Capitulo 4

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Me quedo tirado en mi celda mirando hacia el techo, Karol esta a solo un par de metros de mi mientras se muerde las uñas con una cara de angustia inmensa.
-Fue tu culpa, Karol- le digo sin dejar de mirar al techo.
-Quizá fue mi culpa la explosión, pero creo que es obvio que eso no fue un intento de terrorismo. ¿Quién pudo haber dicho eso?
-A quien le importa, pronto irán a nuestro laboratorio lo examinarán y verán que no tratamos de hacer terrorismo.
-Tienes razón- dice intentando calmarse pero creo que es demasiado evidente que no lo logra; se muerde las uñas, los ojos se le ven casi tan grandes como sus lentes, no deja de golpear el suelo con el pie. Esta preocupada.
-Oye... Karol... Digo pero ella me interrumpe antes de que acabe la oración.
-Dime Alessandra, ese es mi segundo nombre y mi favorito. No me gusta que me digan Karol, ya que mi padre fue el que me dio ese nombre; mi padre me abandono a mi y a mis tres hermanos cuando sólo tenía 6 años, yo era la mayor. Odio que me llamen así, me hace pensar que soy como el, malo y despiadado, igual de inútil.
-Lo siento, Alessandra. Gracias por salvarme cuando tu traje exploto- le digo y hago a mi sonrisa más convincente posible.
-No es nada, tenía que hacerlo, somos compañeros- dice y deja de morderse las uñas.
Todo se queda en silencio, me recargo sobre los fríos barrotes que nos separan.
-Creo que actúe como un estúpido contigo- le digo-, quizá seamos diferentes pero no te merecías que te tratara así, nadie merece que lo traten así; es solo que, no podía soportar la idea de alejarme de lo que en realidad me gustaba.
-No importa, creo que yo igual te debo pedir una disculpa, pero no dejas de ser todo lo que te dije. Quizá con el tiempo, tu puedas...
Suena un ruido que me deja ensordecido, escucho un pitido increíblemente agudo que no cesa. el edificio empieza a temblar, se escuchan gritos en todas las direcciones, la gente pasa corriendo por fuera de nuestras celdas, nadie nos hace caso, mira hacia la calle por medio de los barrotes pero no logro ver nada, hay humo por todas partes, volteo a ver a Alessandra la cual pide ayuda desde los barrotes.
-Fue una bomba- concluye Alessandra.
Empiezo a gritarle a un guardia que esta a varios metros de nosotros, el guardia se acerca corriendo con la cara increíblemente pálida.
-Déjanos salir, soy Cane Tryker, el detective y ella es Alessandra Parker. Necesitamos salir para sabes que pasa.
Al instante me reconoce el guardia pero se queda frente a nuestra celda sin decir nada y se va corriendo.
-¡No! Dejamos salir- le grito y el edificio empieza a temblar aun mas.
-Se va a derrumbar- me dice Alessandra-, si nadie nos saca vamos a morir.
Comienzo a patear los barrotes esperando que se rompan pero es imposible. No hay manera de salir de aquí. Vamos a morir.
-Cane, agarra los barrotes y no te sueltes- me fue y al instante lo hago-, cuando el edificio empiece a caerse vas a tener que saltar a los cables de electricidad.
-¿Y si no lo logro?
-Pues considerando que estamos en el piso 25 de un edificio yo digo que morirías- dice sarcásticamente.
La pared comienza a agrietarse y al instante veo como grandes pedazos de roca comienzan a caer, la pared que da a la calle está completamente destruida, corro a toda la velocidad posible y salto, tomo el cable de electricidad con solo una mano. el edificio de derrumba rápidamente, Alessandra ya ha saltado a un cable que esta a unos metros de mi, con la cabeza me señala un edificio en el que se unen nuestros cables, vamos hacia allá.

Ya cuando estamos en el otro edificio Alessandra pregunta:
-¿Que ha sido eso? ¿Terrorismo?
-Al parecer si. Pero me pregunto que tan fuerte era esa bomba como para poder destrozar un edificio tan seguro como ese. se supone que era indestructible, ¿No es así?
-Claro que era indestructible, bueno al parecer no tanto, estaba asegurado a una placa de metal que evitaba que se derribara. Yo misma ayude a crear esa placa, debió hacer sido alguien muy experimentado en arquitectura y que conociera demasiado bien el edificio.
-No hay tiempo que perder, tenemos que irnos.
-Lo olvidas, estamos en prisión, si no volvemos seremos fugitivos y estaremos ahí mucho tiempo.
-Cierto- digo y me quedo en silencio-. En ese caso hay que regresar, saldremos pronto.
Bajamos del edificio y nos dirigimos a la entrada de la prisión donde ya nos esperan varios policías pero como ya no hay prisión en la cual dejarnos solo nos meten a una patrulla y duramos ahí varias horas. se oscurece el cielo rápidamente. Ya a la media noche llega un oficial y nos dice que podemos irnos, que nuestro laboratorio ha sido examinado y no fue terrorismo.
-¿Quién te dijo que había sido terrorismo?- le pregunta Alessandra al oficial demasiado enojada.
-Fue anónima y aunque lo supiera no se los diría- Alessandra lo
Mira con ira lo cual hace que el oficial se aleje rápidamente.
Me despido y me dirijo a mi casa, me tuve que ir a pie ya que ningún oficial quizo llevarme a casa y mi auto estaba en el trabajo.
Cuando llego a mi casa tomo un pedazo de pan duro y me lo como, en la medida de lo posible, me acerco a mi cama y me quedo ahí recostado, leyendo un libro que leo desde hace varios meses, ya que yo suelo leer muy lento, como diez páginas a la semana ya que soy increíblemente flojo y ahora estoy muy distraído con demasiadas preguntas en la mente ¿Que fue la explosión? ¿Yo era el objetivo de ese acto de terrorismo?
No se que hacer, ni tampoco se que pensar, o quien soy en realidad.

KratosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora