A la mañana siguiente, los mayores se decidieron en volver al recinto para verificar cómo se encontraba el pelinegro del cual eran responsables ahora. Se tomaron el tiempo para revisar cada uno de los documentos sobre él y así conocer más sobre ese menor que los esperaba en casa.- " Hannie~ retoño, estamos en casa." Llamó el mayor en busca de su niño.
El pelinegro caminó hasta el comedor hasta toparse con los mayores, notó que Bangchan sostenía algo entre sus manos. Al verlo acercarse este último sonrió cálidamente.
- " ¡Feliz cumpleaños Hannie! Compramos un pastel camino a casa." Comentó el mayor con alegría agitando levemente el paquete donde llevaban el pastel.
El menor parecía completamente sorprendido de sus palabras.- " ... ¿cómo saben..?" Preguntó algo confundido al ver como el mayor de todos parecía alistar las cosas para que se sentarán a comer.
- " Fuimos por tus archivos al orfanato.. Feliz cumpleaños niño.." Habló Changbin poniendo una de sus manos en su hombro en forma de afecto para luego sentarse en una de las sillas del comedor.
- " Mira hasta compramos velas con los números." Explicó el mayor poniendo dichas velas de un uno y un ocho al centro del pastel.
- " También decía que el de chocolate era tu favorito.. " Agregó Bangchan.
Ver la emoción que emanaba el mayor era extraño pero decidió sentarse con ellos de igual forma.
- " ... gracias.."
El mayor sacó el encendedor de su bolsillo para encender las velas.
- " Adelante, pide un deseo." Propuso Bangchan para sentarse con ellos.
¿Un deseo?
Qué estupidez más grande.Era lo que decía en su cabeza el menor sin embargo desvió su mirada un segundo y al hacerlo vió la manera en que ambos mayores sonreían a su espera, parecían extrañamente emocionados por un simple pastel.
Eso le hizo sentir una calidez en su pecho que nunca había sentido antes.
Se quedó unos segundos en silencio, cerró sus ojos y sopló las velas.
- " Ten, aquí está nuestro regalo." Bangchan le acercó una oscura caja envuelta con cinta del mismo color.
Al abrirla dejó ver una camisa y un conjunto bastante formal... ¿es que no conocían otro color que no fuera el negro?
Pensó el menor sacando la ropa del empaquetado, al hacerlo y llegar al fondo de la caja se encontró con una pequeña navaja, como la que el mayor le había dado la primera vez que hablaron, sin embargo esta tenía sus iniciales talladas en el mango sobre las mismas pequeñas letras que tenía el mayor.
- " Las navajas.. son como lo nuestro.." Explicó el mayor elevando un poco la mirada hacia Changbin, quien le dedicó una leve sonrisa antes de ver a Han.
- " Son útiles, siempre debes tener una, por eso es pequeña." Continuó explicando Bin.
- " ... no debieron.. gracias.."
- " Okay, okay, vamos a comer, la primera rebanada es para el cumpleañero~" Bang acercó uno de los cubiertos para comenzar a servir los trozos de pastel a ambos menores y luego para él.
- " Tu orfanato era.. peculiar, solo habían niños pequeños cuando fuimos, debieron trasladar a los demás a otro lugar luego de una situación en particular.." Comentó el mayor mientras comía lentamente. Sintió la intensa mirada de Changbin que parecía decirle que se callara. En cambio Han pareció descender aún más su mirada al escucharlo, como si se hubiera decepcionado.
ESTÁS LEYENDO
ᴍᴀꜱᴛᴇʀᴍɪɴᴅꜱ
ActionDonde Bangchan, un talentoso estafador conoce a Changbin, un destacado sicario con la intención de formar una organización clandestina que se posicione en lo más alto de la sociedad.