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Kat

Cada que respiraba sabía que Hanta estaria ahi. Aun si una parte de mi tenía que se fuera de mi lado, que me dejara por alguien más. Por Shoto.

No quería decirle que era celoso. Que odiabq como algunos hombres lo veían, o como trataban de coquetear con el.

Claramente no iba a decirle que estaba frustrado porque aun tenía el número de Shoto en su celular. Aun Shoto tenía el descaro de llamarle. Aun convivia con su familia.

Y yo quería presentarle a mi familia. Quería decirles que era mi novio, aunque ya sabía que conocían a Hanta y que lo habían hecho desde que teníamos 12 años. Pero el no era mi novio. Y ahora lo era, pero no podía presentarlos porque no le hablo a mi mamá.

Entonces, una parte de Hanta siempre será de Shoto. Todas esas primeras veces que no tuvo conmigo, las tuvo con el. Fue el dueño de sus pensamientos por más de 20 años. Y es el hombre que puede destruirle la vida con solo respirar.

No quería decirle a Hanta qué era celoso. Y menos aun de Shoto, porque si lo expresaba, llegaríamos a la conversación donde me contaba todas las cosas malas que le hizo (aun si ya las sabia) y yo querria golpearlo. Por hacerle daño a mi sol.

No pretendía decir nada. O hacer nada. No era mi lugar. No me correspondía intervenir, y no debería importarme. Por el simple y sencillo hecho de que no era mi vida.

Yo formaba parte de la vida de Hanta. Más no era su vida.

Y yo seguí pensando así, quería seguir haciéndolo, pero Shoto apareció en mi puerta. Parecía sorprendido de que yo abriera y no Hanta. Como un amante que se espanta al ser descubierto por la esposa. Solo que Shoto tenía esposa. Y Hanta me tenía a mi.

El entró a la casa. Tratando de buscar a Hanta. Y aunque no sabía que carajos estaba haciendo, tampoco lo detuve. Deje que buscará, que inspeccionara todo. Al final. Esta casa es mía. Y Hanta lo es también.

—¿Cómo supiste donde vivíamos?

El no dijo nada y entro a nuestro cuarto. Se sentó en la cama y luego se levantó a buscar una bolsa, ahí fue cuando lo detuve y jale hasta la sala. No podía creer lo que estaba pasando. Shoto quería llevarse Hanta con él.

—No te lo vas a llevar.

Yo estaba celoso. Pero más allá de ello, me parecía tan descarado que se comportar así. Que actuará de esa manera cuando el era el que estaba casado. No sabía si estaba haciendo esto por que quería a Hanta o porque su vida lo estaba empezando a abrumar.

Quería empatizar con el. Pero no podía. No podía porque ya había hecho tantas cosas tan estúpidas de manera racional que ya no creía en el.

—El no te toma enserio Bakugo. El no puede estar tomando toda esta mierda enserio, solo esta jugando con mi cabeza. Lo se.

Lo decía angustiado. Como si todo fuera una mala pesadilla Una ilusión hecha por su cabeza para evitar el dolor. O tal vez era capricho.

—No lo sabes. El ya te supero. Es feliz. ¿Por qué quieres venir a arruinarle la vida? ¿Por qué tienes ésta necesidad casi empírica de joderle la vida?

Mi pregunta era genuina. No podía comprender cual era su afán por querer salirse con la suya.

—No le voy a arruinar la vida.

Lo vi serio. Vi su anillo de casado y suspire enojado. Cansado de todo lo que estaba pasando. De todo lo que Shoto había hecho, de su inmadurez para aceptar que estaba mal. Que todo lo que esuaba haciendo estaba totalmente mal.

Only youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora