Un viejo mundo extraño

Capítulo 12 : Un final para un preludio

La final de la copa mundial de Quidditch de 1990 había sido uno de los eventos más desastrosos en la memoria reciente del mundo mágico.

Teniendo lugar en Colombia, el evento reunió a una multitud tan masiva como de costumbre, superando la marca de Cien mil magos y brujas en la noche de la gran final.

La final fue un partido reñido entre Canadá y Escocia, que duró más de 5 días de juego sin parar.

Cuando el buscador canadiense finalmente atrapó la snitch, se suponía que sería un momento de alegría y alivio compartido para todos, al ver que el partido realmente llegaba a un final exitoso.

Desafortunadamente, Grindelwald y su Alianza eligieron ese momento exacto para arruinar la fiesta. Y fue allí, en medio de todo el estadio, que Grindelwald se reveló al completo, iniciando una vez más su reclutamiento a plena luz del día.

Las palabras que pronunció ese día fueron tan efectivas, que incluso ahora cualquier registro de ello es tratado como una posesión extremadamente demoníaca por parte de los gobiernos mágicos de todo el mundo.

El mago oscuro había logrado atraer a miles de magos a su lado, demostrando exactamente de lo que era capaz.

Peor había sido su actuación absolutamente dominante cuando se enfrentó sin ayuda a 3 guardias colombianos, esparciendo asombro e impotencia entre la multitud.

El motín posterior que comenzó había convertido el número de muertos de cientos a miles. Cuando el gobierno comenzó el proceso de recuperación, encontraron el suelo cubierto de rojo, con cuerpos de magos esparcidos como simples hormigas. Pintó un cuadro tan sombrío e impactante que hubo que enviar a bastantes testigos a curanderos mentales profesionales para lidiar con el estrés y las imágenes.

Y Harry entendió todo esto.

Bella se había extrañado un poco cuando él le pidió el informe de la copa del mundo anterior, pero ella accedió de todos modos.

Por lo tanto, manteniendo toda la tradición en su mente, a Harry no le sorprendió lo estricta que era la seguridad de hoy.

Pero eso no impidió que se enojara cada vez que lo detenían al cruzar a diferentes niveles de terrenos.

Afortunadamente, su búsqueda actual de Tonks no requería que cruzara tierras. Un simple 'Señalame Tonks' reveló que la ubicación general de la chica estaba dentro del estadio, directamente hacia abajo desde la colina del Nivel 7.

"Espera ahí mismo". El corpulento Auror que hacía guardia en la entrada espetó, con una varita en la mano, apuntando hacia abajo. "No puedes entrar–"

Harry sacó el pase que Bella le había dado, sin siquiera detenerse.

El mago echó un vistazo al pase y se relajó, asintiendo. "Sr. Potter. La Sra. Black dijo que le dijera, si me lo pregunta, estará bastante ocupada durante la próxima hora. Hmm... eso fue hace una hora, así que creo que podría..."

"¿No estoy aquí por Bella, señor...?"

"Robardos". El hombre respondió, extendiendo una mano. "Gawain Robards".

"Harry Potter". Él asintió, estrechando la mano del hombre. "Por casualidad, ¿has visto a una chica de cabello raro y cara de corazón entrar?"

El Auror frunció el ceño. "¿Iniciar a Tonks? Ella entró no hace mucho tiempo. No se veía muy bien, esa chica. Probablemente la encontrarás alrededor de los asientos".

"Mis agradecimientos." Con un último asentimiento, Harry siguió adelante.

Dejó escapar un suspiro de alivio mientras caminaba dentro del túnel de entrada, dejando finalmente el resplandor ardiente del sol furioso. Parecía que iba a llover hace solo una hora, pero sorprendentemente esta vez el sol finalmente pareció encontrar sus bolas y le dio un firme dedo medio a las nubes.