"Momma Q"

03

¡Hey cuánto tiempo! ¿Cómo están?

Yo ya me encuentro mejor, no fui con una especialista pero mejoré con el tiempo, quizás no esté tan estable como antes pero puedo volver a escribir lo cual es genial.

Por cierto se valen ideas para conseguir trama a esta historia.

Sin más que mencionar ¡Disfruten!

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Si Quackity pudiera cambiar el mundo lo primero que cambiaría sería sus lágrimas cuando dejó a Tubbo en las puertas del preescolar, el rostro del niño era un desastre con un seño fruncido gritando por su mamá mientras lloraba y pataleaba en los brazos de su nueva maestra, lo último que el azabache escucho de su hijo fue: “—¡Momma estaré bien, sere buen niño, momma, bajarme, debo darle un abrazo enorme a mi momma! ¡Momma te lo prometo, no llores, momma, soltarme quiero limpiar sus lágrimas, no ocultes tus lágrimas tras esa sonrisa, déjame llorar contigo momma, juro volver yo sólo! ¡Cumpliré, soltarme!”.

En cuanto el niño ingreso se apresuró a correr a algún callejón y desplomarse, el también quería consolar a su hijo, estaba en sus instintos, su mente híbrida gritaba por su cría, quería a su cría de vuelta pero sabía que por el bien de su educación lo tenía que dejar ir, su cría tenía que salir del nido y al le dolía.

Pronto al recuperarse, se limpio el rostro y regreso a su departamento donde se cambió y se puso el uniforme de camarero, entonces comenzó a atender a los clientes, no eran mucho por ser mañana pero el lugar tampoco estaba vacío.

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—Foolish, necesito un especial 5 y dos malteadas y combo "hamburger bacon"—. Informo el mexicano cortante pero aún así el híbrido de tiburón no juzgo, asintió con una gran sonrisa.

—A la orden capitán—. Exclamo con alegría.

El híbrido de pado rodó los ojos con ahora una pequeña naciente sonrisa, si le miraras en este momento dirías que es muy serio, alguien demasiado concentrado en su trabajo, y, aún siendo esto cierto no era del todo correcto; en realidad se encontraba reflexionando ¿qué hubiera pasado si…?
No importa si era algo muy bueno o algo muy malo el juego siempre se remota a ¿qué hubiera pasado si eso nunca hubiera ocurrido? ¿Qué hubiera pasado si Quackity nunca hubiera salido con Jschlatt? ¿Qué hubiera pasado si Quackity hubiera estudiado la carrera de abogado? ¿Qué hubiera pasado si hubiera abrasado más fuerte a Tubbo esa mañana? Tantas preguntas filosas como y engañosas como una serpiente escurridiza. Esas preguntas tan tentativas pero venenosas.

Regreso de limpiar la última mesa y miro al reloj, emocionado por la hora se quitó su mandil y lo dejo en su debido lugar, avisando antes de salir del local, corrió lo más rápido que pudo llegando a la puerta de aquella escuela donde dejó reposar sus brazos en sus rodillas recuperando el aliento, el primer ruido de la puerta anunciado su apertura su cabeza de alzó y miro atentamente como de una bola de emocionados niños salió su hijo directamente a sus brazos con la sonrisa más grande que había visto alguna vez en el rostro del niño.

—Hola mi chico grande ¿cómo estás? ¿qué tal tú primer día? —. Interrogó agarrando de lado a lado a su hijo con lágrimas en su rostro pero no tristeza sino de alivio y felicidad.