Desde que cumplí cinco años , y me mude, y la entrometida de mi madre me obligo a hacer amigos y llevar una tarta de manzana a la casa de a lado, desde ese día el siempre estuvo ahí. Es difícil de explicar por que nos mudamos, o que hacia en un distrito tan tranquilo. No quería estar ahí, no debía estar ahí.
Y aun así ahí estaba, en ese lugar nuevo, externo a mi, en el que no deseaba estar, enfrente de la puerta de los vecinos, entonces alguien abrió, el fue lo primero que vi.
Shoto, el menor de los hijos Todoroki, con una venda en el ojo debido a un accidente en su casa, con una sonrisa tímida, y un papá gigante. Realmente gigante.
Cuando éramos niños, Enji se veía como un gigante, un hombre de dos metros, ancho y musculoso. El pequeño niño de cinco años que era fue intimidado de primera, quería correr a casa, con todo y la tarta, y no volver jamás, pero mi madre daba aún más miedo enojada que ese gran señor que probablemente no me había visto aun. Así que solo trague saliva y hable lo más fuerte que pude, temblando.
Enji me vio, y mantuvo esa cara seria antes de reír bajito, despeinando mi cabello largo, y dejando que Shoto me viera bien, acariciando su cabeza con cariño. Enji siempre amó a sus hijos demasiado, siempre con un corazón suficientemente grande para sus 4 hijos.
El más chico de ellos, Shoto, era bonito, y tenía mi edad, no parecía el tipo de niño que tenía demasiados amigos. Así que solo me dejo pasar mientras más niños, los otros 3, aparecían a ver quien era la persona que estaba en su entrada. Bueno, no eran niños, no precisamente.
Uno de ellos era alto, de cabello negro y los ojos más azules que había visto en mi vida, ese era Touya. El otro tenia el pelo blanco ¿por qué blanco? Hasta la fecha no lo entiendo, pero su cabello era blanco, y estaba lleno de pequeños raspones, Natsuo, el segundo más chico. Y luego estaba Fuyumi, la única chica, pelirroja, con ojos cafés y una hermosa sonrisa. No miento cuando digo que ella fue mi primer flechazo, no duró mucho, y jamás hubiera pasado, ella es cinco años más grande que yo.
Pero seguía. Shoto tomo mi mano, y me guío a su cuarto de juegos, me enseñó todos sus juguetes, y las cosas a las que le gustaba jugar. Cuando éramos niños no hablaba mucho fuera de su casa o de la mía. Por que a parte de mi y sus hermanos, él no confiaba lo suficiente en nadie.
Eramos dos niños que no tenían amigos, que no sabían nada del otro, que solo querían alguien en quien apoyarse y con quien jugar. Era algo que no sabíamos definir en un inicio, pero que ambos sentíamos.
Me quedé todo el dia en su casa ese día, tanto que mi mamá tuvo que ir, gritando, junto con mi papá, con un bate en la mano, para asegurarse de que no me hubieran secuestrado. Si, lo pensaron al ver a Enji, pero luego oyeron mis risas junto con otras 4 voces en la sala y esa preocupación disminuyó, mi papá aún tenía el bate, pero no iba a golpear a nadie con el.
Enji los dejo pasar, y hablaron, y él hizo té, el mejor de té de todos por cierto; mis padres, dos personas muy ajenas a que su hijo tuviera amigos con los cuales jugar, estaban claramente extrañados, aún así, no se molestaron, solo me llevaron a casa con ellos en sus brazos, recuerdo ese día, tuvieron que esperar a que me durmiera para llevarme, no quería irme, ni Shoto queria que me fuera.
Mi vida después de ese día fue básicamente los Todoroki. Shoto y yo, yendo tomados de la mano a todas partes, Touya bromeando con nosotros, Fuyumi vistiéndonos y peinandonos para vernos "decentes", Natsuo siempre metiéndonos en problemas, hasta que nosotros pudimos buscárnoslos solos, y vaya que éramos unos profesionales en buscar problemas.
Mi mamá era temperamental, era obvio que iba a heredar su carácter, pero también heredé el físico de mi papá. Un hombre alto y larguirucho, delgado. Tenia como 8 años cuando empezó a notarse que era más alto que los demás niños de mi grado. Y eso fue motivo de burla durante un buen tiempo.
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Only you
Fanfiction¿Cómo es que continuas sin la persona que apareció en cada fotografía? Cuando creces a lado de una persona durante mas de 16 años es difícil seguir sin que el este ahí. Dos personas con un corazón roto y una vida que seguir, una vida que continuar...