AIDEN DRAGNEEL

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Los párpados de Natsu se abrían con dificultad al acostumbrarse poco a poco a la luz matutina que el sol filtraba por la ventana abierta, causando que el joven gruña internamente.

"Grrr...maldito sol" maldijo por lo bajo.

Se incorporó y volteó su mirada al otro lado de la cama de su cuarto, viendo que estaba vacía ésta mañana, cosa que no era acostumbrado desde que empezó a dormir con Juvia.

Lo que no sabía, es que al estar recién despertado, sus sentidos de Dragon Slayer aún no despertaban del todo por completo. Si estuviera más atento, se hubiera dado cuenta de un par de peliazules escondidas del otro lado de la cama, pero como no fue así, lo sorprendieron.

"¡Buenos días!" exclamaron ambas saliendo de su escondite.

Éste por la sorpresa dio un brinco del susto que le fue otorgado por parte de su hija del futuro y su novia, y al verlas se relajó enormemente y sonrió nervioso, ya que la mujer tenía en sus manos un delicioso desayuno.

"¡Buenos días Papa!" su hija fue la primera que se abalanzó hacia él.

"Gracias pequeña" agradeció el chico mientras recibía un beso en su mejilla por parte de la pequeña.

"Buenos días Natsu." fueron las palabras de Juvia, que dejaba el desayuno en la mesa al lado de la cama y se acercaba para darle un amoroso beso a su pareja.

Éste correspondió el gesto con mucho gusto, mientras acariciaba su mejilla. Luna por su parte sonreía muy alegre, le hacía muy feliz lo mucho que sus padres se querían.

"Te traemos el desayuno." mencionó la maga de agua mayor.

"Mama y yo lo hicimos juntas." agregó Luna con una amplia sonrisa digna de un Dragneel.

"Ya me puedo imaginar su increíble sabor." decía Natsu con una sonrisa, Juvia y Luna sonrieron felices por las palabras de Natsu.

"Natsu, será mejor que se prepare."

"¿Hmm? ¿Por qué lo dices?" preguntó el Dragneel curioso, a lo que la mujer le muestra un papel.

"Tomé una misión ayer, pensé que podríamos ir juntos en familia." Juvia sonrió.

"Suena bien para mi, aunque no sé si sea bueno para Luna." dijo Natsu algo preocupado por si su hija salía herida.

"No te preocupes Papa, se trata de monstruos fáciles, además puedo manejar muy bien mi magia." aseguraba la niña.

"Bien, si tu lo dices está bien." finalmente Natsu accedió.

"Te esperamos abajo para almorzar Natsu." fueron las palabras de Juvia, antes de que ella y Luna salieran del cuarto.

Más tarde

La Familia Dragneel ya había terminado de ingerir el almuerzo, a lo que cada uno ya se encontraba preparándose para irse a la misión que Juvia tomó para ellos.

Ya habiendo terminado, Luna y Juvia se fueron a sus respectivos cuartos para prepararse para la misión, ya que Natsu ya se había duchado y preparado para ello al despertar, por lo que ahora estaba terminando de lavar los platos que se usaron en el almuerzo.

La misión era muy fácil.
Consistía en aniquilar un grupo de arañas gigantes que estaban matando ganado en unas granjas de un pueblo alejado de Magnolia, sin embargo éstas arañas no era demasiado fuertes, por lo que no supuso ningún problema para el Dragneel, la Loxar y la hija de éstos.

Luna en la misión pudo demostrar que tenía un control excepcional con la magia de agua para su edad, llenando de orgullo a ambos padres, además de que eso le ganó que su padre aceptara que saliera a misiones de vez en cuando, con la condición de ser acompañada, ya que aún era una niña.

EL SECRETO DE NATSU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora