42

14.5K 1.1K 26
                                    

Cuando Jaden despertó fue por un fuerte gruñido que provenía del cuerpo sobre el que estaba durmiendo. Era claro que los gemelos aún seguían allí, aunque aún era de noche y deberían volver pronto.

Jaden se giró enfrentandose a Jared, se veía sereno y tranquilo, era como si no fuera el Jared que todo el día parecia tenso. Jaden llevó su mano al pecho de Jared y lo acarició suavemente, temiendo despertarlo. Ella hubiera deseaba que se quedaran más tiempo, aún si estaba muy molesta con ellos.

—  Mmm eso se siente genial. — Susurró Jared con voz ronca antes de clavar sus ojos brillantes en ella. —  Bebé humana.

— Deberías dormir más.

— Y tú deberías volver con nosotros.— Susurró el lobo.— Está será la última vez, Jaden, la última vez que te dejaremos sola.

— ¿Seguro?— Lo miró dudosa.— Parecen divertirse sin mi.

— No lo vuelvas a decir.— Gruñó ofendido.— solo que tememos por ti.

—¿Y por qué vinieron? Si ese es el caso ¿No me estarían exponiendo?

— Era una difícil decisión pero no podiamos dejar que nuestra compañera sufriera por nuestra torpeza, además puedo decir que llegamos en el momento justo antes que el estúpido duende consiguiera su  propósito.

— ¿Al menos han entendido el porqué de mi molestia?

Jared envolvió entre sus dedos un mechón de cabello de Jaden, lo examinó y sonrió antes de volver a mirarla.

— ¿Cómo no voy a entender a mi compañera?— Jared besó su frente antes de abandonar su mechón y trasladar su mano a sus caderas.— El que sea un animal no significa que no pueda comprenderte, bebé.

— Los humanos parecen no captarlo.

— Hombres, tipicos— gruñó el lobo y Jaden sonrió.— Es cierto que inconscientemente pensamos en que debemos protegerte, tanto por ser humana y ser nuestra mujer. Estoy seguro que serías una Luna perfecta, también creo firmemente que puedes contra el enemigo.

— ¿Entonces? ¿Cuál es el problema? No me tienen fe.

— Fe...— Suspiró Jared.— Creemos en ti, nosostros y los hombres... Tal vez creemos más en ti que en nosotros mismos.

— No entiendo.— Jaden se movió con cuidado hasta subirse sobre él y Jared sonrió antes de llevar sus manos a su espalda baja y Jaden dejó caer su cabeza sobre él.— Explícate.

Jared guardó silencio por unos segundos mientras le acariciaba el cabello, parecía no estra seguro de responder a su compañera y Jaden comenzó a inquietarse.

— Eras tan pequeña.— Susurró con voz quebrada.—  tan delicada y en cuanto te vi, esa noche, pensé "no puedo... ¿Cómo podré mantenerla viva a mi lado?" Me imagino que ellos sintieron algo parecido la primera vez. — Jared le besó la frente.— No somos tan diferentes, Jaden. Tenemos los mismos miedos, las mismas dudas y los mismos deseos. La diferencia es que nosotros no lo pensamos tanto y tratamos de echarnos atrás. Al final del día tanto Jared como yo somos el mismo ser.

— Eso no lo justifica.

— No, pero la verdad es esa: tenemos tanto miedo de perderte que tomamos decisiones que tal vez al final del día son equivocadas.

— Solo quiero que me vean como su igual. Que acepten o que al menos tengan en cuenta mis opiniones, ustedes decidieron todo esto y a mi solo me tocó aceptarlo ¿Por qué? ¿Que podía hacer? En parte tienen razón pero ¿Cuando digan la verdad? ¿Quien va a creer que soy su Luna? Nadie y honestamente la distancia es horrible, así como la idea de que Jasper bese a Amber.

