Lo que nos arrebataron

No es real

Necesitaba levantarse, el aire era demasiado espeso, se encontraba un poco mareada sin ser capaz de procesar lo que sus ojos veían, miro a su padre y Maggie notando que en ningún momento prestaba atención de lo que pasaba con ella, su cabeza esta siendo un lio, necesitaba una explicación del porque la mujer de sus sueños era precisamente Samantha Arias, algo pasaba aquí y tenía que descubrirlo, sonrió intentando no levantar sospechas para poder levantarse un momento

- Alex, ¿Podrías explicarle a Maxwell sobre los beneficios que obtendrán ambas compañías con esta unión? - Su padre nunca pudo ser mas oportuno, gimió un tanto contrariada fingiendo su mejor sonrisa, parecía que era lo único que podía hacer.

- Por supuesto padre. - Teniendo la atención de todos los comensales, entendió que irse sería imposible en este momento.

Por el rabillo del ojo pudo notar como la castaña volvía a su lugar junto al piano tocando la siguiente canción como si la anterior no hubiera alterado su sistema, desvió su mirada apurando su explicación para acercarse a Samantha, necesitaba respuestas ahora mismo. Mientras la velada continuaba pudo notar los gestos de la castaña, la manera en que sonreía altaneramente justo como en sus sueños, su maldita voz que la relajaba a un nivel que no creía posible, la manera que tocaba el instrumento, moviendo su cara ligeramente; no volvió a mirarla en ningún momento, lo cual la hacía sentirse molesta.

Inmediatamente frunció el ceño al observar como una estructural rubia se acercaba hacia la castaña agachándose ligeramente mostrando su escote mientras le hablaba con una sonrisa coqueta, sintió su estomago revolverse al ver a Samantha corresponder esa sonrisa recorriéndola con una mirada lasciva, la escuchaba atentamente para después sonreír de lado asintiendo; contuvo la respiración al ver como volvía a enfocarla, dejando de lado la perversión en su rostro para volver a ser profundamente fría, trago duro sin entender el motivo sintiéndose extrañamente incomoda.

Mientras tanto la castaña no puede entender como puede actuar como si nada cuando por dentro estaba paralizada, un cumulo de emociones la invadió, en primer lugar estaba la ira, recordar como ella se marcho tratándola de manera fría rompiendo con ella dejando en claro que no quería formar parte de la vida tanto de su hija como la de ella la hacia apretar los puños, su cuerpo estaba tenso endureciendo sus ojos y por otro lado, Alex lucia tan bella, tan sofisticada, malditamente hermosa, tan jodidamente sensual; la rubia la distrajo un momento permitiéndose detallarla de arriba abajo, tan jodidamente buena, le estaba pidiendo una canción la cual la hizo sonreír de lado, por supuesto que la cantaría, dejo que la estructural belleza se fuera volviendo a posar su fría mirada en la pelirroja empezando a tocar las notas.

(Si gustan reproducir la canción)

Puse de mi parte
Pero te dio lo mismo
Ya tenías claro
Para donde ibas

En tu mente ya no estaba yo
Seguías conmigo, pero se acabó
Y no lo supe por ti
Creo que fue lo que más dolió

Si tenías a alguien más
Para qué subir esa foto conmigo
Acaso no sabes que cuando leí
La parte que dice siento algo por ti

No sentí bonito

Si solo querías jugar
Me lo hubieras dicho, ya tengo 18
No soy una niña, pude haber jugado
Yo también contigo falta de confianza

No era necesario
Hacerme llorar

Solo tú reíste, yo me deprimí
Y eso no se vale
Las cosas no se hacen así

Entendía que no eran de mundos iguales, ella era una chica sin estudios, sin familia y Alex era perfecta, tenia dinero, estudios, tenia al mundo a sus pies si ella lo quería, no entendía porque si solo era un maldito juego, ¿Por qué quedarse tantos años con ella?, ¿Por qué planificar un futuro juntas?, ¿Por qué hacer la inseminación artificial para tener una familia?, la odiaba aun mas porque la idea de formar una familia fue de ella, ¿Acaso quería burlarse de ella?, bien lo logro, hizo que todas sus barreras cayeran, dejo de ser fría, fue débil y creyó en el amor, no le importo cargar al bebe ella, porque le molestaría, era el hijo de ambas, su familia, no volvería a estar sola, rio irónicamente tocando las teclas, sus ojos no la perdían en ningún momento.