❝ Mejores amigos ❞ || Spartor

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Gonzalo ha estado la mayor parte de su tiempo con la vista pegada al celular.
Y antes de que me llamen paranoico: Sí, por obvias razones él usa dispositivos, pero antes no lo hacía 24/7.

Siempre que lo veo sonríe a la pantalla y de vez en cuando suelta risitas nasales.
¿Cuál es la razón de esa felicidad? No lo sé, cuando le interrogo me dice que son memes, pero al acercarme a su celular cubre la pantalla, se sale de dónde estaba o "mágicamente" por problemas del celular la App deja de funcionar.

Por si no fuera poco, cambió de colonias todos los días, probando desde olores demasiado cítricos hasta esencias muy femeninas.
Finalmente se decidió por un perfume con suaves notas de abedul. Lo cual resultó ser un alivio fragante, me da vergüenza admitirlo, pero de todos los aromas que uso ese fue el que más le encantó a mi olfato.

Su ropa empezó a ser más selectiva, usando atuendos que parecían ser sacados de los típicos chicos "aesthetics" de TikTok, Pinterest e Instagram.

Eso terminó de confirmar todas mis sospechas
Algo le pasaba a Raptor,

¿Qué cosa era? ¿Por qué de un día para otro empezó a cambiar su manera de vestir y a alargar el tiempo que pasaba en la pantalla?

Aún más importante, ¿Si somos amigos por qué no me lo cuenta?

No tenía sentido.
No tenía nada de sentido.

[°°°]

-Oye, Sparta

-¿Sí?

-¿Qué jean te gustan más, este azul marino... -Preguntó alzando el brazo derecho con la prenda en mano- ... o este de color negro con diseño rasgado? -repitió el movimiento con su brazo izquierdo.

Yo dejé de observar aquellos pantalones negros con diseño de cuadros blancos exhibidos y lo miré de pies a cabeza. Como ya deben suponer, estábamos en una tienda de ropa. Gonzalo me pidió ayuda para comprarse un nuevo guardarropa. Al cuestionar me volvió a poner la excusa de los cambios en el ciclo de la vida, palabras que no me podía tomar en serio dado que solo se trataba de ropa. Pero... aquí estamos... a cambio de un helado de mora azul.

-No entiendo porque te preocupas tanto, tanto el azul como el negro te quedan, es cuestión de que lo sepas combinar nada más...-sonreí a modo de apoyo, aunque poco después bufé frustrado.

Claro, ya no me prestaba atención, estaba escribiendo con su celular.

-¿Qué es? -Pregunté curioso e inmediatamente Raptor pegó un salto.

-¡Ah! ¡Nada, nada! -Guardó el aparato en su bolsillo -. Es que acabo de descubrir... Una... Noticia muy graciosa de un gato que... Le enseñaron... ¡A bailar salsa! ¡Sí, eso! -Expresó con nerviosismo- Yo solo escribí lo maravilloso que me parece que no excluyan a nadie solo por su forma de ser.

-Claro-Dije irónicamente alargando la "o".

-Sip, en fin, ¿Qué era lo qué me estabas diciendo sobre la ropa?, ¿Más palabras bonitas que quieras agregar?

-Eso era todo -Gonzalo rió.

- ¡Oh, mira! ¡Que lindo pantalón! -Exclamó agarrando exactamente uno de los pantalones que estaba viendo- ¡Me lo pruebo!

Luego volvió a meterse al probador.

Yo di un suspiro, estaba aburrido... Al menos me comprará helado.

Un rato después él salió para preguntarme qué tal le quedaba, yo ya estaba preparado para decir las mismas palabras de siempre, pero está vez lo observé detenidamente. Aquel pantalón holgado estilizaba su cuerpo, tenía una cadenita que decoraba el costado, sumada al suéter de terciopelo rojo que para mi sorpresa combinaba bien. Era un estilo nuevo, aunque no me desagradaba, incluso bromeé con que esa preda era demasiado "asteticosa" para su salud. Raptor sonrió como un niño chiquito que había recibido muchos juguetes en navidad.

—¡Lo voy a comprar!

Negué con la cabeza, muchas veces habíamos ido al centro comercial y nos habíamos tardado más tiempo en meter chucherías al carrito del supermercado que en hacer cualquier otra actividad, por lo que no estaba acostumbrado a tardarme tanto viendo como alguien más se probaba montones ropa. Obvio, me aburrí con facilidad.
Aunque admito que no había sido mala elección después de todo, incluso me divertí más de lo que esperaba cuando le veía salir y modelar o fingir ser una estrella de pop, me encanta hacer comentarios sarcásticos y jugar a que soy un crítico francés que juzga la apariencia de los demás. Incluso me gustó ver lo bien que le quedan las prendas a su cuerpo, tanto que hasta la gente ajena a nosotros lo voltean a ver con asombro, envidia o "enamoramiento" (aunque él no se dé cuenta). Es una de las cosas positivas y graciosas de tener un amigo tan guapo... claro, este sería mi pequeño gusto culposo que guardaría hasta la tumba.

Salí de mi burbuja en cuanto le vi salir. Poco después ya teníamos todo pagado y un prometido helado de mora azul en mis manos que compartí gustoso con Gonzalo porque a él ya no le alcanzó para el suyo.

Por hoy habíamos terminado. Ambos regresamos a casa entre bromas y risas.

... Quizás mañana intente averiguar qué es lo que esconde en su teléfono.