Buscando en sus ojos, veo que hay algo allí. Es un indicio de lo que parece culpa, y supongo que es porque me lo ocultaba.
No hay nada que pueda decirme que me haría no quererla, y un bebé no va a hacerlo. Siempre he querido una familia, pero seguí poniéndolo en segundo plano. Pensé que en algún momento sucedería, y luego pensé que nunca lo haría, sobre todo después de mi accidente con el toro. Era intratable y acostumbrado a hacer las cosas a mi manera, y sabía que este tipo de vida no era para todos. Pero de lo que ____ y yo hemos compartido, esto es correcto. Lo sé en lo profundo de mi alma que es la única para mí, y se encontraba destinada a estar aquí.
Me trajo de vuelta a la vida, y estoy hablando de algo más que mi polla.
Me hace querer ser alguien más suave para ella.
—Sólo déjame amarte un poco, cariño.
Extraigo sus bragas y me muevo entre sus piernas. Quiero besar cada centímetro suyo, y quiero empezar aquí mismo.
—Harry. Hay um... —tartamudea ____ mientras me inclino hacia delante y le doy una larga lamida—. Debemos hablar. —Sus palabras terminan en un gemido mientras pongo mi boca abierta en su coño y empiezo a chupar.
Su sabor llena mi boca, y estoy perdido. Muevo dos dedos hasta su abertura y los deslizo dentro de ella. Se siente tan jodidamente apretada que no sé cómo voy a meter mi polla en ella, pero lo haré. No me importa cuánto tiempo tome, quiero hacer el dulce amor a esta cosita.
—Estoy limpio, bebé. Tuve un accidente hace unos años, y tuve todas las pruebas bajo el sol hechas en mi polla. Te voy a tomar a pelo.
Casi gimo ante mis propias palabras mientras pienso en tomarla sin nada entre nosotros. Algo así me habría asustado antes. Habría sido demasiado íntimo. Pero no con ella.
Deslizando mis dedos dentro y fuera, trato de estirarla un poco más con cada empuje. Pongo mi boca en su clítoris e intento darle placer mientras la estoy preparando para tomarme. Gime y tiembla debajo de mí, y puedo sentir sus jugos empapando mis dedos. Se halla tan cerca de venirse, y siento que estoy a punto de explotar. No he hecho nada más que tocar mi polla y palpita de necesidad como nunca antes he sentido.
Han pasado años desde que he tenido un orgasmo, y estoy un poco aterrorizado de la cantidad de esperma que voy a poner dentro de ella.
Diría que si ella no estuviera ya embarazada, es probable que lo estuviera después de esta primera vez.
Sus manos se acercan para agarrar mi cabello corto, y aunque creo que va a sacarme de ella, sólo me sostiene mientras chupo su coño.
Los malditos sonidos que hace me vuelven loco, y necesito hacer que se venga más de lo que necesito mi siguiente aliento. Al sentir sus piernas temblar a ambos lados de mi cabeza, alcanzo mi mano libre y la deslizo hacia uno de sus pechos, pellizcando el pezón duro. La pequeña sensación extra es suficiente para hacerla disparar, y ella llega al borde con un grito de placer.
Me como su orgasmo mientras se viene en mi boca, y sabe jodidamente dulce. Soy adicto a cada centímetro suyo, pero este premio entre sus muslos me hace sentir como un maldito medallista de oro.
—Más, cariño. Quiero otro.
Y me lo da. Se espalda se arquea, y se dispara en otro clímax mientras trabajo mi lengua en su clítoris y mis dedos dentro de su coño.
La froto tranquila y suavemente y persuado otro pequeño orgasmo después de ese. Su cuerpo se estremece y tiembla con las secuelas, así que suavemente saco mis dedos y los lamo para limpiarlos. No quiero que ni una gota de ella vaya a perderse.
Cuando me siento y la miro, ella es un lío hermoso. El sudor ha brotado en su cuerpo, y ha causado que sus rizos se peguen al lado de su cara. Su camisón está empujado hacia arriba y casi toda ella está expuesta en la luz fresca de la mañana.
Nunca he visto nada más hermoso, y no tengo intención de dejar de complacerla.
