05 ¡Especial soft!

147 20 6
                                    

El peso de la mochila montada en su espalda era cansado, el coraje en su pecho abultado como masa dejándose orear, las respiraciones pesadas como si en niebla caminaras, el sentimiento de ira guardado en su garganta, la mirada del niño en la puerta fija estaba, la determinación del pequeño le hizo avanzar. Un pie sobre el otro, bajo los escalones del porche y camino.

Hoy Tubbo iba a hacer su primer mandado.

No era algo demasiado extravagante, llevaría el loncha a su Momma al casino. Esta idea había iniciado hace una semana mientras miraba una serie en la televisión qué su abuelo Sam le puso.

Sam le había mandado mensaje a Foolish para que le echara ojo al niño, la seguridad de la zona era buena, más sin embargo uno riesgos como ese no avienta. Miro al niño salir del porche con determinación y terco como su mamá. El niño se fijo para cruzar la calle y pedía indicaciones para llegar a ciertas zonas, cuando se cansaba, sacaba la botella qué cargaba una pequeña bolsa cruzada color amarilla con franjas blancas y daba un gran trago suficiente de saciar su sed.

En medio camino se detuvo en frente de una panadería, era cor crema con café en los bordes de ventanas y las orillas del edificio, el edificio de dos pisos se dividía por una lona color violeta qué colgaba. Del bolsillo en su pantalón el niño saco unos billetes y monedas, con ayuda de la otra mano las contó señalando monedas, apretó el boche de dinero encerrado en su puño, empujando la puerta para ingresar. 

Una campana le dio la bienvenida, las risas, voces y la música esportada de un vinilo lo envolvieron. La mesa más llamativa fue donde reconoció a la familia de Tommy. Sentados, cerca de la ventana con los gritos chillones del pequeño rubio renegando, un Wilbur sin vergüenza alegando con el niño enfrente de él, mientras qué,  Philza riendo mientras hablaba de algo con Techno, quien, sin logro se trataba de ocultar evitando la mirada que los clientes los clientes les daban.

Tubbo regreso su atención al frente cuando una mujer con tono dulce y alegre le pidió su orden.
—Hola pequeño, ¿Qué vas a llevar?—. Pidió la mujer del otro lado de la caja.

—¡Quiero dos panes bellos, por favor!—. Exigió el niño con entusiasmo, el puño de su mano se  abrió sobre la madera revelando las monedas y billetes, inquieto en su lugar dando pequeños brincos.

— ¿Unos panes bellos? ¿Panes dulces?—. Cuestionó la mujer, extrañada por la orden mirando un momento el dinero en la mesa, era 7 dolares con 50 centavos.

El niño frunció su rostro y negó, pensativo la sonrisa regreso a su rostro y corrió hacia el mostrador de postres señalando un pan para regresar corriendo a su sitio — Ese es el pan—. Aclaró el niño con inocencia.

La mujer sin comprender se dirigió hacia el mostrador y saco el pan señalado, ese no era un pan bello, era simple, y el mas barato de las tiendas, una bola de harina cocida con apertura en la parte superior, fácil se podría hacer pasar por un bolillo muy redondo.
Extrañada, metió dos panes a una bolsa de papel, agarro 2 dolares y los 50 centavos del boche, lo registro en la caja para después entregarle la bolsa al niño.

Tubbo metió la bolsa a su mochila, al darse la vuelta miro la mesa de Tommy, su familia ahora estaba más tranquila escuchando a una mujer de pelo rosado, dedujo que trabajaba en el lugar por el mantel que llevaba puesto.

Se acercó con ellos para saludar a Tommy y presumirle qué el si podía salir solo, pero su hermano el metiche soot le interrumpió. 

— ¿Quackity no viene contigo?—. Preguntó interesado mirando alrededor del niño buscando al adulto.

— Momma no esta aquí, vine yo solo, voy a entregarle este pan —. Respondió el niño arremedando el acento chillón dem británico mientras alzaba un poco la bolsa de papel en su mano.

"Momma Q"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora