Un amor casi perfecto

Capitulo 3

Elizabeth

La luz del sol invadió mis ojos provocando que estos ardieran, era un día caluroso ( a pesar de que minutos atrás moría de frío)
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Luego de salir del aula me sentía pequeña e insignificante. Habían muchas personas afuera esperando a que el profesor llegara.

¡Chicos hagan dos filas!- Demando la voz

Quedé en los últimos lugares de la fila, ya que era relativamente alta para mí edad. Entramos a un pasillo( el cuál quedaba en la segunda planta del instituto) en el que habían cinco aulas; nos colocamos entre las tres primeras y comenzaron a llamar por orden de lista.

-Ahhh, no quiero quedar en la B- Dije con pereza

-Tranquila, no es tan malo, la verdad yo no quiero quedar en la A- Respondió una chica.

-¿Por qué?- la mire intrigada.

-Porque en la B están mis amigos-

-Ahhh...ya, espero que queden en la misma aula-

-Y tu... ¿Por qué quieres estar en la A?, Ahí son... Bueno... No sé cómo explicarlo - (Talvez porque sabes que la A es mejor)

-Bueno... Para ser sincera, nunca he estado en la sección B, en la escuela siempre fui del grupo de la A- Dije con nostalgia (recordando los viejos tiempos)

Seguimos hablando un rato hasta que la llamaron, y... A mí... pues... No me encontraban 😒

Luego de un largo rato, encontraron mi nombre en una lista.

-Por aquí por favor - Dijo una señora de cabello negro, con la carpeta en la mano

Me guía hasta el tercer aula y allí...

*Toca la puerta*

-Buenos días- dice la profesora abriendo lentamente la puerta.

-Buenos días, profe aquí le traigo a una estudiante - dijo la señora empujándome hacia dentro del aula.

-¿Estaba en los pasillos?- Pregunto la profesora mirándome detalladamente.

-No-

-¿Entonces dónde estaba?-

-Ella estaba ( arriba del techo mira pinche vieja) esperando a que se encontrará en lista-

-A ok, pase y siéntese por allá- Me indica la profesora.

Al entrar en el aula, la incomodidad me invadió ( tal vez por el simple hecho de que todos me miraban).

Mientras que caminaba hacia el único pupitre disponible, me tope con la mirada del chico rubio de hace un rato (  haciendo que me pierda en esos ojos marrones).

Torpemente consigo llegar hasta el pupitre, me siento y decido no moverme para no hacer ninguna de mis torpezas.