— Tienes razón.— Jared comenzó a olfatearla y emitió un sonido de placer.— Me encantaría perderme en una isla desierta junto a ti, solo contigo, así no tendríamos tantos problemas.

Jaden se apretó más a él tratando de ignorar la protuberancia que la pinchva en el estómago, se notaba lo duro que estaba el lobo.

— Aún si tenemos tantos problemas externos, creo que lo que importa son los internos ¿Verdad? Es decir... ¿Cómo podremos ser felices si tenemos tantos diferencias?

— Pero por algún motivo somos compañeros, bebé, tu y yo lo somos, tu y Jasper lo son. No somos tan diferentes, tal vez discutimos porque simplemente somos tan pareciados.— Jared guardó silencio noor un momento y luego la atrajo más a él.— El que seamos compañeros no significa que no vamos a discutir, no significa que la felicidad es garantizada, solo significa estamos muy unidos y tenemos más posibilidades de ser felices juntos que separados. Y lo cierto es, Jaden, que tú no nos conoces realmente.

—¡Eso es absurdo!— Exclamó en un susurro.— Toda mi vida la he pasado a su lado, los conozco muy bien.

— Como tus hermanos.— Replicó él.— No como tus parejas. Son dos cosas muy distintas. Y puede que sea algo mutuo, aún cuesta verte como mujer y no como una hermanita. Debemos aprender a superar eso y... Superarnos cada día, solo así algún día nuestra relación será perfecta.

—¿No es perfecta ahora?— Preguntó la humana temiendo por la respuesta.

— Es emocionante, increíble pero no estamos sintonizados. Pero no te confundas, no es tu culpa ni la nuestra, es solo algo que le sucede a todo el mundo. Tu eres perfecta pero nuestra relación consiste de tres personas y no solo de una.

— Si eres el mismo Jared humano ¿Por qué tú sabes que decir y el otro no? — Pensó en voz alta sin poder evitarlo.

— Porque soy la parte que se une a tí.

Jaden se sintió más cansada bajo las caricias suaves de su compañero, quería dormir en esa posición para siempre y despertarse al otro día junto a él. Pero lo triste que tal vez los gemelos se marcharian muy temprano y la dejarían de nuevo.

— Quiero estar enojada con ustedes por un buen tiempo pero a la vez quiero perdonarlos y olvidarlo. Sé que lo haré con el tiempo, pero me gustaría aflojar ahora mismo pero si lo hago ¿Dónde queda mi punto marcado?

— Ya lo has hecho, ya sea si nos quieres odiar o nos quieres perdonar, nosotros te amamos tanto y te tendremos en cuenta más ahora, incluso tus opiniones.

— En ese caso quédense o llevenme, quiero estar con ustedes.

Jared suspiró antes de buscar sus ojos y mírala con total sinceridad. Sus manos aún la tocaban pero eran tan cariñosas que Jaden sintió una especie de consuelo en ellas.

— Si lo hacemos ¿No crees que alertariamos de nuestra mentira al enemigo?

— ¿Y no crees que ellos saben que Amber no es tan importante? Si yo fuera y digo la verdad, creo que los llamaría.

—¿Y que diremos cuando pregunten?

— Diremos que nos cayó mal el hecho que seamos compañeros cuando nos veíamos como hermanos. Piénsalo por favor.

Jared la miró por largo segundos debatiéndose entre ambas ideas, no era algo fácil de decidir porque en ambas podría perder a su compañera.

— ¿Que tal si nos das unos días? Si no aparecen usaremos tu idea.

—¿Unos días? ¿Cómo sé que no me mientes?

— No lo volveré a hacer, no estoy mintiendo. Si no aparecen en cinco días, yo mandaré a buscarte y haré la declaración publica.— Jared miro a su hermano por un segundo.— Con o sin su aprobación.

— Mmm está bien.— Contestó desconfiada.— Es un trayo.

— por su puesto, de lo contrario eres libre de darme la ley del hielo por toda mi eternidad. Lo prometo.

Cayendo en TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora