Como entrenar a tu dragón

I

Hipo estaba siendo consolado por Chimuelo mientras esté lanzaba rocas al lago.

-Es que no lo entiendo, siempre me dejó en claro que no era lo que esperaba y ahora quiere que mate un dragón... No quiero ser un asesino- dijo Hipo con enojo.

-Lo se, es cobarde pero no tengo de otra... Berk no es mi hogar- susurro Hipo montando a Chimuelo, pero una luz los envolvió a ambos y aparecieron en una sala junto a todo Berk, las doncellas aladas, los guardianes del ala y varias personas más.

-Hipo- Bocón rápidamente se acercó al Omega.

-Donde estamos?- pregunto Astrid con su hacha en mano.

-Bienvenidos, les he traído aquí para mostrar su futuro y para que dejen de ser tan idiotas... O al menos esa es mi intención- dijo una voz.

-Disculpa... No creo que sea posible mostrar el futuro- dijo Hipo.

-Y hablo el inútil- se burló Patán.

Hipo solo agacho su cabeza con vergüenza.

-En realidad, Hipo tienes razón, mostrar el futuro como tal es imposible, pero no lo es para mi- dijo con amabilidad la voz.

-Como sabemos que dices la verdad?- pregunto con desconfianza Estoico.

-Es su decisión confiar en mí o no, lo que hago es por petición de mi diosa Freya- dijo la voz.

Todos se sentaron al entender que no tenían más opciones, Hipo se sentó en una esquina alejado de los miembros de su tribu, junto a un grupo de personas, rápidamente supo que eran como Toothles; dragones transformados en humanos.

-Demos inicio- dijo la voz para encender la pantalla frente a ellos.

La pantalla mostraba sombras y una voz se escuchó.

Hace milenios se conoce una leyenda entre los dragones, se dice que un día un dragón uniría su alma con la de un humano que entendiera nuestra lengua y la paz llegaría para nuestra raza, muchos dirán que es imposible, pero esta es la historia de como un humano y un dragón dieron inicio a una era de paz y armonía entre humanos y dragones... Esta... Es la historia de nuestros reyes.

Después de decirlo se mostró a dragones protegiendo a unos niños y la sombra de un dragón rugiendo le a otro  para proteger a un humano y un niño.

Todos vieron con asombro la pantalla.

-Eso es imposible, los dragones...- Astrid estaba sorprendida, desde niña le habían dicho que los dragones eran malos.

-Eso es fantástico- susurro Hipo.

-Un domador de dragones- dijo Bocón al aire.

-Demos inicio- Volvió a decir la voz misteriosa.