Capítulo 17: Me está volviendo loco

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Carlos

No voy a negar que me siento muy mal por cómo traté a Jesús pero esta situación de tira y afloja me cansa, nos soy paciente

Al salir del trabajo lo primero que pienso hacer es llamar a Johana, después de lo que pasó el viernes por la noche necesito darle una explicación.

Contesta mi llamada sin problema, puedo decir que su tono inclusive es normal, como siempre. Quedamos de vernos en una cafetería, 30 minutos después llego y la veo sentada, al verme sonríe ampliamente y me saluda mientras me acerco a la mesa.

—Car, me alegra tanto verte, sabía que me llamarías para terminar nuestra cena—Me dijo con un tono sensual

—Joha, antes que nada te agradezco que hayas aceptado mi invitación, me gustaría hablar contigo y..

—Si quieres disculparte corazón no hace falta, estás disculpado, hoy me compre una lencería que deseo saber por ti cómo se me ve— interrumpe sin dejarme explicar.

—Joha, Joha estoy seguro que te debes ver muy bien, pero eso no era lo que quería comentarte, básicamente quería si bueno pedirte disculpas por eso pero también quiero decirte que no podemos seguir viéndonos, si sigo siendo tu profesor si gustas en natación, pero seguir siendo amantes no puede continuar— Le dije un tanto nervioso pero seguro de mi decisión

Ella me observaba confundida y note que también se iba poniendo de mal genio.

— Carlos no entiendo creí que teníamos un futuro juntos, ¿No te gusto? ¿Hice algo mal? dime por que no comprendo qué sucede — Me dijo gritando

—Joha, simplemente no podemos continuar lamento haberte hecho creer que podíamos tener algo más — Le dije levantándome para marcharme, no quería alargar más el tema

Ella no dijo nada, quedó atónita y un poco confundida, me levanté y salí del lugar lo que quería decir lo dije.

Camine a casa, quería pensar, quería saber y comprender el por que de este sentir, estaba seguro ahora que Ali me hacía sentir algo que nadie más lo había hecho y que si quería afrontarlo tenía que estar seguro que ella también sentía algo, pensé en llamarla en ir a su casa pero ya era tarde. Llegue a casa entre directo a la ducha recordando la noche que pase en su apartamento, los dos en la misma cama sin hacer nada, algo que me hizo sonreií, por que no estoy acostumbrado a quedarme tranquilo en una cama con una mujer en ella, pero Ali es diferente su cabello negro, su piel cremosa y colorida por los tatuajes tan únicos que tiene, es algo así como un ángel con un fuego oculto.

No logré dormir esa noche pensándola, pensando en Jesús, en cámo lo traté. En que en menos de una semana esa niña está cambiando mi forma de ver las cosas, en que mis ganas de vengarme triplicarán sabiendo que su familia también estaba en ese lugar junto a mis padres. En la duda de si tenía más familia o si estaba sola en el mundo. Pensar en eso me llenaba de ira, de tristeza y de ganas de ir a su casa, tomarla y abrazarla muy fuerte.

Al despertar me duche nuevamente ya que estoy seguro que pasé la noche enfermo por que sude mucho de la angustia de la pensadera, salí para el trabajo después de mi rutina mañanera y al llegar al trabajo me quede hablando con la recepcionista, estaba llamando a los números de emergencia de los practicantes de natación o práctica libre que no habían apartado ese día para ver si deseaban asistir, al ver las carpetas vi la de Ali, además de sus datos personales decía número de emergencia y dirección de emergencia, como nombre estaba el de una mujer Yenny y lugar una cafetería no muy lejos del complejo deportivo supuse que es donde trabaja por que cuando estábamos en su casa, mientras nos conocíamos me mencionó eso, que trabajaba en una cafetería, decidí que al salir del trabajo iría, que necesitaba verla y hablar de sus padres.

Extrañamente no vi a Jesús en turno pero no quise preguntar más por pena de cómo lo traté, me dije a mi mismo que esperaremos un poco a que las aguas se calmen.

Salí del trabajo y me dirigí al trabajo de Ali, al llegar entre por una puerta que al moverse sonó una campanita, ya estaba cerrado pero había luz dentro supuse que ella estaba ahí.

Al entrar me dirigí a la caja y estaba un chico de maso menos de mi edad que al verme me sonrió pero al nombrar a Ali cambio su expresión de inmediato supe que a él le gustaba Ali, si, me tensé y sentí brotar de mis poros lava de celos.

Pero esa sensación disminuyó al escucharla, me presento al chico y hablamos después en una mesa algo alejados, pero su comentario me hizo hervir la sangre y mi instinto hizo que tomara de la mano a Ali y saliéramos con los dedos entrelazados, caminamos por unos minutos y en mi mente sentía el corrientazo de su tacto en mi mano que llevaba corrientes de todo a mi corazón a mi mente y mi entrepierna ¡ALICIA QUE ME ESTÁS HACIENDO! Gritaba mi cuerpo por dentro, me detuve, la vi a los ojos y solo me deje llevar.

La bese, con deseo con deseo de no hacer solo eso sino de tomarla por las piernas y arrinconar a la pared y saciar la sed y la adicción a ella, sus labios eran tan dulces tan suaves tan adictivos de inmediato mi mente me dijo que de ahora en adelante ella iba a ser mi Kriptonita.

Le dije que teníamos que hablar, tomamos un taxi hasta su apartamento en todo el camino íbamos callados, sabía que después de haberla besado todo iba a cambiar tanto de mi para ella como su actitud pero me llenaba de incertidumbre el cómo tomaría lo de sus padres.

Al llegar, bajamos del taxi y si díganme cobarde pero quería echarme para atrás coger un taxi e irme, nunca había pasado por algo así mientras ella abría me quede estático no caminé más

—Car, pasa— Me dijo, notó que quede congelado

—Ali, no puedo creo que deberíamos dejarlo para otra ocasión— Su cara se puso roja pero no dijo nada solo asintió

—Ali no lo tomes a mal porfa, es que en este momento después de lo ocurrido hace uno minutos, siento que teniéndote cerca y solos los dos no se que pueda pasar, no me conoces y no quiero hacerte daño— Le dije haciéndole entender que la deseo que estando solos no sabría de mi, ella solo abrió los ojos, intentó decir algo pero las palabras no le salían, agachó la cabeza unos segundos, la levantó y se acercó a mí; sentí su calor, su olor, levantó la cabeza para verme a los ojos.

—Car, yo confío en ti— Me dijo tomando mi mano, llevándola a su corazón.

Tu, mi terapia favoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora