Desde ese momento todo era felicidad. Recordábamos ese día, cuando nos conocimos, hasta cuando podíamos hablar por video llamadas.
Yo era una chica de casa, mis padres no me dejaban salir mucho así que de la única forma que podría llegar a verlo era simplemente que viniera a mi casa. Varias veces fue así, llegaba y prendíamos la tv para durar horas ignorándola. Mirándonos a los ojos como si fuera lo mejor que hubiera en el mundo y bueno, para mí en ese instante si era lo mejor.
Otras veces cuando me visitaba yo estaba cuidando a mi sobrino Camilo que para mí era la cosa más hermosa que había llegado a mi vida, tenía cinco meses, era una bolita de amor, color oscuro, lo más hermoso que podían ver mis ojos.
En esas visitas el me "ayudaba" a cuidarlo, si, entre comillas porque al fin de cuentas si lloraba o algo yo era la que de mil formas intentaba calmarlo. Él lo hacía reír, aunque a veces le daba un poco de miedo el hecho de cargarlo porque decía que lo iba a dejar caer, "No seas tonto, solo tómalo con la suficiente fuera para que no se caiga pero con la suficiente delicadeza para que se sienta cómodo" le decía, y así lo hacía. Las primeras veces aun con miedo, luego lo tomaba más calmado y volvía a hacerlo reír.A mitad de febrero volvimos a hacer una integración. Esta vez fue en un parque, algo más al aire libre, teníamos planeado juegos para realizar. Como habían personas que varios no conocíamos primero nos presentamos todos. Andrés y yo nos sentamos juntos, y al lado derecho de él se sentó un amigo con el que había llegado.
Entre las personas nuevas había una chica muy linda y tierna, hable con ella un rato mientras hacíamos el compartir de comida y me parecía genial, su forma de ser, de pensar. Sentía que nos llevaríamos muy bien.Cuando volvimos a tomar nuestros puestos en un círculo enorme escuche a Andrés molestar con su amigo sobre las chicas nuevas, entre esas Lana con la que yo había estado hablando hace poco. Escuchaba cuando decían lo "buenas" que estaban, y aunque noto que estaba lo suficientemente cerca para escucharlos siguieron su interesante conversación. Luego de eso empezamos a jugar "preguntados" que básicamente era una aplicación con preguntas de diferentes temas, y yo seguí normal como si no hubiera escuchado nada de la gran charla que tuvieron.
Al finalizar la integración le pedí el favor a una amiga que me acompañara a mi casa que no quedaba muy lejos del parque. Y cuando me estaba despidiendo de todos Andrés me hablo.
-¿Ya te vas?
-Si. ¿No lo notas? -pregunte-
-Bueno solo era una pregunta, ¿quieres que te acompañe hasta tu casa?
-Decisión tuya, no lo sé.
-¿Que sucede? ¿Por qué estas así conmigo?-Puso sus manos en mi cintura-
-No me sucede nada, simplemente me quiero ir ya y tú sigues haciéndome preguntas tontas. -Era obvio que si tenía algo y quiero aclarar un punto acá. Las mujeres no nos molestamos porque si, porque somos locas o porque nos imaginamos cosas, habrá algunas excepciones, pero la mayoría de las mujeres si nos molestamos es por un motivo que nosotras creemos que es obvio para ustedes
-Bueno ya dejo de decirte tonterías para que te vayas de acá -Me soltó en un segundo- ¿Quién te entiende? Estas bien y luego te portas así.
-Por lo visto el único que sabe lo que hace pero no entiende lo que pasa eres tú. -Me di media vuelta y tome a mi amiga del brazo. Me marche lo más rápido que pude de ahí, no quería estar, en ese momento, cerca de él.
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Amor efímero.
Teen FictionSomos jóvenes queriendo tener amores a monto, queriendo experimentar tanto, hacer lo que todos hacen. Nos apresuramos a la vida, nos llenamos de ilusiones y cuando tocamos fondo es que nos damos cuenta que es realmente el amor. Maria es una chica de...