Capítulo 23- ¡¿Muerto?!

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Narra Kimberly (Eliot):

¡¿Muerto?!

...Bueno... Es cierto que un bebé normal debería haber muerto hace mucho tiempo... Pero por alguna razón, soy un caso especial. De hecho, podría y he estado peor. Probablemente, sea algo del guión, o algo mágico que desconozco.

ㅡLo único que puedo hacer es ponerle un ungüento, pero no la mejora no será rápida a menos que empiece a comer de forma adecuada y dormir bien... Por sus ojeras tan marcadas... Seguro debe sufrir insomnio debido al hambre y el dolor del cuerpo...

Entonces, me empezó a aplicar el mismo ungüento que me habían puesto ayer

...

La Emperatriz parecía estar muy sorprendida con el diagnóstico del doctor... Es entendible, porque es como que tu vecino tire pan, cuando tú ni siquiera lo puedes pagar...

...Pero ésto, de hecho es bueno, porque va a sentir tanta pena por mí, que tal vez venga seguido a ver cómo me encuentro...

ㅡListo

En cuanto terminó de ponerme el ungüento y vendarme, me abrochó la camisa y me dejó en la cuna

¿Por qué me deja en la cuna?

No quiero dormir, debo hacer que la Emperatriz me quiera

Me puse de pie, alzé mis brazos y dije;

-Etiz, upa

La Emperatriz me miró confundida

Miró al Doctor, cómo si le pidiera permiso

ㅡ¡Upa, upa!

El Doctor asintió, y la Emperatriz me tomó delicadamente

Se sentó en la silla junto a mi cuna, y me sentó sobre su regazo

Me miró fijamente, hasta que una pequeña lágrima se empezó a asomar en sus ojos

Entonces, la Emperatriz miró hacia un costado

...

¿Cuán difícil debe ser que lo que más quieres tener lo tiene alguien que odias y no lo aprecia?

...

La abracé cómo pude, debido a mí tamaño

Entonces, la Emperatriz me devolvió el abrazo suavemente

Levanté mí cabeza para ver cómo estaba

La Emperatriz sonrió, se acercó un poco y juntó nuestras frentes

ㅡSin duda, debes ser la cosa más linda que haya visto en toda mi vida

Su mirada era aterradora, llena de codicia, como si yo fuera un tesoro que debía obtener a toda costa... Y eso es justo lo que yo quería... Por eso mostré mí mejor sonrisa

...

Entonces, apareció la criada de la Emperatriz con una bandeja llena de biberones, papilla y galletas

ㅡEmperatriz, ya regresé

Dejó la bandeja en la mesa y le entregó un biberón a la Emperatriz

La Emperatriz me alimentó, hasta que no pude comer o tomar más

... No sé en qué momento pasó... Pero me había quedado dormida... Y cuando desperté en una tarde tormentosa, la Emperatriz ya no estaba... Quien sí estaba allí era la sirvienta de hoy... 

ㅡVaya, vaya, la tormenta te habrá despertado pequeño joven amo, ven aquí, no debes temer

No le temo a las tormentas, o la muerte, mucho menos a las serpientes como tú

ㅡA partir de ahora, cuidaré de ti, ¿bien? Porque ahora seré tu nana

Sus intenciones son tan obvias que dan asco

Pero está bien, porque hasta que consiga salir de este lugar, serás un gran lacayo

... La verdad, que en cuanto a fingir, usar y manipular a las personas, no me llegas ni a los talones... Porque le hablas a Kimberly Moon, la Reina de las serpientes...

He reencarnado en el personaje malditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora