- METAMORPHOSIS - Lee Minho, Kim Hyerim.

METAMORPHOSIS

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[1 SEMANA ANTES]

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Sobre la mesa junto al desayuno, un papel de libreta posaba delicado. Escrito notoriamente con pluma, tinta, y firmeza. Mientras los bordes de éste, estaban tintados de un tono marrón, definitivamente estaban quemados.

"Me agrada, no... Me encanta, es excitante cuando miras hacia otro lado y te quedas en silencio, es agradable ver tus palabras atrapadas entre tus estúpidos y brillantes dientes blancos. Me gustas, pero me gusta aún más que después de tantas, tantas, tantas peleas, aprendiste a ser tu propio sastre y a coserte la puta boca. Me encanta oír el ruido de tus intestinos, resultado de la indigestión entre lo gigantesco de tu amor y lo inmenso de tu temor. Me encanta que disfrutes de mi misterio, mis secretos, y la extraña opacidad enfermiza de mis ojos en la intimidad, es señal de que no te irás. Tú, una estúpida mujer que quiere resolverme y resolver la infancia de un niño indefenso, al cual la vida tomó con fuerza y estrujó, exprimiendo cada gota de cordura y empatía...

No lo sabes pero, cuando me muevo dentro de ti, huelo tu piel, el cadáver superficial de un alma destruida, pisoteada, y escupida. Un alma tan pero tan pura y a la vez inerte, que me dan ganas de sacarla y ponerla desnuda ante mí. Te sientes sola, y como tú tienes frío crees que tu misión de vida es que yo me sienta un poco cálido.

Me encantan tus labios cuando sangras, rotos y secos, y esa mirada de frustración en tu rostro que tan bien disimulas con un poco de maquillaje, un filtro, y una foto en redes sociales de un viaje que pagué para que hicieras. Me gusta parecer dulce y encantador ante las personas que te rodean, ya sean familiares o amigos, sabes que escribo el guion la noche anterior... Créeme, es fácil fingir ser quien no soy. Es fácil fingir empatía.

Me parece fascinante el escalofrío que se apodera de ti cuando volvemos a casa, o cuando estoy por probar tu asquerosa comida. Crees que no lo noto, pero disfruto en secreto al oír esa respiración entrecortada, ese temblor disimulado en los bolsillos de tu pantalón a causa del movimiento de tus manos, esa taquicardia por no saber si hoy mis golpizas serán de una o dos manos, una lengua asesina que dispara con frialdad, o lo que es peor... El silencio en un cuarto compartido, con la persona que crees que es el amor de tu vida y que con esfuerzo o amor lograrás cambiar.

Pequeña, hermosa, e idiota Hyerim, me gusta eclipsarte tantas veces como sea necesario y posible, hasta convencerte de que yo soy el que te brinda la luz, cuando lo único que hago es reventar tus bombillas. A veces tengo el honor de oír como lloras en el baño y eso me excita de maneras que jamás entenderías. Aquello significa que, aún quedan hilos de humanidad que cortar y arrancar con mis suaves manos, las cuales tanto amas cuando te acarician con delicadeza.
A veces al verte, solo pienso en como se vería tu corazón, pero  literalmente en mis manos. O tal vez, tu cabeza siendo colgada en uno de los pequeños estantes de nuestra habitación. 
Me gusta verte frágil, herida, e inerte. Me gustas, me gusta amarte a mi manera aunque no la comprendas, y se que estoy loco, que soy un enfermo como dices. Pero al menos yo te amaré con todas mis fuerzas, y lo haría hasta la muerte.

Atentamente: Lee Minho."