Amor efímero.

Continuación (Así te fui queriendo)

Los días siguientes seguimos hablando de las cosas que nos gustaban, de los mejores momentos de nuestras vidas, de algunos datos o secretos.

-Y qué me dices de hermanos ¿Cuantos tiene?

-Dos, soy el mayor. Ellos son unos pequeños monstruos -mandó una imagen de ellos- A pesar de todo los quiero.

-Son muy tiernos. Quiero a tus hermanitos.

-Eso es porque no los conoces chica. -Dijo- y que hay de ti, ¿tienes hermanos?

-Si. Dos, soy la menor. Soy la más dulces y tiernecilla de todos. Se nota ¿cierto? -Dije en broma.

-Claro -Rio- Un poco creída también.

-Uh, lo dice el chico malo que se cree guapo.

-Buena jugada tonta.

-No te quedas atrás tonto.

Veía su perfil una y otra vez, me gustaba lo que transmitía su sonrisa pero no lo hacía para las fotos.

Algo que muy poco me gustaba de algunas chicas es que le dan tanta importancia a algún chico. Era darle el ego suficiente para creerse el mejor, y justo eso hacían algunas con él.

Normalmente me gustan los chicos tiernos, aquellos que las chicas por lo tontas y superficiales que son creerían que no valen la pena o, según, no son nada para andar con ellas. Esos chicos son los que más valen, porque quieren más a las personas, quieren estar con ellas y demostrarles lo que sienten. Bueno, no digo que los chicos "lindos" no lo sean pero siendo sincera son pocos los que aman con sinceridad, valga la redundancia.

Y por todo eso no sabía cómo me estaba enamorando de él. Como me parecía lindo, como me creaba una sonrisa, como me hacía sentir protegida, como me conquistaba. ¿Que me estaba pasando? ¿Quién era y por qué cambió todo mi mundo con su llegada? ¿De dónde había salido? ¿Y por qué justo en ese momento de mi vida había aparecido?

Tal vez me daba un punto de vista diferente a los otros hombres que por creerse el centro de las miradas hacían niñadas como herir a una mujer. A él, siendo un chico valorado como lindo en la sociedad, no lo veía de esa forma.

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Se acercaba mi cumpleaños y aunque yo sólo anhelaba una cosa de regalo mi familia por querer hacer de ese día algo un poco especial quisieron celebrarlo, para que lo pasara con los familiares más cercanos y mis amigos.
Invite a varias personas, entre esas a Andrés. Fue un poco incómodo, o más bien difícil explicarle a mi hermana de quién se trataba ya que ella hasta el momento no lo conocía.

El día de mi cumpleaños por primera vez me pintaron toda la cara con miles de cosas, no digo que nunca me hubiera maquillado pero sólo usaba polvo y labial, y eso, cuando había una ocasión especial.

Apenas terminaron de maquillarme salte de la silla y busque el primer espejo cerca. iWow! Creo que ni yo me hubiera reconocido, me veía diferente (Todos decían que linda, pero acá entre nosotros yo me sentía como un payaso recién pintado).

Al pasar un rato llegaron dos amigas, me felicitaron y se sentaron mientras yo volví a mi cuarto con miedo a todo. Me veía una y otra vez en el espejo, no creía que estuviera bien y para serles sincera no llevaba ni tres minutos y ya los tacones me estaban matando. Escuche dos voces hablando en susurro afuera del cuarto así que salí para ver quien más había llegado.

Dios mío, eran Santiago y Andrés, sentí que mi corazón se detuvo. Los dos voltearon a verme y sonrieron, no sabía que hacer. Santiago se acercó y me felicito mientras Andrés seguía viéndome. Luego de unos segundo se acercó, lo sentí todo en cámara lenta, mis latidos era más fuertes y rápidos. Me abrazo y me susurro al oído "Que hermosa estas, bueno, como siempre".
No supe que hacer y sólo lo abrace más fuerte.

Empezaron a llegar más personas, amigos, compañeros, familiares, pero alguien muy especial, aparte de Andrés, no había llegado. Era alguien muy importante para mí, y aunque no lo he nombrado antes ha sido mi mejor amigo por varios años. No quería pasar ese día si él, además de que sólo habíamos podido hablar unas cuantas veces por mensaje y hace mucho no nos veíamos.

Pasaban las horas y dejo de llegar más gente, estaban todos menos algunos pocos que no habían podido asistir, y aunque entre esos estaba mi mejor amigo, todavía tenía la esperanza de verlo.