Capítulo 30. ¿Quieres ser mi sumisa?

1.5K 158 18
                                    

Kiss Me—Ed Sheeran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kiss Me—Ed Sheeran

Narra Lena

Levanté la mirada del móvil, escuchando unos tacones resonar en la escalera. Sonreí en grande viéndola bajar, a penas se había dado unos retoques de maquillaje, pero, resplandecía de manera espectacular.

—Estoy segura que ahora a mi me dará un infarto—solté un suspiro adorador.

—¿A dónde iremos?—preguntó ansiosa.

—No te diré, voy a secuestrarte

—Ansio ser secuestrada por usted

—En ese caso, bella dama, acompáñeme—le ofrecí mi brazo, ella lo entrelazó con el suyo y salimos juntas.

La camioneta nos estaba esperando, abrí la puerta y agradeció con un asentimiento de cabeza.

—¿No me dirás a donde vamos?—negué.—¿Y Wanda?

—En un rato te explico—le di un beso.

—Besarme es una buena manera de distraerme

—Tendré que besarte todo el camino—susurré sobre sus labios. Noté como sus pupilas se dilataron y sonreí por lo que soy capaz de hacer en ella sin tocarla.

Pasaron veinte minutos y llegamos al lugar. Puse una venda en sus ojos y la guié adentrándonos.

—¿Lista?—murmuré en su oído, pude sentirla estremecer en mis brazos.

—Si—le quité la venda.—Wow, es hermoso—susurró mirando la decoración.

El lugar era hermoso, con techos altos y candelabros luminosos, nuestra mesa decorada con velas que iluminaban la luz tenue.

—Reservé el restaurante solo para nosotras esta noche—me miró con una hermosa sonrisa.—En realidad no lo conocía, Wanda me lo dijo

—¿Wanda?

—Sígueme—tomé su mano y acomodé la silla para que se sentara en la mesa, después yo me senté enfrente. Tomé la campanilla y la hice sonar, dos meseros llegaron con bandejas de comida y vino.

Agradecimos y se retiraron al servir la comida.

—Lena, esto es increíble, y la comida está deliciosa—dijo cerrando los ojos saboreando la comida.

—Me alegra que te guste—sonreí embobada solo mirándola.

—No estamos celebrando algo, ¿o si?—me miró nerviosa.

—No, amor—reí negando con la cabeza.—No necesito una fecha especial para querer consentirte y darte todo lo que te mereces—entrelacé nuestras manos sobre la mesa.

—Lena...—mordió su labio inferior.—Estoy tan enamorada de ti

Me incliné para besarla.

Después de cenar nos pusimos de pie, ella creyó que ya nos íbamos a ir, pero dos personas entraron y se subieron al pequeño escenario. La mujer comenzó a tocar el piano con una hermosa melodía y el hombre tomó el micrófono iniciando la canción.

Power Over Me |Lena Luthor|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora