar a comer. La mujer fue más reservada. Se tomó su tiempo para degustar el desayuno.

-¿Y qué les pareció la habitación que les dí? Es una de las mejores suit del hotel ¿probaron el jacuzzi?- les preguntó Champa.

-A mi me gustó el hidromasaje- le contestó Mary recordando su baño antes de irse a dormir.

-¿Funciono bien?

Bills que disfrutaba de unas pequeñas tartas dirigió una aguda mirada a su hermano al oír aquella pregunta y con un tono algo irritado le cuestionó:

-¿Acaso nos trajiste para hacer de sujetos de prueba?

-Definitivamente es así- exclamó Mary- No es raro que los hoteles abran sus puertas a un grupo de invitados para probar sus instalaciones previamente a su inauguración. Así no solo se aseguran de que todo esté bien sino que también consiguen buena publicidad.

-Y yo que pensaba que no eras nada lista por estar con el tonto de mi hermano- le dijo Champa tomando una copa con yogurt y frutas como si fuera una de vino.