Min: El extraño Cazador

Promesas pt. 2

Aquellas palabras que salieron expulsadas de los labios de Min, atravesaron a Jimin como cuchillas de hielo. Pudo sentir como un frío lo invadía y recorría todo su cuerpo dejándolo pasmado.

-Lamento saberlo hasta ahora, después de haber cometido tantas atrocidades en nombre de un falso amor que jamás profesé- la mirada de Min se perdió en sus pensamientos.

-Cuando hicimos nuestros votos, dijiste que me amabas, que estarías conmigo siempre, que me serías leal, que jamás me lastimarías que te quedarías conmigo. Lo juraste!- Jimin comenzó a levantar la voz mientras el color de su cara se tornaba enrojecido y las venas de la sien comenzaban a sobresaltarse

-Tu fuiste quien rompió primero esa promesa, Jimin- Min miró a Jimin a los ojos y pudo ver como lágrimas salían de sus ojos - yo pude- resopló- de verdad yo quería seguir a tu lado, me gustaba tu compañía, pero cambiaste.

-Tu fuiste quien cambió primero - arremetió Park contra Min empujándolo en contra de la mesa, llegando a astillarla - y fue más que obvio cuando aparecieron los Kim

-Tu fuiste quien me hizo tomar la decisión de cambiar - dijo serenamente Min, aunque por dentro sentía que se derrumbaba, no por aquel duro golpe, sino por esa conversación que había evitado por años.

-Yo?- dijo indignado tomando a Min del pie izquierdo, arrojandolo a la pared.

-Cuando vivíamos en Washington- siguió Min, con la respiración agitada por los golpes- recuerdo aquellas dos jóvenes, las gemelas Petterson

-Esas imbéciles - masculló Park mientras fruncía el ceño- debí matarlas mucho antes del caos que armaron en frente de toda esa gente cuando descubrieron lo que éramos en verdad- la respiración de Jimin se entrecortaba.

-Ellas siempre lo supieron, Park- dijo Min molesto, levantándose y sacudiéndose la ropa de las astillas de madera del pasado golpe- yo se los dije al mes de vivir con ellas.

-Y porqué quisieron matarme?- Jimin miró de reojo al chico aquél recostado entre las cortinas.

-Mataste a su padre, idiota!- dijo con voz fuerte- Que pensabas que iban a hacer?

-Representaban una amenaza para nuestros intereses, Min- dijo Park con lúgubre sobriedad, tocándose el pecho.

-Era un hombre excelente. - Min trató de recordar el rostro de aquel hombre bonachón - El señor Petterson nos ofreció siempre sus servicios y atenciones. 

-Y vaya que tú aceptaste todas esas atenciones- Jimin se alejaba de la ventana.

-Me daba el calor que hace mucho perdí- miró a Jimin fijamente.

-El calor que perdiste?- Jimin bajo la mano de su pecho.

-Si, el de una familia- Min sintió que de sus labios brotó un poco de sangre oscura

-Y conmigo no bastaba para que tuvieras una familia?- Park se mostró desarmado ante esa declaración

-Sabes a lo que me refiero, Jimin- limpió con su dedo pulgar aquellas gotas.

-No era más que una más de tus fantasías, Min... algo que al momento de convertirnos en vampiros, perdimos y te negaste a aceptar.

-Que tú jamás hayas tenido una familia, no te da el derecho de arrebaterselas a quiénes si tienen una- dijo Min mirando a Kim a la distancia, cuando pudo ver qué Hoseok entró por aquella ventana rota por la que salió.

-Estoy en la cúspide de la cadena de poder, yo decido quién vive y quién muere.-Jimin seguía con la cara enrojecida pero está vez el orgullo comenzaba a ser la sensación  predominante - Creé mi propia familia y no voy a dejar que sean un obstáculo.