Se estira por mí, y me muevo encima de ella. Siento sus manos empujando mi ropa, y la ayudo a sacármelas. Deslizo su camisón el resto del camino, así estamos piel con piel mientras el sol fluye sobre nosotros.
Soy duro y rígido, y ella es cálida y suave. Su cuerpo me protege mientras me muevo entre sus muslos y presiono la cabeza de mi polla roja enojada a su abertura.
—Ve despacio, Harry. Nunca he hecho esto antes.
Bajo la mirada a su pancita y creo que quiere decir que no ha tenido sexo estando embarazada. No quiero saber los detalles de cómo llego a esto y por qué tuvo que huir, pero me alegro de que corrió en mi dirección. Porque la he atrapado, y ella no va a ninguna parte. Voy a amarrar su pequeño trasero en mi cama.
—Despacio, cariño. Muy despacio.
Cuando nos besamos, todavía puedo saborear la dulzura de su coño, y me vuelve jodidamente salvaje. No sé cómo demonios se supone que debo controlarme cuando tengo algo tan perfecto y hermoso debajo de mí.
Empujo lentamente, tratando de controlar a la bestia en mi espalda que me dice que la folle a través del colchón. ____ es especial y dulce, y quiero ir despacio con ella. Entro en ella centímetro a centímetro, y se tensa mientras avanzo. Me detengo unas cuantas veces para dejar que recupere su aliento, pero me dice que siga adelante. No me gusta pensar en ella estando con otra persona, pero debe haber tenido una pequeña polla si todavía se encuentra apretada como una virgen como lo es ahora. Ese pensamiento de alguien dejándola en su estado me hace enojar, pero también feliz por ello, porque ahora voy a hacerla mía. Voy a hacerle saber que bajo ninguna circunstancia alguna vez va a dejarme, y que su bebé es ahora mi bebé. Y vamos a ser una maldita familia. Para siempre.
Finalmente, estoy todo el camino dentro de ella, y me detengo para dejarla relajarse un poco más. Nos besamos y siento cada centímetro de ella, frotando su piel suave y curvas. Cuando finalmente empieza a mover sus caderas debajo de mí, sé que está lista para que haga el amor con ella. Tengo cuidado de mantener mi peso fuera del vientre del bebé, y empujo lentamente dentro y fuera.
Moviendo mi boca más abajo, chupo sus pezones, y ella casi se sale de la cama. Son tan sensibles, y pienso en cómo van a saber una vez que su leche entre en juego. El pensamiento hace que mi polla dura-como-el-acero gotee un poco dentro de ella. No puedo creer que estoy consiguiendo todo lo que siempre he querido con la mujer más hermosa que he visto. Puede que no nos conozcamos mucho, pero ya sé que es la persona más amable que he conocido, y haré todo lo que esté en mí para cuidar de ella. Para mantener esa mujer suave y dulce viva y vibrante mientras crecemos juntos.
Llego entre nosotros y froto su clítoris con mi pulgar, sintiéndola apretarse alrededor de mí.
—No puedo... —comienza a protestar ____ contra otro orgasmo, pero no la dejo escapar.
—Puedes, cariño. Y lo harás. —Me inclino y chupo su pezón en mi boca, y ella grita de placer. Lo dejo salir con un pop de mi boca y lamo entre sus pechos—. Dame lo que quiero, ____. No me detendré hasta que lo consiga.
Me inclino y la miro, observando la suave luz de la mañana extendiéndose sobre ella, y se viene debajo de mí. La vista es suficiente para enviarme por el borde, y empujo duro una última vez, vaciándome dentro de ella. El orgasmo viene de cada centímetro de mi cuerpo, la liberación a diferencia de cualquier placer que he sentido. Es palpitante e intensa, y puedo sentir el semen corriendo entre nosotros porque hay demasiado para que ella lo retenga.
Una vez que recupero el aliento, la miro, sonriendo, y ella me devuelve una sonrisa suave. Quiero colapsar encima de ella, pero no puedo, así que me retiro y me acuesto a su lado, acunando su vientre y acariciándole el cuello. Quería tomarlo con calma e ir poco a poco con ella. Sé que soy demasiado fuerte, y eso podría asustarla. Cuando quiero algo sólo lo tomo, pero esto ha cambiado las cosas. No habrá el tomarlo lento. Tengo que hacer mi reclamo.