9._Augurio

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-¡Es un mal augurio!- escuchó decir Mary y lo segundo que experimento fue el dolor de la caída. Bills se levantó tan rápido y tan asustado que no recordó no estaba durmiendo solo en ese sofá.

-¿Una premonición?- le preguntó la mujer frotando el costado de su cabeza, mientras se ponía de pie, pero Bills no respondió y paso junto a ella hacía la mesa de noche.

Mary se le quedó viendo mientras entrelazaba sus manos para después estirar sus brazos hacia el cielo haciendo sonar su espalda y hombros. Le encantaba hacer eso en la mañana y casi a cualquier hora. Bills no contestó tampoco en esa oportunidad. Revisaba su bolso, que había metido detrás del mueble, como buscando algo. Lo sacudió con fuerza, también lo volteo al revés, pero lo que fuera que necesitaba no estaba ahí. De inmediato miró a Mary que le veía con curiosidad. Pero  descartó la posibilidad de que ella hubiera tomado lo que él guardaba ahí por lo que intentó lucir más calmado.

-Oye Mary- la llamó buscando su cartera en el bolsillo de su pantalón- ¿Quieres cenar conmigo está noche?- le preguntó con un tono meloso.

-Pero si cenamos juntos todos las noches- le respondió la mujer con un aire inocente.

-¡Pero yo me refiero a una cena especial! ¡¿Qué acaso no recuerdas que día es hoy?!- le medio gritó.

Mary se le quedó viendo como si en la cara de Bills estuviera la respuesta.

-¡Hoy es tu cumpleaños!- exclamó él con impaciencia.

-¡Ah! Cierto ¿Me vas a comprar un pastel? Si es así me gustaría fuera de crema de mantequilla con crema de queso y fresas. Me encanta ese pastel- le dijo la muchacha justo antes de que él le arrojará su tarjeta de crédito a las manos.

-Comprate un bonito vestido- le dijo Bills con un tono indiferente.

-¿De que color?- le preguntó Mary con calma.

Bills se le quedó viendo. Ella seguramente iría por uno negro, pero como le pidió que fuera él quien escogiera.

-Verde- le contestó serena y rápidamente, como si esa respuesta la hubiera sabido siempre.

-Verde entonces- murmuró Mary que medio sonriendo fue al baño para después bajar por el vestido. Cuando salió Bills no estaba en la habitación.

Champa estaba regañando a un par de empleados en su oficina cuando Bills entró empujando la puerta con bastante violencia. Del mismo modo se acercó a su hermano que se le quedó viendo un poco confundido. Los dos chicos que estaban con él casi salen volando cuando Bills los apartó para descargar sus manos sobre el escritorio.

-¿Dónde está?- le preguntó con una expresión molesta, pero menos terrible de la que hubiera tenido el día anterior.

Los chicos no esperaron ninguna señal para poder retirarse. Lo hicieron apenas tuvieron la oportunidad. Habían visto la clase de peleas que sostenían esos dos y no querían estar ahí si eso sucedía.

-¿Dónde está qué?- le respondió Champa con una expresión de intriga.

-El anillo que tomaste de mi habitación ¿Dónde está?

-¿Anillo? ¿Cuál anillo?- exclamó Champa haciéndose el tonto de un modo descarado, pues era evidente que sabía exactamente de que le estaba hablando su hermano- Si lo tenías en tu habitación deberías preguntar a esa...

-¡Mary no lo hubiera escondido, tú sí!

-¡¿Y yo por qué escondería una sortija de compromiso?!- gritó Champa. Tardo dos segundos en notar se puso en evidencia de una forma bastante estúpida.

Egoísta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora