La Carta

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"2 de enero de 1856

Respetable Señor Min:

Me dirijo a usted de la manera más cordial y atenta posible, esperando se encuentre muy bien de salud y que el trabajo en Oklahoma en su tienda de artículos de madera este funcionando en su máximo esplendor y las regalías de este sean en abundancia.

Por lo general suelo ser un hombre con gran elocuencia que toma decisiones correctas a beneficio del pueblo. Sin embargo, me resultó bastante complicado encontrar la síntesis correcta para poder escribirle lo siguiente, pues es algo de lo cual nunca pensé escribir el día de hoy. 

No fue hasta que tome mi primera copa de Whiskey que decidí redactar lo primero que me llegase a la cabeza.

Daesigu es un pueblo con alrededor de tres mil habitantes, habitantes humildes y muy trabajadores los cuales desempeñan en el lugar, trabajos dignos que van desde el cultivo de algodón y granos, asi como la fabricacion de textiles. 

Durante el día se dedican a trabajar hasta que el sol se oculta y la noche les hace una invitacion a descansar. Se preguntará porqué le cuento estas cosas.

El 15 de noviembre de 1855, el capataz de la familia Benington reportó la ausencia de uno de sus trabajadores, el señor Phill quien nunca había faltado, aun presentando fiebre, su esposa lo buscaba por todos lados hasta que en los mismos cultivos de algodón aparecio sin vida, esa misma mañana. Dos días después, sucedió algo similar en la casa de los señores Wright, pero esta vez con dos de sus empleados, quienes fueron encontrados cerca del río. Al quinto día de que esto último sucedió, el señor Phillies, encargado de una de las mayores tierras del lugar fue encontrado sin vida por uno de sus trabajadores al amanecer en la entrada de su casa. Diez dias despues del primer cuerpo, el pueblo ya contaba con 8 defunciones. Ocho defunciones seguidas en menos de dos semanas para un pueblo tan pequeño, es alarmante, señor Min, y mas cuando todas presentan el mismo signo en su piel: una mordida. Una mordida que no presenta sangre a su alrededor ni ha dejado una mancha en el piso. Nada. solo un cuerpo palido y rigido, con una cara de absoluto miedo y terror en sus ojos.

Los casos no dejaron de disminuir, al contrario, hubo semanas en las que , o los crimenes sucedian a diario, o cada tercer dia, aparecian varios cuerpos con la misma marca en alguna parte de su cuerpo.

Hemos tratado de investigar, entre las personas mas sabias del pueblo, qué es lo que puede estar ocasionando esto, y por un momento, pensamos sería un animal salvaje, de aquellos exoticos que provienen de la selva, un mono, sin embargo, estos suelen hacer ruido para poder realizar algo asi, y por lo general, no suelen morder una sola vez si se trata de cazar, y un cuerpo no queda asi, cuando un animal caza. 

Descartamos todas nuestras posibilidades hasta que, el médico dio la conclusión de ser una persona, una persona quien realizaba esas mordidas. El rumor comenzó a correr por las calles hasta que llegó a la boca del sacerdote del pueblo quien alegó era un demonio, generando el pánico entre las personas las cuales cada vez son más paranoicas y comienzan a dudar de ser uno de ellos poseídos por un demonio, generando la desconfianza entre ellos, cosa que jamás habia pasado en este bello y tranquilo pueblo.

Las ausencias en el trabajo han aumentado, al igual que los decesos, y los robos a las casas es un crimen que se ha hecho regular. Muchos de los ciudadanos comienzan a dejar el pueblo, sin importar sus cosas, ni sus recuerdos.

He acudido a una de mis autoridades superiores para pedir ayuda en esto, pues cada vez que anochece, todos, me incluyo, tenemos miedo de ser la siguiente victima de este ser. El gobernador me ha dado su dirección, pues me contó a grandes rasgos lo que hizo en Dallas, al ayudar a aquel pueblo que pasaba por algo similar. Sin embargo, no he podido acudir hasta su casa, pues, hace dos días, aquella cosa atacó nuevamente. 

Min: El extraño CazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora