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Al día siguiente probaron la radio que habían encontrado, al perecer estaba un poco dañada, pero podían escuchar información de científicos sobre los demonios, pero nada que no supieran, pero igualmente les servía para estar al tanto de todo lo que ocurría a través de las noticias.

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Un par de días después el rubio decidió ir a buscar provisiones y después ir al refugio de su mejor amigo, llevándose a su omega y a la pequeña Nezuko.

Akaza: Lo bueno es que Nezuko no es tan pesada. - Decía mientras la menor iba sentada en sus hombros -

Kyojuro: Primero iremos a buscar materiales, como salga un demonio mi prioridad serás tú antes que todo, y Nezuko sigue después de ti. - Decía serio mientras caminaba -

Akaza: No tienes por qué preocuparte tanto por mi, sabes?... - Decía mirándolo serio -

Kyojuro: Claro que sí, eres mi omega, mi esposo, es mi responsabilidad cuidarte. - Decía acercándose a él para besar su frente -

Akaza: Si vas a besarme bésame en la boca. - Decía relamiendose los labios -

Kyojuro: Bueno, está bien jeje... - Decía para empezar a besar su boca, a lo que el omega reaccionó con relajación -

Nezuko: Hmm hum! - Exclamó la niña jalando el cabello del rubio, tratando de separarlo de su "madre" -

Kyojuro: Mocosa!, déjame besarlo, tú nos interrumpes siempre! - Decía dándole un sape despacio para no hacerle daño -

Akaza: No la grites, tonto, en casa voy a compensartelo. - Decía sonriendo para ver cómo la expresión del rubio cambiaba a una sonriente -

Kyojuro: Bueno si es así Nezuko puede interrumpirnos tanto como quiera. - Decía con una sonrisa -

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Después de varias horas de caminata llegaron a su destino, era un refugio muy lindo, lleno de glicinias y flores.

Akaza: Será aquí? - Decía acercándose a la puerta para tocarla -

Kyojuro: tiene que ser aquí, así lo marca en la ubicación que me dio. - Decía revisando el mapa -

Pronto de esa cabaña salió Hinatsuru, quien tenía a una bebé de más o menos un mes, viendo a los chicos con atención, Tengen si le había comentado que los había encontrado.

Hinatsuru: Pasen por favor, siéntanse en casa. - Decía sonriendo mientras un niño de dos años jalaba la Yukata de la más alta -

Los chicos hicieron una reverencia para entrar al hogar, todo era muy lindo.

Hinatsuru: De verdad me alegro que estén bien, hasta ahora no hemos vivido mal, entre nosotras y Tengen logramos crear un refugio y nos estabilizamos, tanto que Tengen pensó que no sería mala idea tener cachorros. - Decía acariciando su vientre -

Kyojuro: Yo aún no pienso tener cachorros, y espero nunca tenerlos, me parecen molestos. - Decía desviando la vista -

Akaza: Nezuko no es molesta. - Decía sentando a la menor en su regazo -

Kyojuro: Si lo es, poque no nos deja mucho tiempo a solas. - Decía suspirando de mala gana -

Hinatsuru: No deberías pensar de esa forma Kyojuro, los cachorros son una bendición, créeme que la maternidad y la paternidad son muy lindas. -Decía con una sonrisa -

Kyojuro: Creo que lo único bueno es el proceso de creación de los cachorros, fuera de eso no me gustaría que un bebé me despierte a mitad de la noche sólo por alimento. - Decía mirando a Nezuko -

ꨄ︎𝘑𝘜𝘕𝘛𝘖𝘚 𝘌𝘕 𝘌𝘓 𝘐𝘕𝘍𝘐𝘌𝘙𝘕𝘖ꨄ︎ (KyoAka/Renkaza) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora