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~Riley A.K~

Pasaron horas, días, e incluso una o dos semanas desde que ví a Aleck por última vez.

Mi mente analizaba cada escenario, y solo concluia que era una terrible idea continuar con  todo esto, fingir que esta ciudad me encantaba, o hacerles creer a todos los vecinos que mi pequeña familia estaba cien por ciento cuerda.

Me habia sentido sola y un poco mas apagada de lo normal, asi que cuando pase el limite de faltas dentro de la escuela decidí volver.

No niego que fue extraño recorrer el mismo camino por donde habia huido dias antes, me sentia como toda una cobarde.

¿Y si volvia a casa? que mas daba si faltaba uno o dos dias mas.

Gire mi cuerpo hacia la salida y justo antes de seguir caminando escuche aquella peculiar voz que enviaba un monton de corrientes por todo mi cuerpo.

-¿Riley?

* Si corro muy rapido no me alacanzara, y no sabra que estube aqui* y aun siendo muy inteligente en ocaciones mis ideas eran las mas tontas.

-luego los veo chicos- escuche a mis espaldas como Aleeck se despidio de todos sus amigos y despues unos ligeros pasos se acercaron a mi.

-Pense que jamas regresarias- su voz era suave como si intentara no asustar a un pequeño niño.

-No me ignores! extrañaba verte.

-¿Y tu novia? es mejor que te alejes, no quiero causar problemas- y sin esperar alguna respuesta gire mi cuerpo y emprendi mi busqueda al lugar en donde resiviria mi clase.

-Ril...- detuve mi andar y me gire interumpiendo cualquier palabra que pudiera salir de el.

-Fue un gusto Aleeck-Retire una pequeña lagrima que empezaba a caer por mi rostro y di media vuelta. Seria mejor evitarlo y evitar cualquier tipo de disputa con su pareja.

Fue tan facil llegar a mi salon de clases, que mis ojos no evitaron mirar a la persona que me seguia de tras.

*genial, no recordaba que Aleeck estaba en el mismo salon que yo*

Entre primero, saludando devidamente a la maestra para despues buscar un lugar vacio.

-Buenos dias jovenes- la maestra de Algebra era una anciana, bella, pero caracteristicamente frustrada, como si odiara dar la clases o tener que aguantar a culaquiera de todos los precentes.

-Bienvenidos a todos los chicos nuevos, esto es  Algebra l.

>>soy la maestra regina, estare con ustedes todo este semestre, ustedes solo escucharan y acataran mis ordenes. No acepto que hablen sin mi permiso ni vallan en contra de cualquier pedimento de mi parte.

trate de no girar los ojos ante sus comentarios tan absurdos, ella si que era una maestra que odiaba a todo su alumnado.

-la actividad pasada se trato sobre la descripcion del movimiento en un sistema no inercial, hoy la clase sera bastante sencilla, seguiran investigando y expondran sobre el tema la siguiente semana.

+eligan pareja y lleguen a algun acuerdo entre ustedes.

genial, primer dia y ya tenia que socializar, busque, sonrei e incluso intente ser muy amable para que alguno de mis compañeros se acercara y decidiera ser equipo conmigo.

-¿Aun estas sola?- me sobre salte al escuchar a una persona de tras de mi y me gire viendolo con desagrado.

-¡claro que no! solo lo are sola.

-no escuchaste a la maestra ¿verdad? debes de hacer pareja con alguien.

-si, pero ese alguien no seras tu.- sali del aula lo mas rapido que pude evitando chocar con todas las personas que habia por los pasillos.

Destinados a un mismo futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora