Una amistad

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El sonido sordo de sus pisadas en los pasillos era clara señal de su llegada.

Merlina Addams, se dirigía con paso pesado hacia su habitación en nunca más, donde también yacía su roomie. ¿El motivo de su molestia?

Alguien había hecho llorar a Enid.

Y ese alguien tenía por nombre Ajax, el cual ya había firmado su sentencia de muerte.

Abrió con enojo la puerta de la habitación encontrándose con el licántropo echo bolita en su cama color rosa. Soltó un suspiro y se acercó con cautela sentándose lentamente a su lado.

Pasaron los minutos más largos de su vida al no saber cómo empezar o que decir para consolarla, era un asco para estos casos.

Se limitó a posar su fría mano en su espalda y empezar a acariciarla lentamente, haciéndole saber que estaba ahí para ella.

—... ¿Otra vez te dejo plantada? —Dijo lo primero que se le vino a la mente, directa y al punto, lo que pareció empeorar la situación al escuchar cómo los sollozos de Enid se intensificaban.

—No... —Respondió con un hilo de voz.

—¿Entonces? —Intento quitarle la sabana que la cubría logrando su cometido.

Pero la imagen que tenía enfrente no era la mejor.

Enid tenía ojeras muy notorias y parecía no haber bebido o ingerido agua o comida, tenía los labios rotos y sus ojos lucían apagados.

Esa no era la Enid que conocía.

Su frío corazón se rompió ante tal escena frente a ella. Haría que Ajax se comiera las serpientes que tenía por cabello.

—... Lo vi... Besándose con otra chica—De repente las caricias de Merlina se detuvieron.

—¿Que el que...? —No podía creerlo, se esperaba todo de el menos eso.

Su rostro inexpresivo no demostraba nada, pero por dentro estaba luchando internamente por no ir y torturar al chico hasta que suplicara estar muerto.

Se separó lentamente de Enid con claras intenciones, se dirigió hacia la puerta; pero se detuvo al sentir como una cálida mano tomaba la suya, transmitiendole su calor.

—Déjalo... No vale la pena, quédate aquí conmigo... Por favor no te vayas. —No podía decirle que no a esa carita.

—No me iré de tu lado, te lo juro. —Aseguró la pelinegra, devolviendo el agarre en sus manos.

—Gracias Merlina... Te quiero. —El corazón de la Addams se agito al escucharla pronunciar esas palabras, tal vez no lo demostraba, pero por dentro era un caos.

—Yo... También tengo un gran afecto hacia ti. —Dijo, logrando que Enid soltara una pequeña risa que terminó contagiandola con una sonrisa.

—¿Osea que me quieres mucho? —Preguntó Enid con diversión y emoción levantándose de golpe de la cama.

Que rápido se había olvidado de Ajax, aunque era lo mejor.

Merlina se alivio al saber que Enid había recuperado aquel brillo en sus ojos, y aquella hiperactiva personalidad que la caracterizaba.

—Tómalo como quieras—Respondió levantándose de la cama al igual que la rubia.

—Merlinaaaa—Se quejó la loba.

—Ven vamos, necesitas comer y beber algo. —Enid asintió con energía, dio pequeños saltitos hasta salir de la habitación.

Esa era la Enid que Conocía.

Esa era su Enid.




Escena extra.

—¿M-merlina? —Pronunció con miedo Ajax, al ver a la Addams en su habitación con lo que parecía ser una bomba en sus manos.

—No es nada personal Ajax... —Dijo dejando caer la bomba de pintura manchando todo a su paso a excepción de ella.

—¿¡Pero que.. —

—La próxima vez que quieras andar de perro infiel, piénsalo mejor—Salió de la habitación como si nada dejando un desastre atrás suyo. Aunque Ajax debería estar agradecido con lo poco que le hizo, podría haber sido mucho peor.







Espero de corazón que les haya gustado <3

Estas historias se actualizarán cada 2 días por si las dudas.

Cualquier falta de ortografía haganmelo saber por favor.

Se que es corto pero trataré de hacerlos mucho más largos, sin más que decir me despido.




Wenclair [ONE-SHOT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora