capitulo cinco: Los niños de Viserys

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Esa mañana los niños despertaron con la sorpresa de que su hermana no estaba, cuando preguntaron a su padre el contestó que su hermana había sido invitada a un evento en la casa Tully, el había desistido de ir porque no se sentía muy bien, en su lugar prefirió quedarse con los niños.

Lord Corlys y la princesa Rhaenys habían llegado también para ver a sus nietos en lo que Laenor acompañaba a Rhaenyra también como heredero de la casa Velaryon, por lo que solo serian ellos cuatro si agregaba también a Lord Strong.

Todo estaba bien por la mañana, el desayuno fue ameno y llevadero con los príncipes y la princesa, Lord Corlys tenía en sus piernas al bebé Lucerys de seis lunas y Viserys cargaba a su nieto Jacaerys que ya tenía dieciocho lunas, y estaba aprendiendo a caminar, Aemond comía imitando a la princesa Rhaenys, quien reía al ver al niño copiar todos su movimientos de manera precisa, La Mano del rey había entrado en una conversación con el princesa Aegon y la princesa Helaena, una en la cual no entendía casi nada.

Fue casi para la mitad del día que los tres se levantaron aburridos, Aegon en un descuido salió de la habitación, mientras que Aemond quería hacer figurillas la princesa Rhaenys dijo que lo ayudaría así que juntos se alejaron un poco.

"Papá quiero peinarte como Rhaenyra me peina a mí" incapaz de negarse, bueno todos en realidad porque la princesa pidió peinar a su padre, Lord Corlys y Lord Lyonel, los tres aceptaron y mientras veían la pequeño Jacaerys dar sus primeros pasos, Helaena arreglaría sus cabello.

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Mientras tanto Aegon se encontraba aburrí vagando por los pasillos, escapando de los caballeros y doncellas, miro a su alrededor, al castillo le faltaba más Luz, vio las cortinas que cubrían las ventas, se acercó a tocarlas descubriendo que no eran de seda sino de otro material, eso explicaba porque no se movían cuando había viento, el decidió que no le gustaban las cortinas y que tenían que desaparecer de inmediato, con todas sus fuerzas jaló de una de estas hacia abajo, al no conseguir lo que deseaba pensó que era mejor cortarlas, no podía usar una espada era demasiado pesada aún y las de madera no cortaban nada, así que podrías ser un cuchillo de la cocina o la daga de su padre, decidió que la daga era la mejor opción.

Corrió de regreso a los aposentos de había abandonado y encontró a su padre siendo peinado por Helaena, no le dio importancia vio la daga en la mesa, así así sin más la tomó y volvió a salir corriendo.

En sus palabras este palacio necesitaba más vida, corto cada cortina que encontró hasta donde llegaba y donde no, pues buscaba la formada como llegar, ahora algunas del cortinas de la fortaleza roja estaban por la mitad o cortadas de forma diagonal.

Aegon se detenía a ver su obra antes de continuar, veía que por lo menos entre la luz del sol y cuando lo lograba iba a la siguiente.

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En los aposentos que antes eran de la reina, la princesa Rhaenys y el príncipe Aemond buscaban telas de color verde, lastima que lo único que Aemond encontró fueron los vestidos de su madre, una lástima dijo la princesa.

"Pero necesitamos el verde" Aemond asintió de acuerdo y se llevó los vestidos de su madre.

El y la princesa Rhaenys se estaban divirtiendo haciendo figuras en la tela y luego pegando estas en madera, o pergamino para hacer un pequeño teatro.

Los vestidos de la anterior reina ahora tenían espacios vacíos en todos lados.

Más allá el bebé Jacaerys estaba muy confundido viendo lo que su tía hacía con los hombres frente a él, claro no es que estos pudieran notarlo pero él sí, sus abuelo estaban como decirlo diferentes a los que recordaba, quería llorar al ver a extraños frente a él.

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