El sol apenas se asomaba cuando sintió como su sueño se alejaba ante los primeros rayos de luz solar.
Cansado se sentó en su cama simple, admiran a aquel horrible departamento que rentó pues las paredes eran grises con algunas manchas de suciedad y partes a las que le faltaba pintura, toda la habitación era cuadrada por lo que la cocina estaba enfrente de la cama, no tenía comedor y el baño era un cubo que les reducía el espacio, en el había una taza sucia y una regadera de baja calidad de la cual nada más salía agua helada.El moreno se redujo a suspirar, bajó la mirada hacia su acompañante quien no era más que un pequeño niño que dormía plácidamente en el pecho del moreno.
Se levantó de la cama lentamente sujetando al niño con sus brazos, uno de ellos lo sujetaba por la espalda y el otro por debajo de las piernas; camino unos cuantos pasos a la cocina y con sumo cuidado que el niño no se le cayera abrió la puerta del refrigerador, el pequeño se movió en su pecho cubriendo su rostro de la fría corriendo y al percatarse de eso el mayor poso una de sus alas para cubrir al de menor estatura del frío.
Se detuvo analizando un corto tiempo el refrigerador casi vacío pues lo único que tenía era una asquerosa cebolla que se empezaba a pudrir, cansado se volvió a recostar en la cama esta vez cubriendo completamente con sus dos alas al pequeño cabro.
Al poco rato el híbrido de pato se volvió a despertar miro el reloj, dió un gran suspiro, el adulto joven recostó al menor en la cama y lo cubrió con las cobijas para allí mantenerlo en lo que el se bañaba, tragándose sus quejas se baño entre maldiciones ante el agua helada, en cuanto salió se puso aquella ropa formal que era su uniforme, una camisa blanca con puño de dos botones sin transparentar, una corbata roja, unos pantalones negros de tiro alto sujetados con tirantes, un corset color negro que resalte su cintura y zapatos oscuros.
Le dejo una nota al pequeño en la puerta del refrigerador la cual consistía en un pequeño dibujo de el abajo repartiendo comida ya que trabajaba de mesero en un pequeño restaurante que estaba abajo del departamento.
Una vez ya abajo agarro un mandil, pluma y libreta y paso a pedir las órdenes a las personas que alzarán la mano dando un número refiriéndose a la cantidad de gente que anduviera en la mesa.
Se acercó a una mesa de cual sobresalía una mano que tenía dos dedos alzados, una vez allí abrió el pequeño cuaderno y volteo hacia los clientes, eran dos hombres uno de cabello oscuro el cual tenía dos cuernos rojos sobre saliendo de su cabellera, en la frente llevaba una cinta blanca mientras que su acompañante era igual de jovén, tenía cabellera castaña ondulada, tenía ojos color azul aqua "Que color más peculiar" pensó, portaba una sudadera de múltiples colores.
-Buenos días ¿qué les puedo ofrecer?-. Habló el mexicano listo para tomar su órden.
-Serian un omelette de huevo con ensalada, unos hotcakes con tocino y huevo revuelto y dos licuados de platano por favor -. Dictó el castaño con una gran sonrisa mientras que el azabache escribía la orden en su libreta.
-Bien, sería un omelette de huevo acompañado de ensalada, la orden de hotcakes con tocino y huevo, y dos licuados de plátano ¿Algo más?-. Aclaro el de piel morena mientras sentía la mirada de los jóvenes.
-Eso sería todo, gracias -. Confirmo el castaño para mirar como el azabache se alejaba de ellos, pronto volvió a continuar su charla con su acompañante.
Mientras tanto el de piel morena le entrego la orden al chef de aquella cocina, un hombre de piel completamente negra como el cielo nocturno, tenía unos cuernos delgados y rectos sobre saliendo de su cabeza, unos ojos blancos, vestía una sudadera oscura con los bordes color rojo, un mandil atado en su cintura, una larga y delgada cola con punta de flecha.
-Nueva órden-. Anuncio el azabache llamando la atención del demonio.
-Entendido-. Enunció el demonio agarrando el papel para colocarlo por encima del asador, no tan cerca para quemarlo no tan lejos como para perderlo.
Al pasar unos minutos recogió los platos con la comida ya servida y los llevo hacía sus consumidores quienes lo recibieron con los brazos abiertos, atendió a otras personas, entrego las órdenes en la cocina y las entrego las mesas correspondientes, el moreno abandonó su puesto unos segundos avisándole al chef quien solo asintió sin percatarse sobre el robo de uno de sus platillos.
A pie rápido entro al pequeño departamento encontrándose a su pequeño coloreando arriba de la cama sin preocupaciones, el menor sabía que su mamá se encontraba trabajando en el piso de abajo; el cuánto el niño escucho la puerta abriste corrió a las piernas de su madre quien llevaba en manos lo que sería su desayuno.
-Momma Q mira lo que dibuje ¡Somos tú y yo en el parque!-. Destacó el pequeño alzando una hoja con personas de palo con de fondo césped, algunas flores, un cielo azul sin rellenar completamente y un sol sonriente.
-Bien echo mi niño, te quedó hermoso, hay que colocarlas en el refrigerador! -. Exclamó el de piel morena felicitando a Tubbo quién asintió de manera rápida.
-Mira lo que trajo momma, unos deliciosos hotcakes para ti-. Anuncio el azabache agachando la charola en donde se encontraba el platillo.
-¡Genial! -. Exclamó con emoción el menor quien empezó a comer de manera rápida .- ¿Que va a comer momma Q?-. Cuestionó el pequeño híbrido de cabra.
-Momma Q todavía no tiene hambre, anda come mi niño-. Anuncio el mayor acariciando suavemente la caballera entre los diminutos cuernos del pequeño.
El pequeño se dedicó a hacer cualquier cosa para no aburrirse en lo que su mamá trabajaba, durante la mayor parte del tiempo jugaba con su peluche y otros juguetes, cualquier cosa que su imaginación creará sería un nuevo juego.
Y aun que algunas veces deseaba pasar un día entero con su madre sabía que esté trabajaba duro para que el tenga un techo y comida, el menor agradecía que no le echará en cara todo el precio que es tener un hijo pues su madre nunca se quejó, no le decía que era una carga o que era su culpa todo, no, su madre le daba besos en el cachete y le abraza cuando podía, le daba caricias cuando se lo pedía y le decía varios "te amo" de manera constante.
Si bien no era como las otras madres de las caricaturas, su mamá era la mejor y el lo sabía.
ESTÁS LEYENDO
"Momma Q"
FanfictionCómic que se me ocurrió mientras cuidaba a mi primita bb 💗 Historieta centrada en el lazo madre/hijo de Quackity y Tubbo. Tubbo es hijo del matrimonio fallido entre Big Q y Jschlatt, cuando se divorciaron Quackity se quedó con la custodia del menor...