"E-Es gigante." admiro con una gran sonrisa boba el chico pelo negro, olvidándose de la multitud que de igual manera quería estar adentro de la misma.
Aunque pareciera imposible, su deleite fue culminado por algo tan simple como el tiempo, tampoco era muy puntual que digamos pero... El hecho de que si lograba su objetivo podría maravillarse con tremenda vista y restregarle orgullosamente a Rabian su victoria, solo y sin saberlo eso hizo que ya estuviera adentro del viejo edificio, guardando sus papeles.
Más tarde después de una pequeña caminata, pudo visualizar la puerta a la gigante sala de arte con la que tanto había soñado, observando como la gente entraba anonadado y ridículamente tembloroso, obviamente fijándose en el casi indistinguible interior. La gente era lo de menos.
Miro su mano, estremeciéndose ahora con ligereza, cerro su puño con fuerza, volviendo su mirada a su objetivo.
"No he aprendido tanto para nada." susurro con más seguridad, dando paso al interior del salón.
...
...
...
"Pff." soltó con aburrimiento Rabian.
"¿Ahora que?" pregunto con cierta molestia, la pelo negro.
"Es que ahora, Seccius esta intentando... Entrar en Berlín." termino abatido, soltando el mando apenas que el zombi lo tumbo.
Abriendo sus ojos en grande la chica, al ver como le venían por tres lados diferentes y ni balas tenia. Levantándose el pelo cenizo al instante que su amiga tiro su mando contra la cama, rebotando pego en la madera y ya sabrá Dios quien lo pagaría.
"¡Vaya mierda!, me debes 20 dólares."
"¡De por si eres malísima!"
Ana Cristal escucho esto apretando sus puños, y maravillosamente para felicidad de Rabian, simplemente suspiro calmándose.
"Ok, ok, que no vuelva a pasar, ya deberíamos de haber llegado al menos a ronda 40."
"Y dale con eso." no pudo evitar discurrir el chico, siendo consiente del vicio de su amiga.
"De todas maneras, ¿En serio quieres que Seccius lo logre?" pregunto, volviéndose a sentar en su cama mientras el pelo cenizo cruzaba los brazos, mirando el suelo con lo que podía percibir su amiga; desanimado.
"Venga, ¿Si quiera tienes un plan B?" volvió a preguntar, llamando su atención ahora estando descolocado. "Mejor dicho, ¿Cómo puedo llegar a pensar que se te pasaría hacer alguno?"
Este ultimo comentario solo lo enojo, comenzando a caminar hacia ella, la cual solo lo ignoro preocupándose más por el estado de su mando.
"Explícame a que te refieres." dijo mientras se sentaba a su lado y como si fuera automático, vio casi incrédulo como colocaba el mando en sus manos.
"Es simple, ¿No has pensando que harás para convencerlo sí falla?"
"Cierto..." paso por la cabeza del pelo cenizo. Mirando perdidamente el mando entre sus dedos, ¿Realmente llego a pensar que solo con que fracasara no tendría mas alternativa que venir con nosotros?
Paro un momento, volteando su mirada a la hermosa chica que estaba a su lado.
"¿Nosotros?" volvió a pensar, estrellándose duramente con aquella idea, viendo como ni siquiera era capaz de despegar su vista de la pantalla.
Una gota de sudor bajo por su nuca, realmente ni sabia como mierdas o en que momento entrenaba o como le hacia para verse tan limpia, y es que ahora estoy hablando en general.
De todas formas, solo ocurriéndosele una cosa.
"¿Le damos con o sin perros?" pregunto indecisa, esperando la respuesta.
"¿Me ayudarías a convencer a Seccius?, y con perros."
...
...
...
"¡Hola Seccius!, ¿Cómo te fue?" pregunto la madre sonriente a su hijo, viendo como cerraba la puerta.
Sus miradas se cruzaron, solo notando la expresión tan abatida que tenia ahora mismo. Y sin decir nada solo camino con un paso ligeramente apresurado a su cuarto.
"Vaya... parece que ni siquiera me miro." hablo Luis sereno, estando sentando en el sofa, a la derecha de la cocina.
"Tal vez, nos diga algo más tarde." dijo mientras sonreía nerviosamente, resaltando preocupación.
...
"¿P-Por que?" se pregunto en su mente, sentándose ahora en su cama, observando sus manos temblar con ligereza, pensando si realmente lloraría en este momento.
Sacudiendo su cabeza, intento guardar su frustración y todos aquellos impulsos, levantándose lanzo con cierta brusquedad su mochila en el lecho. Únicamente aproximándose a su pared con paso reprimido, pudo divagar algo en su cabeza.
"¡¿Enserio, ese inspector era una mierda?!"
Pensó apretando desde sus dientes y puños, hasta al parecer cada fibra muscular de su cuerpo. Y sin pensarlo, abriendo sus ojos rebosando en ira, arrojo un golpe con más brusquedad y emoción.
"O..."
Volvió a razonar por un instante.
"... ¿Yo soy la mierda?"
Detuvo su puño y lo que el pensaba su berrinche, alejándolo de su victima y regalo de parte de sus padres.
vago en círculos por un momento en aquella habitación, se sentía perdido, frustrado, con ira, decepción y... ¿Tristeza? Ni el sabia ya que sentía, que era o ahora que haría.
Había planeado tantas cosas para su futuro, pero todo no fue mas que un fracaso que lo estaba rompiendo. Ya había fracasado antes en otro proyecto, y bueno, tampoco era tan idiota e ideo otras alternativas o planes.
Algunas cosas salieron como lo planeo, otras no tanto y al final de todo otras fracasaron. Intento seguir esforzándose, perseverar, tener disciplina, sin embargo, no consiguió llegar ni a la mitad de la carrera.
Intento ganar popularidad y dinero a través de un deporte, e intentar labrar a las grandes ligas; fracaso. Intento hacerse conocer a través del arte y ganar algo de dinero; lo logro, mas nunca tomaron para contratar sus habilidades. Intento ser pianista, resaltar y dar felicidad a la gente con ello; fracaso.
Solo suspiro, tratando de cautivar o suprimir sus pensamientos, volviendo a la litera sin recostarse.
"¿Ahora que?" dijo secamente, no queriendo ahora desahogarse en malos vicios. Realmente ni queriendo ver en lo que había trabajado todos estos años. De pronto solo dio unas carcajadas por esto, agarrándose la cara.
"Al menos... Tengo todo lo que trabaje hasta ahora." dijo con una ligera sonrisa y una mirada aun desmotivada, recostándose entre las sabanas solo cerro los ojos... Ya vería que haría más tarde.
...
Toc, toc, toc, toc. Escucho el aburrido Seccius, sin aun poder dormir.
Levantándose, camino hacia su puerta, sorprendiéndose al abrirla.
"Buenas, ¿Cómo te va?" pregunto con una ligera sonrisa dibujada la chica, estando atrás Rabian saludándolo con la mano.
"¿Eh?. ¿Cristal?" dijo tallándose los ojos, no creyéndose que llegaran justo en este momento.
"Correcto." contesto no cambiando su expresión.
"Bueno, de todas maneras ¿Cómo te fue?, ¿Ganastes?" pregunto Rabian, sabiendo todos los presentes el porque de su ansiedad por saber la respuesta.
"Ah." dijo captando la atención de los dos. "Tranquilo, ya tome una decisión."
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Un alma neutra
FantasíaComo relata el título en primer instante, el protagonista de esta historia de fantasía "héroes y villanos" será llamado Seccius Dalmiro. Un chico que después de un gran fracaso logra encontrar algo nuevo, a palabras de su amigo una "gran vida". Algu...