Un viejo mundo extraño

Capítulo 5 : Quidditch y duelo

Con el ceño fruncido de irritación, Jacob dejó la chimenea y entró al campamento Potter.

Sus padres ya se dirigían hacia la puerta de la tienda, acababan de recibir un Patronus de la tía Bella diciendo que habían llegado.

Jacob no necesitaba que le dijeran quiénes eran 'Ellos'.

No todo fue malo en realidad. Claro que Harry podría intentar hacerle la vida difícil, pero al menos Jake conocería a la tía Bella. Sus compañeros de dormitorio se iban a morir de envidia cuando les dijera a quién conoció este verano.

Bellatrix Black fue ampliamente considerada como la bruja más buscada para el matrimonio. No solo se suponía que heredaría el señorío de una de las casas más temidas de Inglaterra, sino que también fue considerada como la mujer más bella de Europa durante la última década.

Lo único que impedía que la gente intrigara por su mano era el hecho de que ella misma era extremadamente temida en todo el continente, ya que había sido nombrada la duelista más fuerte de esta generación.

Todo esto no le importaba a Jacob. Lo que importaba era el ajuste de sus calzones cada vez que la mujer aparecía en sus pensamientos. Ella sola había llenado sus sueños en todas esas... noches solitarias y desesperadas en el castillo.

Jacob tropezó hacia adelante cuando sintió que alguien lo empujaba por detrás.

"¿Por qué en el nombre de Merlín estás bloqueando la chimenea como una estatua, tonto?" La voz irritada de Dorea ladró en sus oídos.

"Oh, cállate, Rea. No estoy de humor para pelear". Jacob murmuró, alisando su ropa de cualquier arruga. Quería lucir lo mejor posible hoy.

"En primer lugar, no estaba tratando de pelear". Su hermana mayor resopló con altivez. "En segundo lugar, no habrías ganado de todos modos, así que tu estado de ánimo no importa".

Molesto, golpeó a la pelirroja, enredando sus dedos en su cabello antes de tirar con fuerza.

Dorea chilló como un alma en pena antes de agitar salvajemente su varita en su dirección, y de repente se encontró siendo derribado y arrojado al otro lado de la habitación.

Jacob gimió, empujándose para sentarse. "Vas a estar en problemas por usar magia, idiota absoluto".

Su hermana lo miró confundida por un segundo antes de estallar en risitas incontrolables. "N-no... jejeje... ¿no te lo dijo papá? Oh, idiota estúpido. Somos libres de usar magia aquí".

"¿Qué? Por qué?" preguntó desconcertado.

Dorea se encogió de hombros, despreocupada. "A quién le importa. Podemos usar magia incluso en el estadio, y eso es lo que importa".

Gruñó desdeñosamente, pero por dentro estaba furioso. Por supuesto, James se olvidó de mencionarlo. Y Lily, para el caso. No era como si informarle sobre cosas como esta tuviera prioridad en su vida, ¿verdad?

Lo que sea. Él no iba a hacer un problema aquí. Especialmente no frente a la tía Bella.

James de repente asomó la cabeza por las solapas.

"Todos, reúnanse". Dijo con un aplauso cuando Rose los alcanzó por última vez. "Bella está aquí con tu hermano, así que deja de fruncir el ceño y pon una gran sonrisa en tus rostros".

Dorea lo ignoró, Jacob mostró los dientes en una mueca y Rose tiró de los labios hacia arriba con los dedos en una pequeña sonrisa espeluznante.

James suspiró. "Supongo que es lo mejor que puedo obligarte a hacer. Tal vez si le pregunto a tu madre..."