Viaje a otro mundo Pov. Ash (parte 3)

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Estaba sentado, pensativo. Ya había terminado de liberar mi frustración, pero no podía dejar de pensar en lo que mis compañeros y las personas de este mundo piensan de mí: "Es un error de los dioses", "Ese error debería dejar de estorbar a sus compañeros", "Ese error es una mera carga".

Error, error... ¡¡ERROR!!

Eso es todo lo que piensan de mí, como si no supieran que yo también quiero ser útil, como mis compañeros. ¿Acaso creen que no quiero tratar de salvar el mundo y ayudarlos? Pero...

¿Cómo puedo lograrlo si siempre me ven como un error?

Deseo desechar mi debilidad, ser fuerte, lo suficiente como para ayudarlos, para ser tratado como un igual. Pero cada vez que me esfuerzo, me doy cuenta de que no sé cómo conseguirlo. Cada intento solo parece subrayar mi fragilidad, haciéndome más pequeño, más distante de lo que quiero ser.

Antes de ser invocado, solía pasar mucho tiempo solo. No es que no tuviera amigos, pero no lograba conectar con las personas hasta que conocí a mis amigos de Sword Art Online. Eran mayores que yo, pero compartíamos los mismos gustos por series, animes y juegos. Me trataban con cariño, como si fuera su hermano menor. Cada vez que me enfermaba, Kazuto solía visitarme, mientras que los demás venían cuando estaban de paso por la ciudad. Siempre estuvieron ahí para mí, en mis cumpleaños o en Navidad.

Antes de conocer a Lillie, no tenía la confianza para hablar con chicas. No sabía como hablar con una chica, pero gracias a ella que comenzó a hablarme eso eventualmente dejo de ser un problema. Gracias a ella, me armé de valor para ayudar a Wakaba en aquella tienda. Aprecio todo lo que compartí tanto con mis amigos como con Wakaba. Cada momento de felicidad que experimenté con ellos era algo invaluable.

Ahora, todo eso parece un lejano recuerdo. Aquí, en este mundo nuevo, todo ha cambiado. Ya no puedo ver a mis amigos. Los extraño tanto que la soledad, esa que había logrado dejar atrás, ha vuelto nuevamente. Mis compañeros de equipo no me ven como a un igual. Me tratan como un inútil. Pero, cada vez que intento demostrar lo contrario, es como si me hundiera más en la desesperación. Me pregunto cómo sería si aún estuvieran conmigo, si pudieran ofrecerme su apoyo como lo hacían antes. ¿Sería diferente? ¿Podría ser tan fuerte como ellos lo fueron para mí?

Sin embargo, no todo es tan oscuro. Aquí también hay personas que me importan: Julius, Lillie, Gladion, Serena, Anna. Ellos hacen que mi existencia en este mundo tenga sentido, y por ellos puedo tolerar las dificultades y, de vez en cuando, incluso sonreír. Quiero protegerlos, y si pudiera, me encantaría que conocieran a mis amigos y a mi mundo natal. Quizá sea un sueño imposible, pero es un sueño que quiero cumplir.

Después de un largo rato perdido en mis pensamientos, escuché unos golpes suaves en la puerta. Me giré y vi que eran Lillie y Julius.

"Hola, ¿te sientes mejor?" – preguntó Lillie con una voz suave. Llevaba puesta una ligera pijama, cubierta apenas por una bata delgada. No pude evitar notar lo linda que se veía, incluso algo sexy, pero decidí apartar esos pensamientos de mi mente, sobre todo porque Julius también estaba ahí, en la misma habitación.

"¿Te encuentras bien, hermano?" – dijo Julius con una cara de preocupación. Es tierno que se preocupe, es un niño muy amable. Espera... ¿qué dijo?

"¿Hermano?" – le pregunté, sorprendido.

"Bueno, si me tratas como un hermano, ¿no? Me cuidas, juegas y pasas tiempo conmigo" – respondió alegremente.

"Tus hermanos, ¿no pasan tiempo contigo?" – pregunté, sintiendo un poco de tristeza. Entiendo lo que es que tu familia no pase tiempo contigo. No de la misma manera ni en el mismo contexto, pero sé lo que es ser dejado de lado.

¡¡¿Soy débil?!! y que, ¡¡Voy a mejorar!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora