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Hanta

—¿Sabes lo que es una broma  interna?

A veces no sabía cuándo callarme. Era imprudente. Indiscreto. Eso me lo decía seguido Shoto. Cada que salíamos con sus importantes amigos.

Pero hay algo que siempre me caracterizó sobre sus ricos amigos. Que yo lo defendía. Que cada que una persona trataba de hacerle daño, lo defendía.

Toda mi vida fui un "busca problemas" un chico malo que leía poesía por diversión. No me daba miedo golpear gente. Salir lastimado. No me aterraba la idea de que me molieran a golpes. Y más si se trataba de mi mejor amigo. De mi Shoto. De mi persona.

Y ella era bonita. No más que yo. Y se que sueno narcisista. Superficial. Y quizá lo era. Quizá era un hombre banal, superficial. Absurdo.

Un poeta qué escribe de amor profundo siendo otro interesado más.

Pero no importa. Por que los celos me estaban carcomiendo. Verlo con una mujer bonita a su lado. Con sus perfectas curvas y su cabello largo hasta la cintura.

La vi de arriba a abajo. Seguro en su cabeza estaba pensando en un plan para deshacerse de mi. Yo haría eso si estuviera en su lugar. Y yo enserio quería estar en su lugar.

—Si, se que es una broma interna.

Y ahí estaba esa sonrisa que espera. Arrogante. Expectante. Pero Katsuki me jalo del hombro y me dio una de esas miradas. Que me pedían callarme.

—Mi mamá hace muchas de esas.

Le di una pequeña sonrisita y luego vi a Shoto.

—Quizá algún día la conozcas. Claro, si es que Enji le habló de ti. Nuestras padres son muy cercanos. ¿No, Sho?

El me miró nervioso pero asintió. No entendia precisamente por que estaba tan celoso. Y a no estábamos juntos, no lo estaríamos, pero saber que Shoto se pondría de mi lado solo inflaba mi ego a sobremanera, me hacía sentir que tenía el control de la situación.

Eso estaba tan mal, mi terapeuta lo dijo, la posesión era algo malo, simplemente no podía evitarlo, aun no, y menos cerca de el. 

—Si. Son bastante cercanos.

Ella parecía incómoda. Pero respiro hondo y me sonrió también. Parecía que alguien también necesitaba autocontrol. Sus manos estaban en puños, su sonrisa era falsa, Shoto estaba lejos, así que podía confirmar que la señorita tenía una actitud. 

—Lo siento. No debí hablar sin saber.

Ella se veía amable. Yo era amable, yo no era así, epeo estaba dolido. Me sentía traicionado. Y nada podía más en mi cuerpo que eso.

El resentimiento.

—Lo se. Disfrute la fiesta señorita.

Katsuki tomo mi brazo y me llevó lejos de ahí. Sabíamos que si seguia terminaria mal. 

Impulsivo. Explosivo. Irracional.

Shoto me dejo por eso. Y había aprendido a controlarme. A moderarme. ¿Había sido cruel? No lo creo ¿Lo sentía? No realmente. Sabía que no le había dicho verbalmente todo lo que pensaba. Pero quería hacerlo.

Only youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora