una tarde de dragones

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Pov Aemond:

El pequeño príncipe estaba de camino a sus clases de valyrio con su maestre, su padre había decidido que tanto ellos, cómo los niños velaryon tomarían clases juntos, decía que eso podría disminuir las rivalidades entre los niños, aunque eso no era del todo acertado, al llegar el segundo hijo de los velaryon estaba sentado junto a la maestre, el se sentó algo alejado pues realmente no tenía mayor interés en convivir con el niño velaryon, pero luego de unos minutos llegaron jacaerys y aegon, no parecían amigos pero se soportaban lo que le sorprendía, pues su hermano no solía ser ese tipo de persona

-Bien mis príncipes, yo soy myrcella y seré su maestre

-No necesitamos un nuevo y tedioso maestre, "señorita myrcella" -Aegon lo dijo con una pizca de fastidio en su voz- pronto volveremos a casa

Myrcella solo soltó una risa burlona mientras se levantaba de la mesa, a lo que aegon sonrió pensando que ya podía irse sin tomar sus clases que de hecho no le interesaban, pero myrcella hablo con un tono fuerte y firme que asustó a los más pequeños

-Aegon, la clase ni siquiera ha comenzado -Se sentó sobre la mesa viendo a todos los chicos - se que han tenido muchos maestres, pero yo soy diferente, vengan conmigo

Aemond la veía con confusión pues no entendía y simplemente quería tomar sus clases, myrcella era una mujer con cabello castaño ondulado y una figura muy típica de una mujer de desembarco del rey, pero en su vestido llevaba cosas que despertaban su curiosidad, cargaba líquidos espesos en pequeñas botellas y todo tipo de plantas, se concentro en la curiosidad que le generaba myrcella que no se dió cuenta cuando llegaron y chocó con lucerys, lo que causó que ambos cayeran cómo bolos

- Mira por dónde caminas -Dijo aegon riéndose de el, pero luego su vista fue a la mano frente a el

- Príncipe aemond, está bien?

Era lucerys quien le ofrecía su mano, pero recordó lo que había dicho su madre y quito su mano levantándose solo y ignorando su pregunta, aunque en realidad le pareció un gesto dulce

- Dejen de molestar príncipes, vamos a comenzar las clases

Esa tarde no fue como las clases que había tenido con ningún maestre, myrcella hablo con los encargados de pozo dragón, logrando que los niños pudieran practicar su valyrio con sus dragones, todos excepto aemond, que no tenía un dragón, pues su huevo se había roto antes de que naciera, myrcella noto la tristeza del menor, pero antes de que pudiera hacer algo aegon hablo con jacaerys y lucerys a su lado

-Hermanito!... Sabemos que no tienes un dragón, así que decidimos darte un regalo -Hablo aegon tomandolo por los hombros -

-Un regalo? De que se trata? -Dijo aemond de una manera muy seria mientras veía como lucerys corría al interior de pozo dragon

-Te conseguimos un dragón, así que te presento.. -Antes de seguir apareció lucerys corriendo fuera de pozo dragón, con un cerdo al que le habían puesto alas y cola - El terror rosado!- dijeron los tres al unisono- ten cuidado volarlo la primera vez

Cuando aemond escucho eso una tristeza lo invadió y salió corriendo miente lucerys lo veía sin entender muy bien lo que había hecho y myrcella se acercó a los tres chicos para darles un regaño,

Esos idiotas! Les juro que algún día tendré un gran dragón

Pensó el príncipe entre lágrimas y cuando llegó a los aposentos de su madre se lanzó a sus brazos mientras su hermana jugaba con un bichito a su lado

- Que te paso aemond?! Te hicieron algo?

Su madre se veía preocupada y el entre lágrimas y su respiración agitada por correr miro a su madre

- Me dieron un cerdo mama! Y le pusieron alas!

- Tranquilo aemond... Ya te lo dije, tendrás un dragón

El niño no soltó a su madre realmente no quería que ella se aleja y mientras su hermana jugaba con la pequeña araña dijo algo entre susurros

-Tendra que cerrar un ojo

Pov Lucerys;

-Les pareció gracioso?! Si?! Respondan!

Myrcella no había dejado de gritarlo desde que aemond había salido corriendo, pero el no entendía porque lo gritaba, pues su tío aegon habia dicho que sería un buen regalo para aemond, jacaerys sabía que eso traería problemas pero solo aguantaba la risa con aegon

-Mañana las clases serán con otra maestre, no fue buena idea llevarlos

-No! Myrcella! Por favor -Grito el pequeño jacaerys - fue un error y lo lamentamos

Lucerys sabía que jacaerys mentía pero myrcella lo acepto y se fue mientras aegon y su hermano no dejaban de reirse, el se escabullo y corrió a los aposentos de aemond, pero solo se asomo y se entristeció un poco al no verlo, hasta que escucho una voz tras el

- Buscas a tu tío? -Solto un salto al escuchar a su padre- el está con la reina

- Ellos estarán en la cena?

Laenor asíntio con una sonrisa y cargo al pequeño lucerys, el recordaba cuando tuvo su primer amor, fue casi a la misma edad de lucerys, por eso veía con ternura el amor de ambos niños

Pov jacaerys:

A la hora de la cena el menor se cambió rápido pues quería molestar a aemond con aegon, pero al llegar no lo vio, así que supuso que también se estaba cambiando, así que se sentó esperar, pasaron dos hora, y luego tres hasta que decidió levantarse y se acercó a sus padres

- Madre, dónde están mis tíos?

-Oh jacaerys, ellos se fueron hace poco de vuelta a desembarco del rey..... Gracias a dios

Su madre susurro lo último, pero lo que jacaerys no entendía era porque sus tíos se habían ido, se suponía que se iban a quedar un tiempo en dragonstone

Hace unas horas en los aposentos reales:

- Es tu hijo viserys! Tus nietos lo molestaron!

-El niño es un incrédulo, como creyó que le habían conseguido un dragón?

Alicent molesta miro a viserys no había nada que le molestará más que no tomara a sus hijos enserio así que golpeó la mesa

- Nos vamos a desembarco del rey viserys -El hombre se giró a verla para negar con la cabeza y antes de que pudiera decir algo alicent hablo- Si no vienes me iré sola con los príncipes

Mientras ellos seguían gritando aemond los veía  desde una esquina mientras Aegon estaba recargado en un esquina hasta que su madre se acercó tomándo su cara con fuerza

- y tú Aegon! Los hijos de Rhaenyra no serán siempre tus borreguitos!! Aemond es tu familia, es tu sangre

Aegon la veía algo asustado mientras aemond solo veía la situación con una mueca en la cara

Esa misma tarde, el rey viserys cedió a los deseos de su esposa y únicamente se despidió de su hija volviendo a desembarco del rey, pero no solos, aemond convenció a su madre de llevarse a myrcella con ellos

Amor En ValyrioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora