Lugar Desconocido
Dos figuras se encontraban corriendo a través de los matorrales de un frondoso bosque bajo la lluvia y los truenos incesantes. Las dos figuras corrían en frenesí y sin descanso, se podían notar sus frentes llenas de sudor que no han parado de correr desde hace un buen tiempo, como si quisieran huir de algo o alguien.
Y era precisamente eso.
"E-Espera" por el cansancio la figura que iba atrás calló de rodillas al suelo, salpicándose las piernas y las rodillas de lodo, por su voz, se notaba que era una jovencita.
"N-No puedo más"
"Estamos muy cerca, no te detengas ahora Rápido" era lo que la otra voz le decía con suma ansiedad, su voz denotaba ser una mujer adulta.
La mujer al decir esto, tomó a la joven del brazo y siguieron corriendo sin detenerse de nuevo, Se encontraban muy cerca, y debían llegar ahí antes de que "él" las encontrara.
"Mama Aguarda un momento" la chica pedía a la que era su madre, pero no había tiempo.
"Luna Haz caso No hay tiempo qué perder" regañó la mujer, denotando su autoridad como madre.
No pararon de correr, hasta que llegaron a una cueva muy extraña. No era de esas cuevas profundas, no, era chica, pero habían dos antorchas en el interior apagadas, un círculo mágico en el centro y una runa marcada por encima del arco de la entrada de la cueva.
"Ve, haz el hechizo ahora y vete" ordenó la mujer.
"¿P-Pero y tu? N-No quiero dejarte Mama" decía la jovencita, ahora conocida como Luna, entre lágrimas.
"Luna" la mujer la tomó de los hombros y la miró fijamente. "Tu padre y todos nuestros conocidos se sacrificaron para que tú puedas hacer ésto. No te atrevas a deshonrar su recuerdo"
La joven soltó más y más lágrimas al escuchar lo que su madre decía. Su padre y todas las personas a las que consideraba tíos y amigos estaban muertos. Todos, ni uno sólo quedó con vida, y todo por el mero capricho de "él", asesinándolos justo frente a su madre y ella.
La mujer vio con pena cómo su hija se quebraba frente suya, por lo que la atrajo en un fuerte abrazo.
"Yo también quiero llorar sus muertes, sobre todo la de tu padre." hablaba mientras abrazaba a su pequeña. "Pero está en ti poder cambiar el curso de todo ésto, y salvarnos a todos."
"Y-Yo...n-no sé si podré hacerlo" hablaba aún entre lágrimas la chica, abrazando a su madre con todas sus fuerzas.
"Yo sé que si, yo confío en ti." le respondió la mayor con una sonrisa, apartándola un poco para verla de manera tierna.
Sin embargo, un ambiente frío las recorrió, un frío muy similar que habían sentido antes. Por ende, voltearon hacia atrás, y lograron ver que entre los árboles, se acercaba una sombra inmensa, la cual desprendía magia oscura por todos sus ejes.
La mujer inmediatamente soltó a su hija y se puso de frente a la figura amenazante con valentía. Eso a pesar de que sabía cuál era su destino.
"Ve ahora, haré lo posible para detenerlo lo más que pueda." habló con convicción en su voz.
"P-Pero Mama" quiso refutar la jovencita.
"Luna" habló por última vez la mujer, para después voltear con su hija, mostrándole una sonrisa tranquilizadora, la cual sólo una madre puede dar. "Todo estará bien...nos volveremos a ver."
La mencionada Luna agachó su cabeza por unos breves instantes con pesar, no quería ver más gente querida morir frente a ella. Pero alzó de nuevo su mirada, ahora decidida, ya que estaba en ella el destino de todos los fallecidos.
Sólo ella podía traerlos de vuelta.
Rápidamente dio una última mirada a la espalda de su madre, para después correr con prisa adentro de la cueva. Estando adentro, cerró los ojos y comenzó a concentrar su poder mágico. Casi instantáneamente al hacer eso, las antorchas de la cueva, antes apagadas, se encendieron en un fuego de color azul espectral, iluminando la oscuridad de la cueva.
Entonces, la joven comenzó a recitar...
Al escuchar a la joven comenzando a recitar el hechizo, la mujer esbozó una sonrisa de orgullo, para luego observar a la sombra que cada vez se acercaba más y más.
"Llegas muy tarde el hechizo se está efectuando." Pronto desaparecerás de la existencia y se hará justicia...
"¿Crees que creerán en una simple mocosa salida de la nada?" habló la sombra con absoluta confianza "Además, mi poder es soberbio no importa la época que sea."
"Nunca entendiste a los mortales, ni de lo que somos capaces de hacer." decía la mujer. "Has subestimado mucho a nuestro gremio y lo pagarás caro."
"Ja, basura insolente." con un solo movimiento, la silueta dejó escapar una hola de energía negra.
Ante el ataque, la mujer, aprovechando de que estaba lloviendo, usó uso de su magia y pudo desviar el ataque haciendo un giro con un látigo de agua. Rápidamente, la mujer alzó los brazos y la lluvia se detuvo en el aire, dejando ver las gotas que estaban cayendo con total claridad.
La mujer juntó varias de esas gotas y las convirtió rápidamente en estacas de hielo, las cuales no dudó en arrojar contra su enemigo. El susodicho las esquivó, pero rápidamente arrojó lo que parecía ser una calavera envuelta en fuego verde, que se estrelló en su blanco ésta vez.
"Gah" gritó la mujer de dolor, al haber impactado el ataque de su enemigo en ella.
Lo malo es que estaba débil por la pelea inicial que tuvo en contra de éste sujeto al lado de su esposo y todos sus amigos, pero tenía el suficiente como para darle a su hija el suficiente tiempo para que se vaya.
Vio cómo la figura sombría se acercaba a su hija, por lo que rápidamente se puso erguida y levantó un muro de hielo a las puertas de la cueva, muro que movió hacia el bosque e hizo que su adversario se estrellara contra los árboles, rompiéndolos de por medio.
"No dejaré que toques a mi hija" exclamaba con convicción.
Mientras seguían combatiendo afuera, la chica sólo podía continuar recitando una y otra vez las palabras hasta que el hechizo pudiera ser terminado.
Poco a poco, brotes de energía azulada que iba saliendo de las antorchas de fuego zafiro la iban rodeando poco a poco, denotando que todo iba según lo planeado, pero la pelea que estaba escuchando allá afuera la hizo apresurar un poco más las cosas.
"Agh" fue el grito de la mujer sumamente herida cayendo al suelo boca abajo.
La figura tenebrosa se encontraba de pie ante ella, portando una espada de huesos que destilaba una energía verdosa, emanando toda esa energía negativa y putrefacta.
"Si te sirve de consuelo, el hermano de la chica logró escapar, luego me encargaré de eliminarlo" y sin titubear, enterró profundamente la espada en la espalda de la chica.
"G-Gyaaaghhh" gritó de dolor, mientras sentía que sus ojos pesaban cada vez más.
En eso, una intensa luz azulada cubrió por completo la cueva, haciendo sonreír a la mujer, que estaba a poco de pasar al otro mundo. La jovencita adentro, viendo cómo surtía efecto el encantamiento, volteó, y miró con lágrimas a su progenitora, en el suelo, muy herida y con la espada de ese maldito en su espalda.
Y por última vez, la mujer le sonrió a su hija, mientras ésta última desaparecía en partículas de energía azulada.
"Nuestros hijos salvarán a todos.................Natsu." y con esas palabras, la mujer calló muerta cerrando los ojos, feliz de que haya podido cumplir su cometido....
Ciudad de Magnolia, Reino de Fiore.
una luz intensa se hacía presente en lo profundo del bosque de Magnolia. Al disiparse esa luz, se dejó ver a una hermosa jovencita peliazul con una boina blanca en la cabeza, totalmente inconsciente, con algunos raspones y los zapatos y calcetas llenas de lodo.
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EL SECRETO DE NATSU
AventuraCuando desafiaron a Juvia a quedarse en la casa de Natsu, se topó con algo que no debía ver. ¿Qué encontró? ¿Qué significa? ¿Qué depara para el futuro?