Capítulo 5: ¿Verdad o reto?

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Luego de unos aburridos días de clases ( a las que me obligaban a ir) conocí a mi mejor amiga Anaís, y a su grupo de amigos.

-¡Anaís!- Grite por todo el colegio mientras corría.

-¡Elii!- Grita en modo amenazador

-Anaís déjame tranquila -

-¡No hasta que te rasguñe!-

-Agh- Choca con alguien - Disculpa, no te ví - Dije jadeando.

-¿Porque tanta prisa linda?-

-Ahh Ramiro, disculpa pero debo irme antes de que...-

-Te atrapé - Dice tomando mi brazo.

¡No!, ¡Anaís déjame!- Dije agitada.

-¡Dijo que la soltarás!- Exclamó el peli negro.

-¡No te metas Ramiro, es sólo un reto -.

-¿Agh?, Bueno ustedes sabrán-

*Minutos atrás*

-¡Eliii!, Vamos a jugar verdad o reto, ¿Te animas?- Dijo la que ahora es mi mejor amiga.

Si queridos lectores, se que les debo una explicación de dónde salió Anaís pero... Más adelante lo sabrán.

-Ok, está bien pero... Sin retos raros Anaís-.

-Ok, muchachos vengan - Dijo Anaís

El grupo de Anaís ya me estaban cayendo bien, no eran lo que muchos describirían cómo el grupo perfecto pero sabían cómo hacerte sonreír.

-Comienzo yo- Dijo un chico de cabello negro llamado José.

-Ok José vas primero - Dijo la chica de cabello castaño y rizado.

-¿Verdad o reto Samantha?

- Verdad-

-Ok, en ese caso... ¿Es verdad que te gusta hacer sufrir a las personas?- Pregunto el chico con una estrecha sonrisa.

-No. Eso es completamente falso, se que... Mi manera de jugarme es extraña , tiendo a lastimar a la gente pero... No me gusta verlos sufrir, simplemente soy así-

-Ah ya, pero como explicas mis moretones -

-¡Si!, Y mis rasguños - Interrumpió el chico de los ojos verdes ( el cual casi no hablaba)

-Dejen lo llorones, son sólo mis muestras de cariño- Dice guiñando un ojo y lanzando un beso.

-Ugh cómo sea. ¿Quien es el siguiente? -Dice José

-Yop- Responde rápidamente Adam

-Ok, comienza que me estoy aburriendo -

-Emmm Anaís, ¿Verdad o reto?-

-Reto- Responde con una enorme sonrisa.

-¡Al fin!, Alguien divertido - Dice José.

-Ok Anaís, te reto a que rasguñes a Eli-

-¡Que! No, yo no quiero-

-Dime otra cosa - Dice Anaís

-No se puede, a menos que... Quieras un castigo.



Bueno mi gente, por eso estaba corriendo como si mi vida dependiera de ello.

Un amor casi perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora