Bueno esta historia tratara de un isekai con algunos personajes que me interesaron y gustaron intentare algo serio con momentos cómicos también les dare poderes propios que no estén tan rotos y si lo están los hare con ciertos requisitos, los combat...
Reino de Jioral En una aldea cercana a la capital del reino, estaba recolectando algunas hierbas y manzanas del árbol. Planeaba usarlas para preparar un pastel de manzana. Mientras tanto, Anna me pidió que también recolectara algunas hierbas medicinales del bosque, pero solo tomé algunas de las que necesitaba para cocinar.
Siempre tomo precauciones y examino con cuidado lo que recolecto, evitando cualquier planta que pueda ser dañina. ¿Cómo lo hago? Gracias a una habilidad especial que poseo: el "Ojo de Hade", también conocido como "Los Ojos de los Espíritus". Este ojo, alojado en mi ojo izquierdo, me permite analizar las propiedades de todo lo que observo. Sin embargo, lo mantengo en secreto, ya que obtuve esta habilidad mediante un pacto con el Espíritu de las Estrellas. Tuve la opción de recibir fuerza en mis brazos o velocidad en mis piernas, pero preferí esta habilidad porque no soy muy atlético, y en una aldea tan pacífica, tener un ojo analítico me resulta mucho más práctico. Además, me permite percibir si cosas que normalmente no.
El Espíritu de las Estrellas me advirtió que solo revelara esta habilidad a quienes fueran de absoluta confianza, ya que podría ser peligroso para cualquiera que supiera de ella. Justo mientras recolectaba, un extraño dolor surgió en mi mano izquierda, justo en la parte superior. Miré y vi una marca extraña que había aparecido de la nada.
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Conocía bien este tipo de marca; más bien, no había nadie en el reino que no supiera lo que significaba. Era la marca de los héroes. Sin embargo, esta tenía un color inusual y una forma algo distinta a las que había visto. ¿Eso me convertía en un héroe ahora?
Pero ahora había algo que me preocupaba aún más: ¿cómo reaccionaría Anna? Sabía que existen varias maneras de ser elegido como héroe. Puede ser concedido por una de las tres divinidades, ser elegido por un arma sagrada o vasalla, como ocurre en reinos como Melromarc, o ser un héroe marcado como ahora parecía ser mi caso.
¿Y ahora qué hago? ¿Debería contarle a Anna? Seguramente se preocuparía. Después de todo, ella es como una madre para mí desde que perdí a mis padres, y me ha cuidado desde entonces. Pero también tengo una responsabilidad con el reino y, aunque me asuste, sé que me corresponde enfrentar este destino. No quiero poner en riesgo a nadie, mucho menos a las personas que amo.
Pensé en cómo darle la noticia cuando llegara a casa. Intentaría actuar con normalidad, pero Anna siempre ha sido especial para mí. Ella es querida por todos en el pueblo, y no soy el único que la considera importante. Mucha gente la respeta y la cuida. Ella ha sido mi apoyo en cada etapa de mi vida, y no deseo causarle ningún dolor.
"¿Estás bien, Keyaru? Pareces distraído", preguntó Anna, notando mi expresión. La verdad, estaba algo nervioso, y no sabía cómo tomaría la noticia.
"Es algo importante... pero no sé cómo decirlo", respondí, titubeando, con el temor de preocuparla. Había ocultado la marca con una venda improvisada, esperando no levantar sospechas tan pronto.
